Abstract: A prospective and descriptive study was carried out on the episodes of infective endocarditis (IE) diagnosed at the Hospital of Puerto Montt during a period of 4 years. 104 IE events were diagnosed, and the incidence was 6,3 cases per 100.000 inhabitants per year. The mean age was 60 years and 68% were men. The patients presented frequent comorbidity expressed with a high Charlson Index (57,7% obtained a score >3). 43% had previous valve disease, predominantly degenerative. Other frequent comorbidities were arterial hypertension (68%), type 2 diabetes mellitus (47,1%) and chronic renal failure (CRF) on hemodialysis (39,4%), and 33,7% of them received dialysis using a catheter. 51,9% of the episodes corresponded to an infection associated with health care and thirty-four (32,7%) of the patients died. The main risk factors for mortality were having a cardiosurgical indication secondary to persistent infection (OR: 22,23 ,1,36-362, p=0,03); being in critical care unite (OR: 23 (1,27 422) p=0,034) and not having undergone cardic surgery despite having an indication (53 (2,71 1.065) p=0,009). Valvular damage secondary to infection showed a trend: OR 15,94 (80,98 260) p=0,052. The management of IE requires a multidisciplinary team, high diagnostic suspicion, more sensitive diagnostic methods, adequate antimicrobial management, and access to timely cardiosurgery when indicated.
Resumen: Se realizó un estudio de cohorte prospectivo sobre los episodios de endocarditis infecciosa (EI) diagnosticados en pacientes mayores de 15 años en el Hospital de Puerto Montt durante un período de 4 años, evaluados por un equipo multidisciplinario. Se diagnosticaron 104 eventos de EI con una incidencia de 6,3 casos por 100.000 habitantes-año La edad media fue 60 años y 68% eran de sexo masculino. Hubo comorbilidad frecuente expresada por un elevado Índice de Charlson (57,7% obtuvo puntaje >3). El 43% tenía valvulopatía previa, predominantemente degenerativa. Otras comorbilidades frecuentes fueron: hipertensión arterial (68%), diabetes mellitus tipo 2 (47,1%) y enfermedad renal crónica (ERC) en hemodiálisis (HD) (39,4%), 33,7% de ellos se dializaba mediante catéter. El 51,9% de los episodios de EI correspondieron a infección asociada a atención de salud y hubo una letalidad de 32.7% (34 fallecidos). Con regresión logística multivariada se identificaron los siguientes factores de riesgo de mortalidad: tener indicación cardioquirúrgica por infección no controlada (OR = 22,2; IC 95% = 1,4 - 362,9), estadía en unidad de paciente crítico (OR = 23,2; IC 95 % = 1,3 422) y no haber sido operado a pesar de tener indicación quirúrgica (OR = 53,8; IC 95% 2,7 - 1.066). Hubo una tendencia a tener un daño valvular secundario a la infección (OR = 15,9; IC 95% = 0,98 - 260,6). El manejo de la EI requiere de un equipo multidisciplinario, elevada sospecha diagnóstica, métodos diagnósticos más sensibles, manejo antimicrobiano adecuado y el acceso a cardiocirugía oportuna cuando está indicada.