It has been often said that Rosas, looking for the order he doggedly prosecuted in Buenos Aires along his entire political career, moved and imposed in the city methods and practices already working in the country. Nevertheless, his order in the urban space had certain elements that were different from those of the rural one, namely the existence of the "terror", political crimes not committed by State agents but by a sort of para-police organ, the Mazorca. Why was the main action of this famous group centred in the city and not in the countryside? On the contrary of the popular classes, the porteña elite -which lived for the most part in the urban space- was a group difficult to discipline by the dependents of the government, like police. However, the Mazorca had no limits; nobody could control a corps acting illegally, only linked to Rosas and the club of Rosist followers called Sociedad Popular Restauradora, to which the Mazorca members belonged. The article analyses the characteristics of the Mazorca, it periodizes its action and traces some of the elements used by the regime to legitimate its presence, such as to make sacred the Federal cause, republicanism and the classist component, which was crucible in Federalism.
En diversas ocasiones se ha afirmado que Rosas, en la búsqueda del orden que persiguió tenazmente en Buenos Aires durante toda su carrera política, trasladó a la ciudad e impuso allí prácticas y métodos que ya funcionaban en la campaña. Sin embargo, el orden que instaló en el ámbito urbano tuvo ciertos elementos diferentes al del espacio rural, fundamentalmente la existencia del "terror", crímenes políticos no cometidos por agentes del Estado si no por una suerte de órgano parapolicial, la Mazorca. ¿Por qué el grueso de la acción de este famoso grupo se centró en la ciudad y no en la campaña? A diferencia de las clases populares, la elite porteña -que residía principalmente en el espacio urbano- era un grupo de difícil disciplinamiento a través de los dependientes del gobierno, como la policía. En cambio, la Mazorca no tenía límites; nadie podía ponérselos a un cuerpo que actuaba fuera de todo ordenamiento, vinculándose sólo a la persona de Rosas y al club de adherentes rosistas llamado Sociedad Popular Restauradora, a la que pertenecía. El artículo analiza las características de la Mazorca, periodiza su actuación y rastrea algunos de los elementos que usó el régimen para intentar legitimar su accionar, como la sacralización de la causa de la federación, el republicanismo y el componente clasista, que cumplió un papel crucial en el federalismo.