RESUMEN Introducción El infarto pulmonar ocurre entre un 29 y un 32% de pacientes con tromboembolismo pulmonar (TEP). Por su parte, la infección de un infarto pulmonar complica aproximadamente del 2 al 7% de los casos, lo que hace que el infarto pulmonar infectado sea una entidad poco frecuente. Descripción del caso Mujer de 49 años con dolor pleurítico en hemitórax izquierdo, irradiado a región dorsal, asociado a disnea y edema doloroso de miembro inferior izquierdo de dos días de evolución. Dos semanas antes de su ingreso la paciente sufrió trauma de rodilla izquierda, el cual que requirió intervención quirúrgica; sin embargo, por motivos desconocidos, no recibió profilaxis anti trombótica. En el examen físico se encontró taquicardia, taquipnea y edema doloroso con eritema en pierna izquierda. Al existir alta sospecha de tromboembolia pulmonar se inició anticoagulación y se solicitó angiotomografía de tórax, con la cual fue posible confirmar el diagnóstico. Durante su evolución, la paciente experimentó signos de respuesta inflamatoria sistémica, deterioro respiratorio. Se realizó tomografía de control sugestiva de infarto pulmonar infectado. Se inició antibiótico y la paciente mejoró de forma progresiva; después de esta mejora, fue dada de alta para continuar anticoagulación y seguimiento ambulatorios. Conclusiones El infarto pulmonar es una complicación frecuente en pacientes con TEP. Por lo tanto, debe sospecharse infarto pulmonar infectado en pacientes con deterioro clínico y respuesta inflamatoria sistémica. La diferencia radiológica entre infarto pulmonar y neumonía no es fácil de identificar, su enfoque diagnóstico es clínico y el tratamiento anticoagulante y antimicrobiano debe iniciarse de manera oportuna.
ABSTRACT Introduction: Pulmonary infarction occurs in 29% to 32% of patients with pulmonary thromboembolism (PTE). The infection of a pulmonary infarction is a complication in approximately 2 to 7% of the cases, which makes it a rare entity. Case Presentation: 49-year-old woman with pleuritic pain in the left hemithorax that irradiated to the dorsal region, associated with dyspnea and painful edema in the left lower limb of two days of evolution. Two weeks prior to admission, the patient suffered from a left knee trauma that required surgical intervention; however, due to unknown reasons, she did not receive antithrombotic prophylaxis. Physical examination showed tachycardia, tachypnea and painful edema with erythema in the left leg. After suspecting a pulmonary thromboembolism, anticoagulation medication was administered and a chest angiotomography was requested to confirm the diagnosis. The patient experienced signs of systemic inflammatory response, and respiratory deterioration. A control tomography was performed, suggesting infected pulmonary infarction. Antibiotic treatment was initiated, obtaining progressive improvement; the patient was subsequently discharged, and continued with anticoagulation medication and follow-up on an outpatient basis. Conclusions: Pulmonary infarction is a frequent complication in patients with PTE. Therefore, infected pulmonary infarction should be suspected in patients with clinical deterioration and systemic inflammatory response. The radiological difference between pulmonary infarction and pneumonia is not easily identified, thus the diagnostic approach is clinical, and anticoagulant and antimicrobial treatment should be initiated in a timely manner.