Background: Haemodialysis systems are potentially thrombogenic, so anticoagulation is routinely used. Its prescription involves certain risks, despite which the recommendations regarding dosage are still based on very disparate criteria. Methods: We performed a randomised, crossed pilot study. Six patients underwent six sessions of post-dilution haemodiafiltration with a polysulfone HF80® dialyser and standard anticoagulation with nadroparin, and six sessions with heparincoated poliacrylonitrile AN69ST® membrane without the administration of systemic anticoagulation therapy. The coagulation level of the dialyser and extracorporeal circuit was evaluated every hour using a visual scale along with variation in clotting parameters such as anti-Xa factor. Our primary objective was to assess anti-Xa activity in the absence of differences in the rate of massive coagulation between the two groups. Results: No complete or grade 4 dialyser clotting occurred in any of the 36 sessions with either dialyser. Partial clotting of the dialyser occurred below 25% (grade 1-2) in 32 (88.9%) AN69ST® sessions and 35 (97.2%) sessions using the standard dialyser, and partial clotting surpassed 25% (grade 3-4) in 4 (11.1%) AN69ST® sessions and 1 (2.8%) dialysis session with heparin. Arterial chamber blood clotting did not surpass 25% (grade 3 and 4) in any of the studied sessions, and venous chamber coagulation occurred in only 1 (2.8%) session with the usual dialyser and in 3 (8.4%) sessions with the AN69ST®, with no significant differences between the two dialysers. The activated partial thromboplastin time at two hours showed differences between the two techniques in correlation with the administration of low molecular weight heparin (33.3±2.7s with polysulfone and 27.5±2.3s in AN69ST®; P<0.05), which remained significant at the end of the session (29.8±2.1s with polysulfone and 27.2±1.8s with AN69ST®; P<0.05). Anti-Xa factor activity reached a maximum at two hours after the administration of nadroparin, with differences between the two dialysers (0.46±0.13IU/ml in dialysis with polysulfone and 0.04±0.04IU/ml with AN69ST®; P<0.05), and levels decreased after 4 hours (0.17±0.12IU/ml in dialysis with polysulfone and 0.02±0.03IU/ml in AN69ST®; P<0.05). One patient on dialysis with AN69ST® had an adverse reaction in the form of generalised pruritus and was excluded from the study, by withdrawing consent for participation in the first session. Conclusion: We demonstrate the low thrombogenicity of the AN69ST® dialyser, allowing for postdilution haemodiafiltration sessions without systemic anticoagulation therapy and without increasing the frequency of severe coagulation events as compared to the HF80® dialyser with nadroparin, with a lower associated risk of bleeding by not modifying anti-Xa factor activity.
Introducción: Los sistemas de hemodiálisis tienen capacidad trombogénica, por lo que se utiliza de forma rutinaria la anticoagulación. Su prescripción no se encuentra exenta de riesgos, a pesar de lo cual las recomendaciones respecto a la dosis pautada siguen basándose en criterios muy diversos. Métodos: Se realizó un estudio experimental aleatorizado y cruzado. Seis pacientes realizaron seis sesiones de hemodiafiltración posdilución con el dializador de polisulfona HF80® y anticoagulación habitual con nadroparina, y seis sesiones con el dializador AN69ST® de poliacrilonitrilo con una cubierta de heparina sin el uso de anticoagulación sistémica. Evaluamos cada hora el grado de coagulación del dializador y del circuito extracorpóreo mediante una escala visual y las variaciones en los parámetros de coagulación, entre los que se incluyó el factor anti-Xa. Nuestro objetivo primario fue valorar las variaciones en la actividad del factor anti-Xa en ausencia de diferencias en la tasa de coagulación masiva entre los dos grupos. Resultados: No se coaguló el dializador de forma completa o grado 4 en ninguna de las 36 sesiones realizadas con cada dializador. Se produjo una coagulación parcial del dializador inferior del 25% (grado 1-2) en 32 (88,9%) sesiones con AN69ST® y 35 (97,2%) con el dializador habitual, y superior del 25% (grado 3-4) en 4 (11,1%) sesiones con AN69ST® y en 1 (2,8%) sesión con el dializador con heparina. La coagulación del atrapaburbujas arterial no fue superior al 25% (grados 3 y 4) en ninguna de las sesiones estudiadas, y la cámara venosa en sólo 1 (2,8%) sesión con el dializador habitual y 3 (8,4%) con AN69ST® sin diferencias entre los dos dializadores. El valor del tiempo de tromboplastina parcial activada presentó diferencias a las dos horas entre ambas técnicas, relacionadas con la administración de la heparina de bajo peso molecular (33,3 ± 2,7 s con polisulfona y 27,5 ± 2,3 s en AN69ST®, p < 0,05), que continuaron siendo significativas al finalizar la sesión (29,8 ± 2,1 s con polisulfona y 27,2 ± 1,8 s con AN69ST® , p < 0,05). La actividad del factor anti-Xa fue máxima dos horas después de la administración de nadroparina, con diferencias entre ambos dializadores (0,46 ± 0,13 UI/ml en diálisis con polisulfona y 0,04 ± 0,04 UI/ml con AN69ST®, p < 0,005), para ir descendiendo en la determinación de las 4 horas (0,17 ± 0,12 UI/ml en diálisis con polisulfona y 0,02 ± 0,03 UI/ml en AN69ST®, p < 0,05). Un paciente fue excluido del estudio al presentar una reacción adversa caracterizada por prurito generalizado con el dializador AN69ST®, motivo por el que retiró en la primera sesión el consentimiento. Conclusión: Demostramos la baja trombogenicidad del dializador AN69ST® de forma que permite realizar sesiones de hemodiafiltración posdilución sin necesidad de anticoagulación sistémica, y sin aumentar la frecuencia de eventos de coagulación grave en comparación con el dializador HF80® junto a nadroparina y con menor riesgo de sangrado al no modificar la actividad del factor anti-Xa.