La percepción corporal y su insatisfacción se relacionan con las conductas alimentarias de riesgo (CAR), pudiendo desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (TAC) frecuentemente identificados en los adolescentes. El objetivo fue describir la asociación del índice de masa corporal (IMC) con los hábitos y las CAR en un grupo de adolescentes. Fue un estudio transversal, descriptivo realizado con 671 adolescentes de 12 a 15 años de edad, ambos sexos. Se aplicó una encuesta validada en población mexicana que identificó las CAR para el desarrollo de los TAC. Se obtuvo el IMC, además de información sobre práctica y conocimiento del consumo de alimentos. La prevalencia promedio de las CAR fue 12%, el sobrepeso u obesidad se presentó en 48% de los participantes, 20% de ellos no desayunaba, y sólo el 16% tomaba sus alimentos sin ningún distractor (p=0.012). La variables asociadas a las CAR para el desarrollo de TAC fueron: realizar cualquier actividad simultánea al consumo de alimentos (RM:4.23, p=0.006), sobrepeso u obesidad (RM:2.59, p=0.001), comer sin compañía (RM:2.04, p=0.005), no comer frutas (RM:1.96, p=0.008) y/o leche (RM:1.79, p=0.026), ser mujer (RM:1.74 p=0.024) y no desayunar (RM:1.57, p=0.035). El consumo de alimentos que los adolescentes practicaron fue diferente del que recomendaron para estar sanos, fue menor en verduras, frutas y leguminosas, y mayor en azúcares, lípidos y bebidas gaseosas. Se concluye que existe una asociación entre el IMC y las CAR. No se encontró coherencia entre lo que los adolescentes refirieron comer y lo que ellos recomiendan, según sus conocimientos.
Association between body mass index and risk feeding behaviors to develop eating disorders in Mexican adolescents. The body self-perception and its dissatisfaction are related with the risk for developing abnormal eating behaviors (AEB), especially in eating disorders (ED) in adolescents. The objective of this study was to identify the relationship between dietary habits and the risk for AEB and their association with body mass index (BMI) in a group of adolescents in the metropolitan area of Mexico City. It was a descriptive cross-sectional study conducted with a sample of 671 adolescents, both sex, between 12 and 15 years. A validated questionnaire was used to assess the risk for developing AEB. BMI was obtained, and information from the practice and knowledge of food consumption was available. The prevalence of the risk for developing AEB in this study was 12%. It showed that 48% of participants were overweight or obese, 20% did not eat breakfast, 16% took their food without doing other activity simultaneously (p=0.012). The variables associated with the risk AEB, for developing of ED were doing any activity simultaneously with food intake (OR:4.23 p=0.006), overweight-obesity (OR:2.59 p=0001), eating without company (OR:2.04 p=0.005), not eating fruit (OR:1.96 p=0.008) or milk (OR:1.79 p=0.026), being female (OR:1.74 p= 0.024) and skipping breakfast (OR:1.57 p=0,035). Food intake differed with what themselves recommended being healthy, which was lower in vegetables, fruits, leguminous and higher in sugars, fats and soda. We conclude there is a relationship between BMI and the risk for developing AEB. There was no consistency between what adolescents say they should eat to be healthy and what they eat.