Evaluaciones de amenazas antropogénicas a los servicios ecosistémicos marinos, a partir del enfoque de percepción del riesgo, son muy escasas en las islas del Gran Caribe. En el presente trabajo se presenta la valoración de las amenazas derivadas del uso del ecosistema de playas de San Andrés, una isla pequeña del Caribe. Para evaluar las amenazas por uso se adelantaron encuestas y a partir de métodos de cartografía social, se obtuvieron mapas de niveles de percepción, con magnitudes relativas para los diferentes usos entre niveles muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto. Los resultados sugieren que el actual modelo de desarrollo económico de San Andrés, basado en el turismo de masas, puede estar favoreciendo el aumento de la intensidad de presiones asociadas a contaminación, desarrollo urbano e infraestructura, reclamación de la tierra y sobreexplotación de recursos costeros. Los beneficiarios de los servicios de este socio-ecosistema podrían verse afectados por estos tensores, lo que repercutiría en la posibilidad de que gran número de ellos no vuelva a la isla. Se recomienda que un próximo plan de manejo de la zona costera considere el ordenamiento de las formas de uso de la playa y sus servicios ecosistémicos.
In this paper we present the assessment of the main threats to beach ecosystems arising from their use in San Andrés, a small oceanic island in the Caribbean. To determine each threat and its pressure level on the ecosystem, we applied surveys and, based on social cartography methods, we obtained perception maps with relative threat magnitudes for each use, from very low to very high. The results suggest that the current economic model of San Andrés, almost totally dependent on massive tourism, may increase pressure intensities to the beach ecosystems due to increased pollution, urban development, land reclamation and exploitation of coastal resources. Tourists, the motor and beneficiaries of this socio-ecosystem, may be affected by these tensors, discouraging them to visit again the island. It is recommended to include in the island's management plans new legislations to minimize the impacts of beach use on this ecosystem.