Public health interventions aimed at children in Mexico have placed the country among the seven countries on track to achieve the goal of child mortality reduction by 2015. We analysed census data, mortality registries, the nominal registry of children, national nutrition surveys, and explored temporal association and biological plausibility to explain the reduction of child, infant, and neonatal mortality rates. During the past 25 years, child mortality rates declined from 64 to 23 per 1000 livebirths. A dramatic decline in diarrhoea mortality rates was recorded. Polio, diphtheria, and measles were eliminated. Nutritional status of children improved significantly for wasting, stunting, and underweight. A selection of highly cost-effective interventions bridging clinics and homes, what we called the diagonal approach, were central to this progress. Although a causal link to the reduction of child mortality was not possible to establish, we saw evidence of temporal association and biological plausibility to the high level of coverage of public health interventions, as well as significant association to the investments in women education, social protection, water, and sanitation. Leadership and continuity of public health policies, along with investments on institutions and human resources strengthening, were also among the reasons for these achievements.
Las intervenciones en salud pública dirigidas a niños en México han ubicado a este país entre los siete países encaminados a cumplir las metas de reducción de la mortalidad infantil para 2015. La información para este estudio se ha tomado de diferentes fuentes: los censos poblacionales; los registros de mortalidad de la Secretaría de Salud y del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática; el registro nominal de niños recolectado por el Programa de Vacunación Universal; y las encuestas nacionales de nutrición. Con estos datos se estudió la asociación temporal y la plausibilidad biológica de las diferentes intervenciones en salud pública, para explicar la reducción de las tasas de mortalidad entre niños, infantes y recién nacidos. Las tasas de mortalidad en menores de cinco años han descendido de casi 64 muertes a menos de 23 por cada 1 000 niños nacidos vivos registrados en los últimos 25 años. Se observó una reducción drástica en las tasas de mortalidad por diarrea, junto con la eliminación de polio, difteria y sarampión. El estado nutricional de los niños mejoró de manera significativa en cuanto a bajo peso para la talla, baja talla para la edad y bajo peso para la edad. En los últimos 25 años, se mantuvieron intervenciones altamente costo-efectivas que acercaron los servicios de salud de atención primaria a los hogares, lo que aquí se ha llamado estrategia diagonal. A pesar de que no es posible establecer una relación de causalidad entre la reducción de la mortalidad en menores de cinco años y los factores investigados, se presenta evidencia basada en la asociación temporal y en la plausibilidad biológica que indica que la alta cobertura de las intervenciones de salud pública, los avances en educación de las mujeres, protección social, disponibilidad de agua potable y saneamiento, así como nutrición, impactaron en el resultado observado. Por otro lado, el liderazgo y la continuidad de las políticas de salud pública junto con el reforzamiento de la infraestructura institucional también contribuyen a explicar la reducción en las tasas de mortalidad en menores de cinco años.