Introduction: The selection on specialized health training of doctors (MIR) is based on interpersonal fairness that rewards candidates by effort. Academic achievement, through the average grade, reflects the long-distance race, while the MIR test measures the sprint effort. This article discusses the pros and cons of maintaining the academic grade, that currently weighs 10%. On the one hand, it measures skills and abilities beyond the mere knowledge that provides the test, but on the other, it may have problems of validity, it could not change elections, given their low weight, and/or it could be not cost-effective. Materials and methods: Database of MIR 2012-2013 (Ministry of Health, Social Services and Equality ) and own survey of MIR-1 2012-2013. We used a multilevel model to estimate the effect of the university on the candidate's academic grade. Results: There are systematic differences in the grades of the candidates attributable to the university when all universities, Spanish and foreign are compared (intragroup correlation: 47%). There are no significant differences between Spanish universities (intragroup correlation: 7%). 62% of the candidates move less than a hundred places in the ranking if the academic grade would be suppressed, and at least 1 % of the candidates would change their chosen specialty. It represents a maximum cost of 576 euros per change. Conclusions: The academic grade is valid for the Spanish universities but not for foreign universities. Its suppression would marginally alter the order of choice and MIR assignments.
Introducción: La selección en la formación sanitaria especializada de los médicos (MIR) se basa en la equidad interpersonal que premia a los candidatos según su esfuerzo. El rendimiento académico, a través del baremo, refleja el 'esfuerzo de fondo', mientras que el examen MIR mide el 'esfuerzo sprint'. Este artículo discute los pros y los contras de mantener el baremo académico, que actualmente pesa un 10%. Por un lado, mide capacidades y habilidades más allá del mero conocimiento que aporta el examen; pero, por otro, puede tener problemas de validez, no modificar elecciones debido a su bajo peso o no ser coste-efectivo. Materiales y métodos: Registro de adjudicatarios de plazas MIR 2012-2013 (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad) y encuesta propia a los MIR-1 2012-2013. Modelo multinivel para estimar el efecto universidad en el baremo académico de los candidatos. Resultados: Hay diferencias sistemáticas en el baremo de los candidatos atribuibles a la universidad de procedencia cuando se comparan todas las universidades, españolas y extranjeras (correlación intragrupo: 47%), pero no hay diferencias significativas entre universidades españolas (correlación intragrupo: 7%). El 62% de los candidatos sube o baja menos de cien puestos en el ranking. Al menos el 1% de los candidatos cambiaría su especialidad elegida si se suprimiera el baremo académico, lo que supone un coste máximo de 576 euros por cambio. Conclusiones: El baremo académico es válido para las universidades españolas, pero no para las extranjeras. Su supresión modificaría marginalmente el orden de elección y las asignaciones MIR.