Resumen El presente artículo explora la construcción simbólica de la casa, vinculada al proceso creativo de escribir y contar historias, en la novela La casa en Mango Street (1983)(1), de la escritora chicana Sandra Cisneros. El mayor desafío de la protagonista, Esperanza Cordero, es superar sus sentimientos de aislamiento y experimentar un sentido de pertenencia, que es otra forma de decir que necesita sentirse''como en casa''. Para Esperanza es importante tener un hogar con el cual poder identificarse, como una forma de abrazar un pasado que la haga sentirse orgullosa y al mismo tiempo tener una visión de un hogar en su futuro. Es a través de la escritura y la narración que Esperanza logra crear una casa propia. La recreación de la casa está íntimamente ligada a un proceso de empoderamiento y liberación por parte de la protagonista, que se ve manifestado también en la construcción de una nueva identidad. De cierta manera, ella es también la nueva casa. Unido a este proceso de emancipación, Esperanza encuentra en la educación una manera para salir del barrio marginal de su infancia. Parte del marco conceptual utilizado incluye las nociones teóricas de críticos Chicanos como Tey Diana Rebolledo y Gloria Anzaldúa quienes estudian las formas en que las escritoras chicanas exploran la subjetividad y la identidad en su escritura.
Abstract This article explores the symbolic construction of the house, linked to the creative process of writing and telling stories, in the novel The house on Mango Street (1983), by Chicana writer Sandra Cisneros. The main challenge for the protagonist, Esperanza Cordero, is to overcome her feelings of isolation and experience a sense of belonging, which is another way of saying that she needs to feel''at home''. For Esperanza, it is important to have a home that she can be identified identify with, as a way of embracing a past that makes her feel proud and at the same time having a vision of a home in her future. It is through writing and storytelling that Esperanza manages to create a house of her own. The recreation of the house is closely linked to a process of empowerment and liberation by the protagonist, which is also manifested in the construction of a new identity. In a way, she is also the new house. Together with this process of emancipation, Esperanza finds in education a way to leave the marginal neighborhood of her childhood. Part of the conceptual framework used includes the theoretical notions of Chicano critics Tey Diana Rebolledo and Gloria Anzaldúa who study the ways in which Chicana writers explore subjectivity and identity in their writing.