Venezuela is among the ten countries with the highest biodiversity in the world, both in the terrestrial and the marine environment. Due to its biogeographical position, Venezuelan marine flora and fauna are composed of species from very different marine bioregions such as the Caribbean and the Orinoco Delta. The ecosystems in the Caribbean have received considerable attention but now, due to the tremendous impact of human activities such as tourism, over-exploitation of marine resources, physical alteration, the oil industry, and pollution, these environments are under great risk and their biodiversity highly threatened. The most representative ecosystems of this region include sandy beaches, rocky shores, seagrass beds, coral reefs, soft bottom communities, and mangrove forests. The Orinoco Delta is a complex group of freshwater, estuarine, and marine ecosystems; the habitats are very diverse but poorly known. This paper summarizes the known, which is all of the information available in Venezuela about research into biodiversity, the different ecosystems and the knowledge that has become available in different types of publications, biological collections, the importance and extents of the Protected Areas as biodiversity reserves, and the legal institutional framework aimed at their protection and sustainable use. As the unknown, research priorities are proposed: a complete survey of the area, the completion of a species list, and an assessment of the health status of the main ecosystems on a broad national scale. This new information must be integrated and summarized in nationwide Geographic Information Systems (GIS) databases, accessible to the scientific community as well as to the management agencies. In the long term, a genetic inventory must be included in order to provide more detailed knowledge of the biological resources. Future projects at the local (Venezuela), regional (Southern Caribbean: Colombia, Venezuela, and the Netherlands Antilles), and global (South America) scales are recommended.
Venezuela se encuentra entre los primeros 10 países con la mayor biodiversidad en el mundo, tanto en el ambiente terrestre como en el marino. Dada su posición biogeográfica, la flora y fauna marina venezolana está compuesta por especies de biorregiones muy distintas como lo son el Caribe y el Delta del Orinoco. En el Caribe, los ecosistemas han recibido una atención considerable, sin embargo, debido al tremendo impacto de actividades humanas tales como el turismo, sobreexplotación de recursos marinos, alteración física, la industria petrolera y contaminación, entre otras, estos ambientes se encuentran bajo un gran riesgo y su biodiversidad está altamente amenazada. Los ecosistemas más representativos de esta región incluyen las playas arenosas, litorales rocosos, praderas de fanerógamas marinas, arrecifes coralinos, comunidades de fondos blandos y bosques de manglar. El Delta del Orinoco está constituido por un grupo muy complejo de ecosistemas marinos, estuarinos y dulceacuícolas, los hábitats son muy diversos pero hay muy poca información disponible acerca de este sistema. En este trabajo resumimos lo conocido, lo cual es toda la información disponible en Venezuela acerca de la investigación científica en biodiversidad, los diferentes ecosistemas y el grado de conocimiento que ha sido generado a través de diversos tipos de publicaciones, las colecciones biológicas, la importancia y el alcance de las áreas protegidas como reservas de biodiversidad y el marco legal institucional dirigido hacia su protección y uso sustentable. Igualmente, para lo desconocido, proponemos como prioridad de investigación la estimación de área, el listado completo de las especies y el estado de salud de los principales ecosistemas a una escala a nivel nacional. Esta nueva información debe ser integrada y resumida en bases de datos de sistemas de información geográfica, accesible a la comunidad científica así como a las agencias encargadas de los planes de manejo. A largo plazo, un inventario genético debería incluirse como una necesidad para establecer un mejor conocimiento de los recursos biológicos. Proponemos posibles proyectos a futuro en una escala local (Venezuela), regional (Caribe Sur: Colombia, Venezuela y las Antillas) y global (América del Sur).