Summary Salinity in soils is a problem that has increased in recent years, in the Mexican southeast one of the main sources associated with these effects is the oil production water, affected congenital water. Although the chemical composition changes between one site and another, it is documented that its components can cause harmful effects on health and ecosystems. To recover the vocation to use recovery areas, different treatments have been established that eliminate standardized parameters, but others that may influence soil quality are not considered. Therefore, two treatment techniques of a soil contaminated experimentally with congenital waters were evaluated, these were; cation exchange and natural attenuation, the evaluation consists in comparing the physical and chemical properties of the control soil, treated and treated after one year, some heavy metals are also determined in all of them. In the results, it is modified that the pollutant causes changes in the soil, such as, pH reduction (neutral to acid), porosity (20%), field capacity (50%) and organic matter (50%), as well as an increase in salinity (without saline to saline) and densities (10%), it is also increased that the concentrations of Pb, Zn, Ni increase. Na, Fe and V and Ca and K were reduced. Both treatments reduce salinity, but natural attenuation shows better results than cation exchange, mainly in pH, field capacity and textures, but with higher concentrations of sodium with respect to the witness in both cases, the metals are below the regulatory limit before and after the treatment, but when compared with control soils a level of increase in V and Pb is noted, because the area is immersed in oil activities, it is advisable to carry out long-term bioaccumulation studies.
Resumen La salinidad en suelos es un problema que se ha incrementado en los últimos años, en el sureste mexicano una de las principales fuentes asociadas a estos efectos es el agua de producción petrolera, denominada agua congénita. Aunque la composición química varía entre un sitio y otro, está documentado que sus componentes pueden causar efectos nocivos sobre la salud y los ecosistemas. Para recuperar la vocación de uso de zonas afectadas, se han establecido diferentes tratamientos que remueven parámetros normados, pero no consideran a otros que pueden influir en la calidad del suelo. Por esto, se evaluaron dos técnicas de tratamiento de un suelo contaminado experimentalmente con aguas congénitas, estas fueron; intercambio catiónico y atenuación natural, la evaluación consistió en comparar las propiedades físicas y químicas de suelo testigo, tratado y tratado después de un año, también se determinó algunos metales pesados en todos ellos. En los resultados, se observó que el contaminante provoca cambios en el suelo, tales como, reducción del pH (neutro a ácido), porosidad (20%), capacidad de campo (50%) y de materia orgánica (50%), así como aumento de salinidad (no salino a salino) y densidades (10%), también se observó que aumentaron las concentraciones de Pb, Zn, Ni. Na, Fe y V y se redujeron las de Ca y K. Ambos tratamientos reducen la salinidad, pero atenuación natural muestra mejores resultados que intercambio catiónico, principalmente, en pH, capacidad de campo y texturas, pero con concentraciones más altas de sodio con respecto al testigo. En ambos casos, los metales están por debajo del límite normativo antes y después del tratamiento, pero al compararlos con suelos testigos se nota un leve aumento en V y Pb, debido a que la zona se encuentra inmersa en actividades petroleras, es recomendable realizar estudios a largo plazo de bioacumulación.