Abstract: Chile in the mid-19th century was the moment of affirmation of the national state. In this context, the expansion of the educational system was necessary, which in turn required the production of books for teaching in schools. As far as grammatical discourse was concerned, although it generally showed a remarkable stability, the manual genre of school grammar, on the other hand, was not yet established, nor were the differences between the texts for the different school levels (primary and secondary) clearly established. This instability explains the vacillations exhibited by the texts of the period and the various theoretical, methodological and discursive options that are set. In this paper, we focus on two early school grammars: Fernando Zegers Tratado de gramática castellana dedicado a la juventud americana de los pueblos que hablan la lengua española (1844) and Andrés Bello’s Gramática castellana para uso de las escuelas (1851). The first precedes Bello’s consecrated grammar of 1847; the second summarizes how Bello believes grammar should be taught to children. While Zegers had teaching experience, Bello was the great grammarian who repeatedly reflected on the importance of teaching grammar in elementary schools, as shown in several notes he wrote and in the typographical separation he designed for his key work of 1847. In particular, we will analyze from the glottopolitical approach how one and the other author resolve in their respective works the tensions between the grammatical tradition and the new space of school circulation, and between the legitimized grammatical knowledge and the specific objectives of teaching. In this sense, we observe three aspects that operate differently. First, the parts of the traditional study of grammar that are consigned (analogy, syntax, orthography, orthology, prosody, metrics). Second, the type of discourse adopted, which accentuates, with greater or lesser emphasis, the dogmatic tone based on the presence of normative sequences rather than reasoned exposition. Finally, the function of the examples that in one case privilege a religious formation and in the other lead to an indoctrination that contemplates the integral development of the citizen. In summary, we perceive two opposing models of grammar teaching: while Zegers is in line with classical studies that focus on teaching the language in order to reach the written text; Bello, on the other hand, is concerned with promoting grammatical reflection. Both models expose, in addition, different configurations of collective imaginaries and social projects from their discourse on language.
Resumen: Chile de mediados del siglo XIX fue el momento de afirmación del Estado nacional. En ese marco, fue necesaria la expansión del sistema educativo, que a su vez exigió la elaboración de libros destinados a la enseñanza en las escuelas. En lo que respecta al discurso gramatical, si bien este presentaba en general una notable estabilidad, el género manual de gramática escolar, por su parte, no estaba todavía conformado ni se habían establecido claramente las diferencias entre los textos para los distintos niveles escolares (primaria y secundaria). Esta inestabilidad explica las vacilaciones que exhiben los textos del período y las diversas opciones teóricas, metodológicas y discursivas que se fijan. En este artículo, nos centramos en dos gramáticas escolares tempranas: el Tratado de gramática castellana dedicado a la juventud americana de los pueblos que hablan la lengua española (1844) de Fernando Zegers y la Gramática castellana para uso de las escuelas (1851) de Andrés Bello. La primera es anterior a la consagrada gramática de Bello de 1847; la segunda compendia cómo Bello cree que debe enseñarse la gramática a los niños. Mientras que Zegers tenía experiencia docente, Bello era el gran gramático que en reiteradas ocasiones reflexionó sobre la importancia de la enseñanza de la gramática en las escuelas elementales, tal como se demuestra en varias notas que escribió y en la separación tipográfica que diseñó para su obra clave de 1847. En particular, analizaremos desde el enfoque glotopolítico cómo uno y otro autor resuelven en sus respectivas obras las tensiones entre la tradición gramatical y el nuevo espacio de circulación escolar; y entre los saberes gramaticales legitimados y los objetivos específicos de la enseñanza. En este sentido, observamos tres aspectos que operan diferentemente. Primero, las partes del estudio tradicional de la gramática que se consignan (analogía, sintaxis, ortografía, ortología, prosodia, métrica). Segundo, el tipo de discurso adoptado que acentúa, con mayor o menos énfasis, el tono dogmático a partir de la presencia de secuencias normativas por sobre la exposición razonada. Finalmente, la función que cumplen los ejemplos que en un caso privilegian una formación religiosa y en el otro conducen a un adoctrinamiento que contempla el desarrollo integral del ciudadano. En síntesis, percibimos dos modelos de enseñanza de la gramática contrapuestos: mientras que Zegers se inscribe en la línea de los estudios clásicos que pone el foco en la enseñanza de la lengua para llegar al texto escrito; Bello, por su parte, se preocupa por fomentar la reflexión gramatical. Ambos modelos dan cuenta, además, de distintas configuraciones de imaginarios colectivos y de proyectos de sociedad desde su discurso sobre la lengua.