The four serotypes of dengue flaviviruses are transmitted mainly by the Aedes aegypti mosquito, and some epidemics have been attributed to Ae. albopictus, Ae. polynesiensis, and various species of the Ae. scutellaris complex. The risk factors involved in dengue mortality and morbidity are related to the human host (genetic characteristics of infected persons; lifestyles, immune status, and health conditions of people; basic sanitation of dwellings; and water supply) and to the virus (genetic variability between and among serotypes, different pathogenicities, and geographic distribution). Notwithstanding the lack of knowledge of the immunopathobiology of dengue fever, important advances have been made in terms of a protective immune response, using attenuated dengue viruses or antigens produced by means of recombinant technologies. Efforts have been made since the 1940s to develop dengue vaccines. Immunity acquired from natural infection is specific for each serotype, and as many as three different serotype infections have been reported in one individual. For this reason, a tetravalent vaccine may likely be needed. Candidate vaccines against the four serotypes have been tested in volunteers and have proven to be immunogenic and safe. Although attenuated live virus vaccines are promising, more study is needed regarding their effectiveness and safety. Currently, several studies are ongoing to develop dengue vaccines using antigens from structural proteins (particularly E glycoprotein) and nonstructural proteins, with recombinant DNA technology and other biomolecular technologies. With the same goal, various expression vectors are being used, including Escherichia coli, baculovirus, vaccinia virus, and yellow fever virus. Unfortunately, no satisfactory results have been obtained in humans. The need for effective dengue vaccines is great, given the serious worldwide problem of the transmission of the four serotypes. Effective immunization against dengue would contribute to its prevention, with a positive cost-benefit relationship. Endemic dengue affects young children, and they should be immunized through the Expanded Program on Immunization.
El complejo de los cuatro flavivirus del dengue es transmitido principalmente por el mosquito Aedes aegypti. Se han atribuido epidemias a la actividad de A. albopictus, A. polynesiensis y a varias especies del complejo A. scutellaris. Los factores de riesgo que determinan la probabilidad de enfermar o morir por dengue están relacionados tanto con el huésped (características genéticas, estado inmunitario, forma de vida y condiciones de salud, saneamiento básico de la vivienda y abastecimiento de agua potable) como con el virus (variabilidad genética de cepas entre y dentro de los serotipos, diferente capacidad patógena y distribución geográfica). A pesar de la falta de conocimiento sobre la inmunobiopatología del dengue, se han hecho importantes avances para conseguir una respuesta inmunitaria protectora con virus atenuados y con antígenos obtenidos por medio de tecnologías recombinantes. Desde los años 40, se ha intentado desarrollar vacunas contra el dengue. La inmunidad que se adquiere por infección natural es específica para cada serotipo y se han documentado infecciones por tres serotipos diferentes en la misma persona, por lo que probablemente sea necesaria una vacuna tetravalente. En voluntarios se han probado vacunas contra los cuatro serotipos que han sido inmunógenas y seguras. Aunque las vacunas con virus atenuados son prometedoras, son necesarios nuevos estudios sobre su eficacia y seguridad. Actualmente están en curso estudios para producir vacunas contra el virus del dengue mediante tecnologías de ADN recombinante y otras técnicas de biología molecular, utilizando como antígenos proteínas estructurales (principalmente la glicoproteína E) y no estructurales. Con el mismo propósito se han usado varios vectores de expresión, como Escherichia coli, baculovirus, virus de la vacuna y virus de la fiebre amarilla. Lamentablemente, no se han obtenido resultados satisfactorios en el hombre. La necesidad de desarrollar vacunas eficaces contra el dengue tiene especial importancia si se toma en cuenta la magnitud del problema de la transmisión de los cuatro serotipos en el mundo. La inmunización efectiva contra el dengue contribuirá a su prevención y la relación costo-beneficio será positiva. El hecho de que el dengue endémico afecte a niños de corta edad hace necesaria su inmunización, aprovechando la oportunidad que ofrece el Programa Ampliado de Inmunización.