Argentina is going through a process of agriculture favored by macroeconomic policies and the adoption of new technologies. Likewise, the agricultural frontier was expanded, especially in the Pampean and Chaqueña semi-arid region, with the incorporation of land to the intensive cultivation of grains and the monoculture of soybeans, at the expense of dismantled lands, or under livestock use and natural pasture. A recent study indicates that 23% of the national territory is affected by water erosion (EH) (64,6 million hectares). Due to this transformation in the production systems, it is necessary to quantify soil losses with network measurements of runoff plots in different regions of the country. The objective of this work was to develop representative runoff plots that can be distributed in different regions of the country and used to estimate the erodability of soils. In the Instituto de Suelos (CIRN INTA), mobile plots were built using zinc sheets, with a catchment area of 60 m² (15 m long and 4 m wide). They are installed down slope, so that the runoff is led to two stabilizing boxes that collectively collect one hundredth of the total runoff. For the calibration of the plots precipitations, drained volumes and amount of sediment were registered. The relationships between the drained water sheet (mm) and the rainfall (mm) showed a high positive correlation (r = 0,86) and an erosive rainfall threshold of 15,4 mm. The developed mobile plots are suitable for the study of soil loss by water erosion because measurements are made directly in the field under the conditions of real rains. Due to their low cost and simple installation and maintenance, they are easy to adopt, which will make it possible to establish a test network throughout the territory.
Argentina transita hace varios años un proceso de agriculturización favorecido por políticas macroeconómicas y la adopción de nuevas tecnologías. Asimismo, se produjo la expansión de la frontera agropecuaria, especialmente en la región semiárida Pampeana y Chaqueña, con incorporación de tierras al cultivo intensivo de granos y al monocultivo de soja, a expensa de tierras desmontadas, o que estaban bajo uso ganadero y en pastizal natural; incrementando la superficie expuesta a los procesos erosivos. Bajo este escenario, un reciente estudio indica que el área afectada por erosión hídrica (EH), aumentó a 64,6 millones de hectáreas, a nivel nacional. De esta forma, es necesario cuantificar las pérdidas de suelo con mediciones en red de parcelas de escurrimiento en diferentes regiones del país. El objetivo de este trabajo fue el desarrollo de parcelas de escurrimiento estandarizadas que se puedan distribuir en diferentes regiones del país y se utilicen para estimar la erodabilidad de los suelos. En el Instituto de Suelos (CIRN INTA) se desarrollaron parcelas móviles construídas de chapas de zinc, con una superficie de captación de 60 m² (15 m de largo y 4 m de ancho). Se instalan a favor de la pendiente, de manera que los escurrimientos son conducidos a dos cajas estabilizadoras que, en conjunto recolectan la centésima parte del escurrimiento total. Para la calibración de las parcelas se registraron precipitaciones, volúmenes escurridos y cantidad de sedimentos. Las relaciones entre la lámina de agua escurrida (mm) y las PP (precipitaciones, mm) manifestaron una alta correlación positiva (r = 0,86) y un umbral para la consideración de lluvias como erosivas de 15,4 mm. Las parcelas móviles desarrolladas, son apropiadas para el estudio de la pérdida de suelo por erosión hídrica por realizarse las mediciones directamente a campo bajo las condiciones de lluvias naturales. Por su bajo costo y sencilla instalación y mantenimiento resultan de fácil adopción, lo que permitirá conformar una red de ensayos a lo largo del territorio.