Abstract Cannot possible think, do and / or transform education out of the relationship with the Other; you cannot assume education without the pretense of “form” the Other or at least try, as if such a thing were possible. Education, as a practical transmission of knowledge (also transmission of culture, languages, ways and ways of being and living, to appoint and be appointed), but above all, is a scene of encounter with the Other, which depend on the conception of the subject and the world you have, the development of a training bet. This encounter implies a transformation, rupture, leave of the subject of an ontology that chains the subject to a cruel utilitarianism, to go further, to a scenario in which the subject no longer finds himself alone, but finds himself with Other, radically different from him. There, an education that exceeds the pre-eminence of knowledge and starts from a relationship with the Other is possible. This perspective, addressed from the proposals of the philosopher Emmanuel Levinas and Joan Carles Mèlich, can pass through a moral education based on knowledge, rules and socially accepted to a putting on the training needs of individuals who respond responsibly to education and other ethical values.
Resumen No es posible pensar, reflexionar, hacer y/o transformar la educación al margen de la relación con el Otro; no se puede asumir la educación sin la pretensión de “formar” al Otro o por lo menos, intentarlo, como si tal cosa fuese posible. La educación, al igual que una práctica de transmisión de conocimiento (es también transmisión de cultura, lenguajes, modos y formas de ser y de estar, de nombrar y ser nombrado), pero, sobre todo, es un escenario de encuentro con el Otro, el cual dependerá de la concepción de sujeto y de mundo que se tenga, el desarrollo de una apuesta formativa. Este encuentro implica una transformación, ruptura, excedencia del sujeto de una ontología que encadena al sujeto a un utilitarismo cruel, para ir más allá, a un escenario en el que el sujeto ya no se encuentra solo a sí-mismo, sino que se encuentra con Otro, radicalmente diferente de él. Allí, es posible una educación que supere la preminencia del conocimiento y parta de una relación con el Otro. Dicha perspectiva, abordada desde las propuestas de los Filósofo Emmanuel Levinas y Joan Carles Mèlich, puede transitar por una educación moral centrada en el conocimiento, reglas y valores socialmente aceptados hasta una educación ética puesta sobre las necesidades formativas de los sujetos que responden responsablemente al y del Otro.