Monitoring inequalities in health is fundamental to the equitable and progressive realization of universal health coverage (UHC). A successful approach to global inequality monitoring must be intuitive enough for widespread adoption, yet maintain technical credibility. This article discusses methodological considerations for equity-oriented monitoring of UHC, and proposes recommendations for monitoring and target setting. Inequality is multidimensional, such that the extent of inequality may vary considerably across different dimensions such as economic status, education, sex, and urban/rural residence. Hence, global monitoring should include complementary dimensions of inequality (such as economic status and urban/rural residence) as well as sex. For a given dimension of inequality, subgroups for monitoring must be formulated taking into consideration applicability of the criteria across countries and subgroup heterogeneity. For economic-related inequality, we recommend forming subgroups as quintiles, and for urban/rural inequality we recommend a binary categorization. Inequality spans populations, thus appropriate approaches to monitoring should be based on comparisons between two subgroups (gap approach) or across multiple subgroups (whole spectrum approach). When measuring inequality absolute and relative measures should be reported together, along with disaggregated data; inequality should be reported alongside the national average. We recommend targets based on proportional reductions in absolute inequality across populations. Building capacity for health inequality monitoring is timely, relevant, and important. The development of high-quality health information systems, including data collection, analysis, interpretation, and reporting practices that are linked to review and evaluation cycles across health systems, will enable effective global and national health inequality monitoring. These actions will support equity-oriented progressive realization of UHC.

El monitoreo de las desigualdades en la salud es fundamental para el logro progresivo y equitativo de la cobertura universal de salud. Para que tenga éxito, el monitoreo global de las desigualdades debe ser lo suficientemente intuitivo a fin de que pueda adoptarse ampliamente y debe mantener al mismo tiempo su credibilidad técnica. En este artículo se analizan algunas consideraciones metodológicas para el monitoreo de la cobertura universal de salud orientado a la equidad y se proponen recomendaciones con respecto al monitoreo y el establecimiento de metas. La desigualdad es multidimensional, de modo que el grado de desigualdad puede variar considerablemente entre distintas dimensiones, como la posición económica, la educación, el sexo y la residencia urbana o rural. Por ello, el monitoreo global debe incluir dimensiones complementarias de la desigualdad (como la posición económica y la residencia urbana o rural) y el sexo. Para una dimensión dada de la desigualdad, deben establecerse subgrupos para el monitoreo considerando la aplicabilidad de los criterios entre los países y la heterogeneidad de los subgrupos. En el caso de la desigualdad asociada a la posición económica, recomendamos formar subgrupos utilizando quintiles y para la desigualdad por residencia urbana o rural, recomendamos una categorización binaria. La desigualdad abarca las poblaciones, por lo que los enfoques apropiados para el monitoreo deben basarse en comparaciones entre dos subgrupos (enfoque de brecha) o entre múltiples subgrupos (enfoque de gradiente o espectro completo). Al medirse la desigualdad, las mediciones absolutas y relativas deben comunicarse al mismo tiempo, junto con los datos desagregados; la desigualdad debe informarse junto con el promedio nacional. Recomendamos establecer metas que se basen en reducciones proporcionales de la desigualdad absoluta en los grupos poblacionales. Crear la capacidad de monitorear las desigualdades en la salud es oportuno, pertinente e importante. El desarrollo de sistemas de información de salud de alta calidad, incluidas la recolección, el análisis y la interpretación de los datos y las prácticas de presentación de informes vinculadas a los ciclos de revisión y evaluación en los sistemas de salud, permitirá realizar un monitoreo eficaz de las desigualdades en la salud a escala mundial y nacional. Estas medidas apoyarán el logro progresivo de la cobertura universal de salud orientado a la equidad.

OBJECTIVE: To assess international shortfall inequality in life expectancy at birth among women and men and the influence of geography and country income group. METHODS: The authors used estimates of life expectancy at birth, by sex, for 12 five-year periods between 1950-1955 and 2005-2010 and estimates of population for the midpoints of each period from the World population prospects, 2008 revision. Shortfall inequality was defined as the weighted average of the deviations of each country's average life expectancy by sex from the highest attained life expectancy by sex for each period. FINDINGS: International shortfall inequalities in life expectancy among men and among women decreased between 1950 and 1975 but stagnated thereafter. International shortfall inequality in life expectancy has been higher in women than in men, ranging from 1.9 to 2.9 years. Women in low-income countries have the biggest shortfall, currently at around 26.7 years. CONCLUSION: International shortfall inequality is higher among women than men primarily because women in low-income and lower-middle-income country groups show larger differences in life expectancy than men. Further investigation is needed to determine the pathways causing these inequalities.

OBJETIVO: Evaluar la desigualdad internacional en la desviación en la esperanza de vida en el nacimiento entre mujeres y hombres y la influencia de la geografía y del grupo de ingresos del país. MÉTODOS: Los autores emplearon estimaciones de esperanza de vida en el nacimiento, por sexo, para 12 periodos de cinco años entre 1950-1955 y 2005-2010 y las estimaciones de población para los puntos medios de cada periodo a través de World population prospects, 2008 revision. La desigualdad en la desviación se definió como el promedio ponderado de las desviaciones de la esperanza de vida de cada país por sexo partiendo de la mayor esperanza de vida alcanzada por sexo para cada periodo. RESULTADOS: Las desigualdades internacionales en las desviaciones en la esperanza de vida entre hombres y mujeres descendieron entre 1950 y 1975 pero se estancaron a partir de entonces. La desigualdad internacional en la desviación en la esperanza de vida ha sido superior en las mujeres que en los hombres, oscilando entre 1,9 y 2,9 años. Las mujeres de países de ingresos bajos sufren la mayor desigualdad, actualmente en torno a 26,7 años. CONCLUSIÓN: La desigualdad internacional en la desviación es mayor entre las mujeres que entre los hombres principalmente porque las mujeres de grupos de países de ingresos bajos y bajos-medios registran mayores diferencias en la esperanza de vida que los hombres. Es necesario investigar este tema más en profundidad para determinar los mecanismos causantes de estas desigualdades.

OBJECTIF: Évaluer l'inégalité internationale de l'espérance de vie à la naissance des femmes et des hommes, en termes d'écart, et l'influence de la géographie et de l'appartenance à un groupe de pays avec un certain revenu. MÉTHODES: Les auteurs ont utilisé les estimations de l'espérance de vie à la naissance, par sexe, pour les 12 périodes de 5 ans entre 1950-1955 et 2005-2010, ainsi que les estimations de la population au milieu de chaque période des Perspectives démographiques mondiales, révision de 2008. L'inégalité mesurée en termes d'écart a été définie comme la moyenne pondérée des écarts entre l'espérance de vie moyenne de chaque pays par sexe, par rapport à l'espérance de vie la plus élevée atteinte par sexe sur chaque période. RÉSULTATS: Les inégalités internationales de l'espérance de vie entre les hommes et entre les femmes, mesurée en termes d'écart, a diminué entre 1950 et 1975, mais a ensuite stagné. L'inégalité internationale de l'espérance de vie, mesurée en termes d'écart, est plus élevée chez les femmes que chez les hommes, allant de 1,9 à 2,9 années. Le plus grand écart concerne les femmes des pays à revenu faible, actuellement d'environ 26,7 années. CONCLUSION: L'inégalité internationale, mesurée en termes d'écart, est plus élevée entre les femmes qu'entre les hommes, principalement parce que les femmes des groupes de pays à revenu faible et revenu intermédiaire de tranche inférieure montrent des différences d'espérance de vie plus importantes que les hommes. Une étude plus approfondie est nécessaire pour déterminer les causes de ces inégalités.

OBJECTIVE: To measure within-country wealth-related inequality in the health service coverage gap of maternal and child health indicators in sub-Saharan Africa and quantify its contribution to the national health service coverage gap. METHODS: Coverage data for child and maternal health services in 28 sub-Saharan African countries were obtained from the 2000-2008 Demographic Health Survey. For each country, the national coverage gap was determined for an overall health service coverage index and select individual health service indicators. The data were then additively broken down into the coverage gap in the wealthiest quintile (i.e. the proportion of the quintile lacking a required health service) and the population attributable risk (an absolute measure of within-country wealth-related inequality). FINDINGS: In 26 countries, within-country wealth-related inequality accounted for more than one quarter of the national overall coverage gap. Reducing such inequality could lower this gap by 16% to 56%, depending on the country. Regarding select individual health service indicators, wealth-related inequality was more common in services such as skilled birth attendance and antenatal care, and less so in family planning, measles immunization, receipt of a third dose of vaccine against diphtheria, pertussis and tetanus and treatment of acute respiratory infections in children under 5 years of age. CONCLUSION: The contribution of wealth-related inequality to the child and maternal health service coverage gap differs by country and type of health service, warranting case-specific interventions. Targeted policies are most appropriate where high within-country wealth-related inequality exists, and whole-population approaches, where the health-service coverage gap is high in all quintiles.

OBJETIVO : Medir la desigualdad en cuanto a la riqueza de cada país con respecto a las carencias en la cobertura del servicio sanitario de los indicadores de salud materno-infantil en el África subsahariana y cuantificar su contribución a las carencias de cobertura en los servicios sanitarios nacionales. MÉTODOS: A través de la Encuesta sobre Salud y Demografía de 2000-2008 se obtuvieron los datos de cobertura de los servicios sanitarios materno-infantiles en 28 países del África subsahariana. Para cada uno de los países se determinaron las carencias de cobertura nacional para un índice de cobertura global de servicios sanitarios y para indicadores de servicios sanitarios individuales. Los datos se separaron además en las carencias de cobertura para el quintil más rico (por ejemplo, la proporción del quintil que carecía del servicio sanitario necesario) y el riesgo atribuible a la población (una medida absoluta de la desigualdad en cuanto a riqueza de cada país). RESULTADO: En 26 países, la desigualdad nacional en cuanto a la riqueza, constituyó más de un cuarto de las carencias de cobertura total del país. Si se redujera dicha desigualdad, estas carencias disminuirían entre un 16% y un 56%, dependiendo del país. En cuanto a los indicadores de servicios sanitarios individuales, la desigualdad en cuanto a riqueza fue más palpable en servicios como la asistencia profesional al parto y la asistencia prenatal, y menos destacada en la planificación familiar, la vacunación contra el sarampión, la recepción de una tercera dosis de la vacuna contra la difteria, la tos ferina y el tétano y en el tratamiento de infecciones respiratorias agudas en niños menores de 5 años. CONCLUSIÓN: La contribución de la desigualdad en cuanto a riqueza en las carencias de cobertura de servicios sanitarios materno-infantiles varía en cada país y según el servicio sanitario, por lo que necesita intervenciones específicas para cada caso. Las normativas específicas son las más adecuadas cuando se producen casos de marcada desigualdad en cuanto a riqueza dentro de un país, y los enfoques globales, para aquellos países con unas carencias de cobertura de servicios elevadas en todos los quintiles de población.

OBJECTIF: Mesurer l'inégalité intra-nationale liée à la richesse dans l'écart de couverture sanitaire d'indicateurs de santé maternelle et infantile en Afrique sub-saharienne et quantifier sa contribution à l'écart national de couverture sanitaire. MÉTHODES: Les données de couverture sanitaire maternelle et infantile dans 28 pays d'Afrique sub-saharienne ont été tirées de l'Enquête démographique et sanitaire de 2000-2008. Pour chaque pays, l'écart national de couverture a été déterminé pour un indice de couverture sanitaire globale et pour des indicateurs sanitaires spécifiques. Les données ont ensuite été ventilées de manière additive dans l'écart de couverture dans le quintile le plus riche (soit la proportion du quintile sans service sanitaire requis) et le risque imputable à la population (une mesure absolue de l'inégalité intra-nationale liée à la richesse). RÉSULTANTS: Dans 26 pays, l'inégalité intra-nationale de richesse explique plus d'un quart de l'écart national de couverture globale. Réduire cette inégalité pourrait réduire cet écart de 16% à 56%, selon les pays. Pour les indicateurs sanitaires spécifiques, l'inégalité liée à la richesse était plus fréquente dans des services comme les services d'accouchement et de soins prénatals qualifiés, et moins fréquente pour la planification familiale, la vaccination contre la rougeole, l'administration de la troisième dose de vaccin contre la diphtérie, la coqueluche et le tétanos et le traitement des infections respiratoires aiguës chez les enfants de moins de 5 ans. CONCLUSION: L'impact de l'inégalité de richesse sur l'écart de couverture sanitaire maternelle et infantile diffère selon les pays et le type de service sanitaire, justifiant des interventions au cas par cas. Des politiques ciblées sont plus appropriées quand l'inégalité de richesse intra-nationale est élevée, et des approches visant l'ensemble de la population quand l'écart de couverture sanitaire est élevé dans tous les quintiles.

OBJECTIVE: The objectives of this study were to report on socioeconomic inequality in childhood malnutrition in the developing world, to provide evidence for an association between socioeconomic inequality and the average level of malnutrition, and to draw attention to different patterns of socioeconomic inequality in malnutrition. METHODS: Both stunting and wasting were measured using new WHO child growth standards. Socioeconomic status was estimated by principal component analysis using a set of household assets and living conditions. Socioeconomic inequality was measured using an alternative concentration index that avoids problems with dependence on the mean level of malnutrition. FINDINGS: In almost all countries investigated, stunting and wasting disproportionately affected the poor. However, socioeconomic inequality in wasting was limited and was not significant in about one third of countries. After correcting for the concentration index's dependence on mean malnutrition, there was no clear association between average stunting and socioeconomic inequality. The latter showed different patterns, which were termed mass deprivation, queuing and exclusion. Although average levels of malnutrition were higher with the new WHO reference standards, estimates of socioeconomic inequality were largely unaffected by changing the growth standards. CONCLUSION: Socioeconomic inequality in childhood malnutrition existed throughout the developing world, and was not related to the average malnutrition rate. Failure to tackle this inequality is a cause of social injustice. Moreover, reducing the overall rate of malnutrition does not necessarily lead to a reduction in inequality. Policies should, therefore, take into account the distribution of childhood malnutrition across all socioeconomic groups.

OBJETIVO: Informar sobre las desigualdades socioeconómicas en relación con la malnutrición infantil en el mundo en desarrollo, aportar evidencia demostrativa de una relación entre la desigualdad socioeconómica y el nivel medio de malnutrición y señalar a la atención diferentes modelos de desigualdad socioeconómica en materia de malnutrición. MÉTODOS: Se midieron el retraso del crecimiento y la emaciación utilizando los nuevos patrones de crecimiento infantil de la OMS. La situación socioeconómica se determinó mediante un análisis de componentes principales basado en un conjunto de bienes domésticos y condiciones de vida, y la desigualdad socioeconómica, mediante un índice de concentración alternativo que evita los problemas que plantea la dependencia del nivel medio de malnutrición. RESULTADOS: En casi todos los países investigados, los problemas de retraso del crecimiento y de emaciación afectaban desproporcionadamente a los pobres. Sin embargo, la desigualdad socioeconómica en cuanto a la emaciación era limitada y carecía de significación en aproximadamente una tercera parte de los países. Después de corregir para la dependencia del índice de concentración de la malnutrición media, no se observó una relación clara entre el retraso del crecimiento promedio y la desigualdad socioeconómica. Esta última mostró diversas pautas, descritas como privación masiva, colas y exclusión. Aunque los niveles promedio de malnutrición fueron mayores con los nuevos patrones de referencia de la OMS, las estimaciones de la desigualdad socioeconómica apenas se vieron afectadas al cambiar los patrones de crecimiento. CONCLUSIÓN La desigualdad socioeconómica en materia de malnutrición infantil, un problema extendido en el mundo en desarrollo, no está relacionada con la tasa promedio de malnutrición. El hecho de no afrontar dicho problema genera injusticia social. Además, la reducción de la tasa global de malnutrición no conduce necesariamente a una reducción de esa desigualdad. Por consiguiente, en las políticas al respecto se debe tener en cuenta la distribución de la malnutrición infantil entre todos los grupos socioeconómicos.

OBJECTIF: Dresser un rapport sur les inégalités socioéconomiques face à la malnutrition infantile dans le monde en développement, fournir des preuves d'une association entre ces inégalités et le niveau moyen de malnutrition et attirer l'attention sur les différents schémas d'inégalités socioéconomiques en matière de malnutrition. MÉTHODES: On a mesuré le retard de croissance et l'émaciation en utilisant les nouvelles normes OMS de croissance de l'enfant. On a estimé le statut socioéconomique par analyse des composantes principales en considérant une série de biens ménagers et de conditions de vie. On a mesuré les inégalités socioéconomiques avec un indice de concentration non conventionnel, évitant les problèmes de dépendance vis-à-vis du niveau moyen de malnutrition. RÉSULTATS: Dans presque tous les pays étudiés, le retard de croissance et l'émaciation touchaient de manière disproportionnée la population pauvre. Cependant, les inégalités socioéconomiques en matière de retard de croissance étaient limitées et n'étaient pas significatives dans un tiers des pays. Après correction pour la dépendance à l'égard de la malnutrition moyenne par l'indice de concentration, on n'a constaté aucune association claire entre retard de croissance moyen et inégalités socioéconomiques. Ces dernières obéissaient à différents schémas, désignés par les termes : privation massive, en attente de bénéficier de l'effet d'écoulement et exclusion. Même si l'on obtenait des valeurs plus élevées des niveaux moyens de malnutrition avec les nouvelles normes OMS, les estimations des inégalités socioéconomiques restaient dans une large mesure inchangées avec le passage aux nouvelles normes de croissance. CONCLUSION: Dans l'ensemble du monde en développement, il existe des inégalités socioéconomiques face à la malnutrition infantile qui ne sont pas liées au taux de malnutrition moyen. L'échec dans la réduction de ces inégalités est source d'injustice sociale. En outre, faire baisser le taux global de malnutrition ne permet pas nécessairement de réduire ces inégalités. Les politiques doivent donc prendre en compte la distribution de la malnutrition infantile parmi l'ensemble des groupes socioéconomiques.

OBJECTIVE: To measure the socioeconomic inequality in infant mortality in Iran<A NAME="back02"></A><A HREF="#nota02">*</A>. METHODS: We analysed data from the provincially representative Demographic and Health Survey, which was done in Iran in 2000. We used a dichotomous hierarchical ordered probit model to develop an indicator of socioeconomic status of households. We assessed the inequality in infant mortality by using the odds ratio of infant mortality between the lowest and highest socioeconomic quintiles at both the provincial and national levels, and the concentration index, an inequality measure based on the entire socioeconomic distribution. RESULTS: We found a decreasing trend in the infant mortality rate in relation to socioeconomic quintiles. The poorest to richest odds ratio was 2.34 (95% CI = 1.78-3.09). The concentration index of infant mortality in Iran was -0.1789 (95% CI = -0.2193--0.1386). Furthermore, the inequality of infant mortality between the lowest and highest quintiles was significant and favoured the better-off in most of the provinces. However, this inequality varied between provinces. CONCLUSION: Socioeconomic inequality in infant mortality favours the better-off in the country as a whole and in most of its provinces, but the degree of this inequality varies between the provinces. As well as its national average, it is important to consider the provincial distribution of this indicator of population health.

OBJETIVO: Medir las desigualdades socioeconómicas en términos de mortalidad infantil en el Irán. MÉTODOS: Analizamos datos de la Encuesta de Demografía y Salud realizada en el Irán en 2000, con datos representativos de las provincias. Utilizamos un modelo probit dicotómico jerarquizado para elaborar un indicador de la situación socioeconómica de los hogares, y procedimos a evaluar las desigualdades en mortalidad infantil utilizando la razón de posibilidades de esta mortalidad entre los quintiles socioeconómicos inferior y superior a nivel tanto provincial como nacional, así como el índice de concentración, una medida de desigualdad basada en la distribución socioeconómica general. RESULTADOS: Hallamos una tendencia decreciente de la tasa de mortalidad infantil en relación con los quintiles socioeconómicos. La razón de posibilidades entre el más pobre y el más rico fue de 2,34 (IC95%: 1,78-3,09). El índice de concentración de la mortalidad infantil en el Irán fue de -0,1789 (IC95%: de -0,2193 a -0,1386). Además, la desigualdad en mortalidad infantil entre los quintiles inferior y superior fue significativamente favorable a los más acomodados en la mayor parte de las provincias. Sin embargo, la magnitud de la desigualdad difería de una provincia a otra. CONCLUSIÓN: Las desigualdades socioeconómicas en mortalidad infantil son favorables a los más acomodados tanto en el conjunto del país como en la mayoría de sus provincias, pero el grado de correlación varía según la provincia. Además de la media nacional, es importante tener en cuenta la distribución por provincias de este indicador de la salud de la población.

OBJECTIF: Mesurer l'inégalité socioéconomique en matière de mortalité infantile en Iran. MÉTHODES: Les données de l'enquête démographique et de santé, représentative à l'échelle provinciale, qui a été effectuée en Iran en 2000, ont été analysées. Un modèle de Probit dichotomique et ordonné hiérarchiquement a servi au développement d'un indicateur du statut socioéconomique des ménages. L'inégalité en matière de mortalité juvénile a été évaluée à l'aide de l'odds ratio (OR) de la mortalité juvénile entre les quintiles socioéconomiques inférieur et supérieur, tant au niveau provincial que national, et de l'indice de concentration, une mesure de l'inégalité reposant sur la distribution socioéconomique dans son ensemble. RÉSULTATS: Une tendance décroissante a été mise en évidence entre le taux de mortalité juvénile et les quintiles socioéconomiques. L'odds ratio entre les plus riches et les plus démunis était de 2,34 (IC à 95 % : 1,78 - 3,09). L'indice de concentration de la mortalité juvénile en Iran valait - 0,1789 (CI à 95 % : -0,2193 à -0,1386). En outre, l'inégalité en matière de mortalité juvénile entre les quintiles inférieur et supérieur était significative et en faveur des plus riches dans la plupart des provinces. La valeur de cette inégalité était cependant variable d'une province à une autre. CONCLUSION: L'inégalité socioéconomique en matière de mortalité juvénile est en faveur des plus riches pour le pays dans son ensemble et dans la plupart des provinces, mais le degré de corrélation varie d'une province à l'autre. Il est donc important de prendre en compte la moyenne nationale, mais aussi la distribution à l'échelle provinciale de cet indicateur de la santé de la population.