OBJETIVO: Caracterizar y evaluar la estructura factorial de las características fenomenológicas del diagnóstico de trastorno de la personalidad según el DSM-IV en pacientes jamaiquinos, y determinar sus semejanzas con las de los criterios tradicionales, la asociación con la gravedad del trastorno o las relaciones significativas entre las variables con objeto de aportar información al debate actual sobre la relevancia de los diagnósticos establecidos de trastorno de la personalidad. MÉTODOS: Estudio de casos y controles, donde todos los sujetos fueron atendidos en una práctica psiquiátrica privada de 1974 a 2007. Los casos (n = 351) correspondieron a pacientes diagnosticados con un trastorno de la personalidad, (Eje II del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales [DSM-IV, por su sigla en inglés]). El grupo de control estuvo integrado por pacientes con trastornos clínicos del Eje I del DSM-IV, sin diagnóstico de un trastorno de la personalidad, emparejados exactamente en cuanto al sexo y estrechamente en cuanto a la edad y a variables socioeconómicas (n = 351). RESULTADOS: De los 351 individuos del grupo de la muestra del estudio, 166 (47,3%) eran varones y 185 (53,7%) mujeres; 50 (14,2%) eran de raza blanca y 301 (85,8%) de raza negra; 293 (83,5%) habían nacido y crecido en Jamaica; y 202 (57,6%) pertenecían a las clases socioeconómicas I y II. La media de la edad era de 33,92 (desviación estándar 10,236). Cuando se desagregaron las características fenomenológicas, no concordaban con los diagnósticos convencionales de trastorno de la personalidad según el DSM-IV. El análisis factorial de 38 fenómenos clínicos permitió determinar cinco componentes: psicosis, depresión mayor, problemas de manejo del poder, trastornos psicosexuales y dependencia fisiológica. Las pruebas de la t independientes revelaron que los pacientes sin un trastorno de la personalidad obtuvieron puntuaciones medias significativamente mayores para la psicosis; ambos grupos obtuvieron las mismas puntuaciones para la depresión; y los que padecían un trastorno de la personalidad obtuvieron puntuaciones medias significativamente mayores para los factores restantes. El análisis de la varianza indicó que estos factores diferían significativamente según el nivel de gravedad (leve, moderado o grave). CONCLUSIONES: El agrupamiento de las características fenomenológicas en tres grupos principales sugirió un diagnóstico (clínico), correspondiente al Eje I, de trastorno del control de los impulsos y del manejo de la autoridad y los conflictos.
OBJECTIVE: To characterize and assess the factor structure of phenomenological features of DSM-IV personality disorder diagnosis in Jamaican patients and determine any similarities with those of traditional criteria, associations with disorder severity, and/or significant relationships between variables to inform the current debate on the relevance of established personality disorder diagnostics. METHODS: This was a case-control study. All the patients included were seen by one private psychiatric practice from 1974 to 2007. The study sample group (n = 351) were patients diag nosed as having a personality disorder (DSM-IV Axis II). The control group was composed of patients with DSM-IV Axis I clinical disorders, who had not been diagnosed with a personality disorder, and matched exactly on gender, and closely on age, as well as socioeconomic variables. RESULTS: Of the 351 individuals in the study sample group, 166 (47.3%) were male and 185 (53.7%) were female; 50 (14.2%) were white and 301 (85.8%) were black; 293 (83.5%) were born and raised in Jamaica; and 202 (57.6%) were from socioeconomic classes I and II. Mean age was 33.92 (standard deviation 10.236). Disaggregating the phenomenology, the conventional DSM-IV personality disorder diagnoses disappeared. Factor analysis of 38 clinical phenomena identified five components: psychosis, major depression, power management problems, psychosexual issues, and physiological dependency. Independent t-tests revealed patients without personality disorder had significantly higher mean scores for psychosis; both groups scored equally for depression; and those with personality disorder had significantly higher mean scores on the remaining factors. Analysis of variance indicated these factors differed significantly for three levels of severity (mild, moderate, and severe). CONCLUSIONS: The phenomenology clustering into three major groups suggested an Axis I (clinical) diagnostic disorder of impulse control and authority and conflict management.