RESUMEN La salud internacional es un campo interdisciplinario de conocimiento, investigación y acción que se ocupa de la salud de las poblaciones más allá de sus fronteras nacionales. América Latina se constituyó como pionera desde el siglo XX, otorgándole al campo un dinamismo inusitado. En tal sentido requiere de un proceso de análisis, reflexión e interpretación desde una perspectiva propia de nuestra región, para dejar de considerarlo mera réplica del desarrollo sanitario europeo. Este artículo tiene el doble objetivo de analizar el devenir histórico del campo de la Salud Internacional y, en segundo lugar, reflexionar en torno a los conceptos de Salud Internacional y de Salud Global, en la nueva geopolítica regional y global. A través de un recorrido histórico que inicia en 1851, este análisis da cuenta de las disputas, tensiones y rivalidades de las que ha sido objeto el campo de la salud internacional y algunos de sus principales organismos, entre ellos la Organización Mundial de la Salud que -con la supremacía del neoliberalismo pasó a estar supeditada a los intereses mercantilistas de nuevos actores extra sanitarios, como el Banco Mundial, la industria farmacéutica y organismos filantrópicos. En este contexto, el pasaje del campo de la Salud Internacional a la denominación de Salud Global representa-mucho más que un simple giro lingüístico un giro político ideológico. En América Latina, en cambio, la influencia de trayectorias críticas de pensamiento latinoamericanas ha actuado en el campo de la Salud Internacional desde una perspectiva basada en los derechos humanos y la soberanía sanitaria regional, a través de una cooperación más horizontal y de políticas emancipadoras. El advenimiento de la pandemia ha demostrado que la salud es un asunto internacional incuestionable, demandando políticas coordinadas e integrales. Sin embargo, sobreviene en un mundo fragmentado por disputas e intereses y, en particular en América Latina -con la disolución de UNA SUR llega en un contexto de reformas salvajes de sus sistemas sanitarios y en un momento de marcada debilidad en algunos de sus procesos de integración. Se impone, en consecuencia, la urgencia de discutir la arquitectura de la salud global y regional, su agenda y de repensar la cooperación internacional como política epidemiológica que permita efectivamente abordar las inequidades globales y dar respuesta a las necesidades urgentes y persistentes de nuestros pueblos.
SUMMARY International health is an interdisciplinary field of knowledge, research, and action that deals with the health of populations beyond their national borders. Latin America established itself as a pioneer in international health during the 20th century, inducing an unprecedented dynamic in the field. In this sense, a process of analysis, reflection, and interpretation from a Latin American perspective is required to overcome its image as a mere replica of European health development. This article has the double objective of analyzing the historical development of the field of International Health and, secondly, reflecting on the concepts of International Health and Global Health, in the new regional and global geopolitics. Through a historical journey that begins in 1851, this analysis accounts for the disputes, tensions, and rivalries that have shaped the field of international health and some of its main organizations. Particularly, the World Health Organization-with the supremacy of neoliberalismhas been impacted by mercantilist interests of new non-health actors, such as the World Bank, the pharmaceutical industry, and philanthropic organizations. In this context, the passage/transition from the field of International Health to the denomination of Global Health represents much more than a simple linguistic shift a political-ideological shift. In Latin America, on the other hand, the influence of critical Latin American thought has pushed toward an understanding of International Health based on human rights and regional health sovereignty, implemented through more horizontal cooperation and emancipatory policies. The advent of the pandemic has shown that health is an unquestionable international issue, demanding coordinated and comprehensive policies. Instead, it occurs in a world fragmented by disputes and interests and, particularly in Latin America -with the dissolution of UNASURit arrives in a context of savage/wild health system reforms and at a time of marked weakness in some of its processes of integration. Consequently, there is an urgent need to discuss the architecture of global and regional health, its agenda, and to rethink international cooperation as an epidemiological policy that effectively addresses global inequities and responds to the urgent and persistent needs of our people.