Quantitative ultrasound (QUS) appears to be developing into an acceptable, low-cost and readily-accessible alternative to dual X-ray absorptiometry (DXA) measurements of bone mineral density (BMD) in the detection and management of osteoporosis. Perhaps the major difficulty with their widespread use is that many different QUS devices exist that differ substantially from each other, in terms of the parameters they measure and the strength of empirical evidence supporting their use. But another problem is that virtually no data exist outside of Caucasian or Asian populations. In general, heel QUS appears to be most tested and most effective. Some, but not all heel QUS devices are effective assessing fracture risk in some, but not all populations, the evidence being strongest for Caucasian females > 55 years old, though some evidence exists for Asian females > 55 and for Caucasian and Asian males > 70. Certain devices may allow to estimate the likelihood of osteoporosis, but very limited evidence exists supporting QUS use during the initiation or monitoring of osteoporosis treatment. Likely, QUS is most effective when combined with an assessment of clinical risk factors (CRF); with DXA reserved for individuals who are not identified as either high or low risk using QUS and CRF. However, monitoring and maintenance of test and instrument accuracy, precision and reproducibility are essential if QUS devices are to be used in clinical practice; and further scientific research in non-Caucasian, non-Asian populations clearly is compulsory to validate this tool for more widespread use.
El ultrasonido cuantitativo (QUS) es una alternativa para la detección y manejo de la osteoporosis de bajo costo y uso práctico, si se compara con las densitometrías de rayos X de doble haz de baja energía (DXA) que determinan densidad mineral ósea (BMD). La mayor dificultad para el uso generalizado del QUS por un lado es que existen muchos instrumentos que son significativamente diferentes uno del otro y por otro en la calidad de la evidencia en que se justifica su empleo, que generalmente es insuficiente y/o poco sistematizada. Otro problema importante del QUS, es que prácticamente no existe información que no sea la generada en poblaciones asiáticas o caucásicas. En general, los estudios de calcáneo realizados con QUS son los más utilizados y mejor validados para evaluar el riesgo de fracturas en algunas poblaciones. La evidencia más grande de su efectividad se conoce para las mujeres caucásicas y asiáticas mayores de 55 años e incluso para los hombres asiáticos mayores de 70 años. Varios instrumentos cuentan con buen sustento científico, que los vuelve confiables para establecer un pronóstico preciso e identificar el riesgo individual de sufrir fracturas por osteoporosis, sin embargo, existe poca evidencia que respalde su uso para iniciar y monitorear el resultado del tratamiento de la osteoporosis. El QUS mejora su efectividad diagnóstica cuando se combina con los resultados de un cuestionario que identifica riesgos clínicos. En un escenario ideal, el DXA se debe reservar solo para aquellos individuos que no puedan ser identificados de manera confiable usando QUS y el cuestionario de riesgos clínicos. Si se quiere aceptar a los instrumentos QUS en la práctica clínica, para el monitoreo es indispensable asegurar y mantener la exactitud, precisión y reproducibilidad de los instrumentos y de los técnicos que los utilizan. Se requieren más estudios científicos de poblaciones no caucásicas o asiáticas para validar el uso generalizado del QUS.