Objetivo: establecer los efectos sobre la osmolalidad y las concentraciones electrolíticas, plasmáticas y urinarias, del consumo de tres bebidas con diferente osmolaridad después de una actividad física de alta intensidad y larga duración. Métodos: nueve corredores de fondo realizaron 88 minutos de carrera en banda rodante (con una pendiente del 1% y al 80% de la frecuencia cardíaca de la reserva), seguidos de 90 minutos de recuperación; inicialmente, sin reposición hídrica -procedimiento deshidratado- (DH); posteriormente, tres procedimientos secuenciales y aleatorios ingiriendo un volumen similar de una de tres bebidas, isoosmolar, hipoosmolar o hiperosmolar -procedimientos con hidratación (RH)-. Los electrolitos, plasmáticos y urinarios, la osmolalidad plasmática y la osmolaridad urinaria se midieron antes y después de la carrera y al final de la recuperación. Resultados: en DH, al final del ejercicio, se observó una deshidratación hipernatrémica e hiperclorémica (p < 0,05); durante todo el procedimiento hubo hipercaliemia (p < 0,011); al final de la recuperación hubo reducción del volumen urinario (p < 0,05) e hipercaliuria (p < 0,001). La reposición parcial de las pérdidas hídricas, con las bebidas de diferente osmolaridad, atenuó la deshidratación y los cambios plasmáticos del sodio y el cloro pero no los del potasio al final del ejercicio, ni los del potasio urinario al final de la recuperación. Todas las variables estudiadas, excepto la concentración urinaria de cloro, se asociaron con la duración de la actividad física (p< 0,03); solo la pérdida de peso presentó asociación tiempo-tratamiento (p < 0,001). Hubo correlaciones, con todos los tratamientos, durante todo el procedimiento, entre el sodio y el cloro plasmáticos (r: 0,85-0,96) y entre la osmolaridad y el sodio urinarios (r: 0,50-0,83). Conclusiones: al final de la actividad física se observó en el grupo DH una deshidratación hipernatrémica, hiperclorémica e hipercaliémica; la reposición parcial de las pérdidas hídricas, en el límite inferior de lo recomendado, atenuó la deshidratación y los cambios de los electrolitos plasmáticos excepto los del potasio; tampoco modificó la hipercaliuria del final del procedimiento. Son pocas las investigaciones que emplean un modelo de mediciones secuenciales, doble ciego, como el utilizado en el presente trabajo.
Objetive: To establish the effects on plasma osmolality and serum and urine electrolyte composition of the intake of three beverages with different osmolarities after a high intensity, long duration run in endurance athletes. Methodology: Nine long-distance runners performed 88 minutes of running on a treadmill (1% of inclination at a speed equivalent to 80% of the reserve heart rate), followed by 90 minutes of recovery; at the beginning there was no fluid replacement -dehydrated treatment- (DH); later on three sequential and randomized procedures were used, drinking equal volumes of one of three beverages, namely: hyperosmolar (Hyper), hyposmolar (Hypo) and isosmolar (Iso). Plasmatic osmolality and urinary osmolarity were measured by means of standard laboratory techniques, before and after the running period. Results: In DH, at the end of the exercise period, a hypernatremic and hyperchloremic dehydration was observed (p < 0.05); throughout the procedure there was hyperkaliemia (p < 0.011); at the end of the recovery period there were an urinary volume reduction (p< 0.05) and hyperkaliuria (p < 0.001). Partial replacement of the water loss, with beverages of different osmolarity, attenuated dehydration and the plasmatic changes of sodium and chloride, but not those of potassium at the end of the exercise period, or those of urinary potassium at the end of the recovery period. All studied variables, except for the urinary concentration of chlorine, were associated with the duration of the physical activity (p < 0.03); only the weight loss showed time-treatment association (p < 0.001). There were correlations with all treatments and during all procedures between plasmatic sodium and chloride (r: 0.85-0.96) and between urinary osmolarity and sodium (r: 0.50-0.83). Conclusions: At the end of the physical activity there was, in the DH group, a hypernatremic, hyperchloremic and hyperkaliemic type of dehydration; partial replacement of the water loss, although in the lower level of the recommended volume, attenuated dehydration and the plasmatic electrolytic changes, except for those of the potassium; hyperkaliuria did not change either at the end of the procedure. Few investigations have used the double-blinded model of sequential measurements that was used in the present work.