Abstract The earthquake of September 19, 2017 in Mexico caused catastrophic damage in the state of Morelos to more than 23 thousand structures in almost all municipalities. After an earthquake, emergency actions in the area are of great importance to support society, rescue trapped people as well as to assess the structural condition of the structures, and in this way, mitigate the negative effects. Unfortunately, society is not prepared to contain major disasters, and it can be very difficult to face a major emergency without the right conditions. The earthquake of September 19, with magnitude 7.1 and epicenter less than 75 km away, caused an emergency never expected in the state of Morelos, because of the damage it produced, which put Morelos’ emergency system to the test. In particular, researchers from the National Institute of Electricity and Clean Energies (INEEL) initiated inspection actions in the buildings of their own institute, and subsequently placed themselves under the orders of the Civil Protection office of the State of Morelos to carry out post-seismic inspections of government buildings, schools and, in general, the homes of Morelos. The main task was to decide if the buildings were able to be inhabited again, if they should be evicted for a detailed review or if they should be demolished due to their high risk of collapse. The support was not only oriented to the post-seismic evaluation of the buildings, but was the beginning of working days with the State authorities, which will result in the improvement of the emergency plans and, above all, in the update of the design standards.
Resumen El sismo del 19 de septiembre de 2017 en México causó daños catastróficos en el estado de Morelos que afectaron a más de 23 000 inmuebles en prácticamente todos los municipios del estado. Después de un sismo, resultan de gran importancia las acciones de emergencia existentes en la región para dar apoyo a la sociedad, tanto en el rescate de personas atrapadas como en la evaluación de la condición estructural que presentan los inmuebles, y de esta manera, mitigar sus efectos. Las acciones de emergencia requieren de planeación, organización, recursos económicos y materiales y, sobre todo, de trabajo en equipo. Desafortunadamente muchas sociedades no están preparadas para contener grandes desastres, por lo que puede resultar muy difícil hacer frente a una gran emergencia sin las condiciones adecuadas. Durante la emergencia del 19 de septiembre se vivió una situación jamás esperada en el estado de Morelos por los daños provocados por el sismo de magnitud 7.1, con epicentro a menos de 75 km de distancia, que puso a prueba al sistema de emergencia del estado. De manera particular, investigadores del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL) iniciaron acciones de inspección en los inmuebles de su propio instituto, y posteriormente se pusieron a las órdenes de Protección Civil del Estado de Morelos para realizar inspecciones post-sísmicas de los inmuebles de gobierno, escuelas y, en general, de las viviendas de Morelos. La tarea principal del apoyo del INEEL consistió en dictaminar si los inmuebles debían continuar operando o ser habitables, si debían ser desalojados para hacer una revisión detallada o incluso si debían ser demolidos debido al alto riesgo de colapso que presentaban. El apoyo proporcionado por el INEEL no sólo se concentró en la evaluación post-sísmica de los inmuebles, sino que ha sido el inicio de una mayor colaboración con las autoridades del Estado, que resultará en el mejoramiento de los planes de emergencia y, sobre todo, en la actualización de las normas de diseño.