Introduction and objective: BMI can be misleading for certain body constitutions, for this reason other parameters have been proposed as predictors of cardiovascular risk, among them the adiposity (calculated through CUNBAE formula) the Framingham Index and the Atherogenic Index (TC-r/HDL-c.) We propose to compare these factors as markers of success after sleeve gastrectomy as bariatric surgery procedure for obese patients. Material and methods: We performed a prospective observational study of patients undergoing to a sleeve gastrectomy and with a minimum follow-up period of 1 year. We analyze the evolution of BMI, adiposity, the Framingham Index & the Atherogenic Index. Results: We analyzed 140 patients. Preoperative BMI was 49.1 kg/m², with a 54.8% for adiposity. The Framingham value was 7.54% and Atherogenic Index: 4.2. At 12 months BMI was 28.4 kg/m² and adiposity percentage 39.4%. At the same time, the Framingham was 3.7% and Atherogenic Index: 1.64. Analyzing these data, after 12 months from surgery, the mean of BMI is in range of overweight, the adiposity is classified as obesity (> 25% in men and > 35% in women), the Framingham range describes a low cardiovascular risk (< 5%) and the Atherogenic Index is located in the normal range (< 3). Correlating these parameters we observed that BMI is correlated with adiposity at preoperative values (Pearson 0.486; p = 0.004), postoperative (Pearson 0.957; p < 0.001), and the difference between them (Pearson 0.606; p = 0.017). This is logical, because the BMI is included in the formula for calculating the adiposity (by CUNBAE formula.) In the postoperative values correlated the adiposity with Framingham value (Pearson 0.814, p = 0.036) and with the atherogenic risk (p = 0.049, 0.517 Pearson.) In preoperative values, these correlations are not objectified. BMI was not correlated with adiposity. Conclusion: The adiposity correlates better with cardiovascular risk indices, such as the Framingham Index or the Atherogenic Index, but only in the postoperative values. These elements represent useful tools for assessing the decreased risk of cardiovascular disease after bariatric surgery.
Introducción y objetivo: el IMC puede resultar engañoso para ciertas complexiones corporales, por lo que se han propuesto otros parámetros como la adiposidad (calculada a través de fórmula CUN-BAE, el índice de Framingham de riesgo cardiovascular (IF) y el índice aterogénico (IA) (rCT/HDL-c) como predictores de riesgo cardiovascular. Se propone comparar estos factores como marcadores de éxito terapéutico tras cirugía en pacientes obesos sometidos a gastrectomía vertical laparoscópica (GVL) como procedimiento de cirugía bariátrica. Material y métodos: realizamos un estudio observacional prospectivo de pacientes sometidos a GVL y con un periodo de seguimiento mínimo de 1 año. Analizamos la evolución de IMC, adiposidad, IF e IA. Resultados: analizamos 140 pacientes. El IMC preoperatorio fue de 49,1 kg/m², con una adiposidad del 54,8%, un IF 7,54% y un IA de 4,2. A los 12 meses el IMC era de 28,4 kg/m², con una adiposidad del 39,4%, un IF del 3,7% y un IA de 1,64. En función de estos resultados, a los 12 meses el IMC medio está en rango de sobrepeso, la adiposidad en niveles de obesidad (obesidad: > 25% en hombres y > 35% en mujeres), el IF en rango de riesgo cardiovascular bajo (< 5%) y el IA dentro del rango de normalidad (< 3). Correlacionando estos parámetros observamos que el IMC se correlaciona con la adiposidad tanto en valores preoperatorios (Pearson 0,486; p = 0,004), posoperatorios (Pearson 0,957; p < 0,001), como en la diferencia entre ambos (Pearson 0,606; p = 0,017), lo cual es lógico, porque el IMC se incluye en la fórmula CUN-BAE para el cálculo de la adiposidad. En los valores posoperatorios se objetiva una correlación de la adiposidad con el IF (Pearson 0,814, p = 0,036) y con el IA (Pearson 0,517; p = 0,049). En los valores preoperatorios no se objetivan dichas correlaciones. El IMC no se correlacionó con la adiposidad. Conclusión: la adiposidad se correlaciona con índices de riesgo cardiovascular, como el índice de Framingham o el índice aterogénico, pero solo en las determinaciones posoperatorias. Estos elementos suponen herramientas útiles para valorar la disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular después de cirugía bariátrica.