Resumen La ingeniería de rutas metabólicas, por medio de la biología sintética, se ha convertido en una herramienta de suma importancia para la industria alimentaria, debido a que se busca la optimización de procesos y obtención de compuestos ya existentes. Es posible producir compuestos que son altamente codiciados por el mercado, como enzimas que participan en procesos de fermentación o síntesis de productos de alta demanda, o saborizantes obtenidos de forma natural a partir de microorganismos modificados. Dicha edición genética se ha logrado mediante las técnicas desarrolladas en la rama de la biología sintética a lo largo de los años, como, por ejemplo, el ensamblaje de constructos genéticos y de CRISPR y ARN, mensajeros sintéticos. Estas técnicas son utilizadas para aumentar la productividad de un compuesto de interés en un microorganismo. No obstante, es necesario tomar en cuenta que no todos los microorganismos tienen las herramientas genéticas para realizar las modificaciones post-traduccionales necesarias para otorgar funcionalidad a una enzima o proteína, y que con una ruta metabólica de novo pueden producirse también compuestos e intermediarios tóxicos para el hospedero elegido. Particularmente, en la industria alimentaria es común la elección de microorganismos huéspedes que se consideren seguros para el consumo humano (GRAS) como las bacterias ácido-lácticas (LAB) y, más recientemente, las levaduras del género Saccharomyces.
Abstract The engineering of metabolic pathways through synthetic biology has become an important tool for the food industry because it seeks the optimization of processes and production of compounds of interest. It is possible to produce compounds that are highly coveted, such as enzymes that take part in fermentation processes, or synthesis of products of high demand, or flavoring produced naturally by a microorganism. This can be achieved through genetic edition developed by synthetic biology through the assembly of genetic constructs CRISPR and synthetic mRNA. These techniques are used to increase the productivity of an organism that on its own produces a compound of interest, or to genetically modify a microorganism so that it can perform the synthesis of a product. However, it is necessary to take into account that not all microorganisms have the genetic tools necessary for the required post-translational modifications to activate enzyme or protein functions, and that the insertion of de novo pathways may result in both toxic compounds and intermediates for the chosen host. Particularly, it is common, when working in the food industry, to choose host microorganisms safe to be consumed by human beings, like GRAS organisms such as lactic acid bacteria and, more recently, yeasts of the Saccharomyces genus.