Resumen: Introducción: Frente al contexto de un 34 % de exceso de peso en la población escolarizada de Costa Rica, dentro del marco de trabajo del curso de la Escuela de Nutrición (ENu) de la Universidad de Costa Rica, llamado NU-2030 Módulo IV: Situación Alimentaria y Nutricional en el Ámbito Institucional II, los estudiantes de la ENu realizaron una intervención educativa para la prevención de la obesidad y la promoción de la salud, en nueve escuelas públicas del Circuito 06 del cantón La Unión. Metodología: Se analizaron los datos correspondientes a 12 proyectos de intervención, recolectados de agosto a noviembre del 2016 y documentados en 9 informes finales de curso. Los proyectos se dividieron en tres etapas. Fase diagnóstica: Se analizaron datos antropométricos y hábitos de estilo de vida en muestra de 1382 niños y niñas (N= 3802 preescolares y escolares inscritos), así como valoración de comidas ofrecidas en el entorno escolar. Fase de intervención: se trabajó con datos de 35 sesiones educativas efectuadas por estudiantes de la ENu para 1004 niñas y niños, 70 docentes, 12 colaboradoras del SAI, 4 personas de la administración y 7 padres y madres de familia. Los datos fueron recopilados en instrumentos diseñados en el curso para tal fin. Fase de evaluación: Se analizó la información de la evaluación formativa y sumativa. Resultados: Solo dos escuelas con prevalencia de exceso de peso inferior al promedio nacional y se reportaron para todas factores ampliamente mencionados por la literatura como favorecedores de un ambiente obesogénico (relacionados tanto con alimentación como con actividad física). El uso del juego con niños y niñas y sesiones constructivistas (aprender haciendo) con adultos fueron bien aceptadas en la implementación. No existen contrapartes profesionales nutricionistas en las instituciones. No fue posible observar cambios en hábitos alimentarios en ocho semanas de intervención. Conclusiones: Las intervenciones con apoyo docente y de la Dirección fueron más exitosas. El uso del juego para la educación nutricional de niños y niñas se considera una oportunidad. Ocho semanas de intervención permitieron cambios de conocimiento, no así de las prácticas. Preocupa el nulo involucramiento de los padres de familia.
Summary: Introduction: Against the context of 34% overweight in the school population of Costa Rica and within the framework of the course of the School of Nutrition (SNu) of the University of Costa Rica, called UN-2030 Module IV: Food and Nutritional Situation in the Institutional Environment II, SNu students carried out an educational intervention for the prevention of obesity and the promotion of health, in nine public schools in Circuit 06 of La Union Canton. Methodology: The data corresponding to 12 intervention projects, collected from August to November 2016 and documented in 9 final course reports, were analyzed. The projects were divided into three stages. Diagnostic phase: Anthropometric data and lifestyle habits were analyzed in a sample of 1382 children (N= 3802 preschoolers and school children enrolled), as well as assessment of meals offered in the school environment. Intervention phase: work was done with data from 35 educational sessions conducted by SNu students for 1004 children, 70 teachers, 12 SAI collaborators, four clerks and seven parents, collected in instruments designed in the course for that purpose. Evaluation phase: Formative and summative evaluation information was analyzed. Results: Only two schools with an overweight prevalence below the national average and were reported for all, factors widely mentioned in the literature as favoring an obesogenic environment (related to both food and physical activity). The use of play with children and constructivist sessions (learning by doing) with adults, were well accepted in the implementation. There are no professional nutritionist counterparts in the institutions. No change in eating habits could be observed in eight weeks of intervention. Conclusions: Interventions with teacher and management support were more successful. The use of play for the nutritional education of children is considered an opportunity. Eight weeks of intervention allowed changes in knowledge, but not in practices. The lack of parental involvement is a concern.