The present study reviews gender-related differences and inequalities in paid work and domestic chores in Spain. The impact of both types of work on health are analyzed and the main policies of the European Union (EU) and Spain to achieve gender equality at work are described. In Spain, fewer women are in paid work than in other EU countries. The labor market displays horizontal segregation (men and women work in different sectors), as well as vertical segregation (men hold more senior positions), leading to gender-related differences in employment conditions and exposure to occupational hazards. The precariousness of work is significantly higher in women (19% unemployment in women versus 9% in men) and women are more likely than men to have temporary contracts. Men are more frequently exposed to physical risks and suffer a greater number of occupational accidents; women, especially manual workers, are more frequently exposed to psychosocial risks. Most domestic chores continue to be performed by women, even by working women, which negatively affects their health. The EU has made an increase in female employment a priority, which means that from 2000-2010 Spain should create 3 million jobs for women and implement work/family policies. Achieving gender equality at work requires employment policies that would guarantee equal opportunities for both sexes, as well as shared responsibility for domestic chores between men and women. In Spain, moreover, there is an urgent need to significantly increase public childcare facilities and resources for the care of other dependent individuals.
En este trabajo se revisan las diferencias y desigualdades de género existentes en España en el trabajo remunerado y en el doméstico, se analizan el impacto de ambos tipos de trabajo en la salud y se describen las principales estrategias políticas de la Unión Europea (UE) y España para alcanzar la igualdad de género en el trabajo. En España la tasa de actividad femenina es significativamente más baja que en otros países de la UE. En el mercado laboral existe una segregación horizontal -hombres y mujeres trabajan en distintos sectores- y vertical -ellos ocupan los puestos de categoría superior-, causa de las diferencias de género en las condiciones de empleo y en la exposición a riesgos laborales. La precariedad laboral es significativamente más alta en las mujeres (un 19% de paro en las mujeres frente a un 9% en los hombres), así como la contratación temporal. Ellos están más expuestos a riesgos físicos y padecen más accidentes laborales; ellas lo están más a riesgos psicosociales, sobre todo las trabajadoras manuales. Las mujeres continúan asumiendo la mayor parte del trabajo del hogar, aun estando ocupadas, lo que es causa de efectos negativos en su salud. La UE ha establecido entre sus prioridades aumentar el empleo femenino, lo que significa que en el período 2000-2010 España debe crear 3 millones de puestos para las mujeres y facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. Avanzar hacia la igualdad de género en el trabajo requiere políticas de empleo decididas que garanticen la igualdad de oportunidades para ambos sexos en el empleo, así como la corresponsabilidad de los hombres en las tareas del hogar. En España, además, es urgente incrementar significativamente los recursos públicos para el cuidado de los niños y otras personas dependientes del hogar.