The homeostasis of the organism is maintained by a balance between cell division and death, apoptosis being one of the main mechanisms that regulate cell death. This process involves a quality control and a reparation pathway. A long list of diseases has been associated to a malfunctioning of this process, going from degenerative diseases such as Alzheimer´s, to proliferative ones, like cancer, including also autoimmune disorders, and others. It has been shown that different compounds, and nutrients from the diet, or derived from it, are closely related to apoptotic mechanisms, promoting, or inhibiting this type of cell death, affecting human health positively or negatively. These compounds have been associated to certain diseases. Among the most characterized of these nutrients are some amino acids and molecules with anti-oxidant activity such as zinc and the vitamins A and E, which are mainly antiapoptotic. On the other hand, isoflavones, omega 3 fatty acids, cholesterol, as well as butyric, arachidonic, and linoleic acids, are mainly proapoptotic. Some compounds like terpenoids have been associated with either anti or proapoptotic properties. All of these nutrients act at different levels of the apoptotic pathways, so the elucidation of their properties will help to develop complex therapies to prevent, treat or function as coadjuvants in the treatment of different diseases
La homeostasis en los organismos se logra gracias a un balance entre la división y la muerte celular. La apoptosis es uno de los principales mecanismos que regulan la muerte celular. Este proceso constituye un control de calidad y un mecanismo de reparación, por esto, una larga lista de enfermedades se han asociado a alteraciones de ella, desde enfermedades degenerativas como el Alzheimer, hasta proliferativas como los cánceres, pasando por desordenes autoinmunes y otras. Se ha demostrado que compuestos y nutrientes en la dieta, o derivados de esta, están estrechamente relacionados a los mecanismos apoptóticos, provocándolos o inhibiéndolos, afectando positiva o negativamente la salud y asociándose a varias enfermedades. Entre los más estudiados están ciertos aminoácidos y antioxidantes como el zinc y las vitaminas A y E, principalmente anti-apoptóticos; por otra parte están las isoflavonas, los ácidos grasos omega 3, el colesterol y los ácidos butírico, araquidónico y linoleico, principalmente pro-apoptóticos y otros como los terpenoides con propiedades tanto pro- como anti-apoptóticas. Estos nutrientes actúan a distintos niveles de las vías apoptóticas por lo que conocer sus propiedades nos permitirá desarrollar terapias complejas para prevenir, tratar o actuar como coadjuvantes en los diferentes padecimientos