Las fortalezas y problemáticas comunes de los volcanólogos en los diversos roles que desempeñan como actores para la reducción del riesgo volcánico en América Latina fue debatida en el marco del taller "PASI 2011: Vol¬canes de conducto abierto", celebrado en Costa Rica, con participación de profesionales de casi todos los países de la por "costa pacífica del continente, además de Argentina, el Reino Unido, Noruega y Suecia. Se trataron gran diversidad de temas, agrupados en cinco bloques, que permitieron definir necesidades comunes en cinco ámbitos : 1) Carencia de recursos financieros, humanos y técnicos en los observatorios de la región; 2) Programas de cooperación gubernamental y no gubernamental entre organismos técnicos y académicos; 3) Necesidades de coordinación regional; 4) El rol de los volcanólogos como comunicadores y su interacción con otros actores de la gestión del riesgo y 5) El aporte de las ciencias sociales y la creación de grupos multidisciplinarios en el ámbito de los observatorios volcanológicos. La margen pacífica del continente americano es un área altamente expuesta a la actividad volcánica, incluyendo algunas de las ciudades más importantes en el continente. Sin embargo, las instituciones encargadas de la observación y el mo-nitoreo de la actividad y las amenazas volcánicas en muchos de los países de esta región, enfrentan serias limitaciones para desempeñar su labor. Para la mayoría de países latinoamericanos, el gran número de volcanes potencialmente acti¬vos y el reducido número de volcanólogos que trabajan en su monitoreo, constituyen una de las principales limitantes. La cooperación entre observatorios con universidades y centros de investigación, ha ayudado a cubrir esta necesidad al menos de forma parcial. Trascendiendo su papel científico y técnico como expertos en ciencias físicas o naturales, los volcanólogos también se han visto involucrados en tareas que requieren el desarrollo de otras habilidades, principal¬mente como comunicadores de información sobre el riesgo volcánico. Esto ha llevado a incrementar la colaboración multidisciplinaria con profesionales del área de las ciencias sociales. Sin embargo, existen aún grandes retos que de¬berán abordarse en un futuro próximo. Los aportes de la discusión sostenida en el taller pueden constituir un punto de partida para futuros foros y acciones orientados a la reducción del riesgo asociado con la actividad volcánica.
The strengths and common challenges faced by Latin American volcanologists that assume a variety of roles in the volcanic risk reduction context were discussed in the workshop "PASI 2011: Open Vent Volcanoes ". The event was held in Costa Rica with the participation of professionals from most countries of the American Pacific coast plus Argentina, the UK, Norway and Sweden. Several issues were specifically addressed, which allowed to discuss needs in five topics: 1) Lack of financial, human and technical resources at the observatories in the Latin American region; 2) Governmental and non-governmental programs' cooperation between technical and academic organizations; 3) Need for regional coordination, 4) The role of volcanologists as communicators and their interaction with other stakeholders in volcanic risk management, and 5) The contribution of the social sciences and the creation of multidis-ciplinary groups in the volcanological observatories. The Pacific margin of the American continent is an area highly exposed to volcanic activity, including some of the most important cities in the continent. Nevertheless, the institutions in charge of studying and monitoring the volcanic activi¬ty and hazards in many of the countries of this region face severe limitations to carry out their work. For the majority of Latin American countries, the large number of potentially active volcanoes and the reduced number of volcanologists who work in their monitoring, become one of the main limitations. The cooperation between observatories, and with universities and research centers, has helped to cover this need, at least partially. Beyond their scientific and technical role as physical and natural sciences experts, the volcanologists have also been involved in tasks that require the deve¬lopment of other skills, mainly as communicators of information related to volcanic risk. This has led to an increase in multidisciplinary collaboration with scientists from the social field. However, there are still large challenges that need to be addressed in the near future. The contributions of the discussion sustained at the workshop can act as a starting point for future forums and actions aimed at reducing risk associated with volcanic activity.