Resumen La no ratificación, por parte de Costa Rica, del Acuerdo de Escazú adoptado en Costa Rica en el 2018 plantea una serie de interrogantes. Al dañoque ocasiona esta ausencia a la imagen internacional de Costa Rica como un país garante de los derechos humanos y con avanzada normativa en materia ambiental, se le suma una serie de pretendidos “argumentos” presentados por el sector corporativo costarricense, que desnuda, por completo, la realidad económica de los 15 Estados que ya han ratificado este novedoso instrumento regional. Adicionalmente, el Poder Judicial costarricense ha procedido a interpretaciones antojadizas para complicar innecesariamente el trámite de aprobación del Acuerdo de Escazú, en particular, las expresadas por una magistrada de la Sala Constitucional. Extrañamente sus argumentos coinciden con los de algunas cámaras empresariales costarricenses. Ante esta no ratificación, el tradicional liderazgo internacional, en materia ambiental, de Costa Rica se ve gravemente carcomido, mientras que, después de Argentina y México (2021), Chile (2022), Belice y Granada (2023), se aprestan a ratificar próximamente el Acuerdo de Escazú Colombia y Brasil.
Abstract Costa Rica’s failure to ratify the Escazú Agreement adopted in Costa Rica in 2018 raises several questions. In addition to the damage caused by this absence to Costa Rica’s international image as a country that guarantees human rights and has advanced environmental regulations, there is also a series of alleged “arguments” presented by the Costa Rican corporate sector, which are completely stripped by the economic reality of the 15 States that have already ratified this regional instrument. Additionally, the Costa Rican Judiciary has proceeded with fanciful interpretations to unnecessarily complicate the approval process of the Escazú Agreement, particularly those expressed by a member of the Constitutional Chamber. Strangely enough, her arguments coincide with those of some Costa Rican business chambers. In view of this non-ratification, Costa Rica’s traditional international leadership in environmental matters is seriously eroded, while after Argentina and Mexico (2021), Chile (2022), Belize and Grenada (2023), Colombia and Brazil are preparing to ratify the Escazú Agreement in the near future.