Resumen A pesar de que la Corona española, ya desde 1503, dictó diferentes disposiciones sobre la enseñanza y el uso del español en América, la política lingüística de la Monarquía, al menos hasta 1770, favoreció antes el desarrollo de las lenguas indígenas generales que la difusión y asentamiento del español en Estados Unidos, Hispanoamérica y parte de Brasil.Al amparo de las directrices de la Roma papal, seguidas ad pedem litterae por los monarcas españoles, las órdenes religiosas crearon y desarrollaron un modelo lingüístico y, en parte, social que abarcó todo el vasto territorio americano en el período que aquí se ocupa. El monarca ilustrado Carlos iii firma en Aranjuez la Real cédula del 10 de mayo de 1770 “para que en los reinos de las Indias se destierren los diferentes idiomas de que se usa, y solo se hable el castellano”. Tanto esta disposición real como la inminente política lingüística de las recién nacidas repúblicas hispanoamericanas determinarían, de manera decisiva, la suerte del español en América; y con ello, la suerte de las lenguas originarias.
Abstract Although the Spanish Crown, beginning in 1503, issued different directives on the education and the use of Spanish in the Americas, the Monarchy's linguistic policy, at least until 1770, actually favoured the development of the indigenous languages rather than the diffusion and establishment of Spanish in the United States, Hispanic America and part of Brazil. Under the guidelines of papal Rome, followed ad pedem litterae by the Spanish monarchs, the religious orders created and developed a linguistic and, in part, social model that encompassed the entire vast American territory in the period in question. However, in Aranjuez, on May 10, 1770 the pro-Enlightenment monarch Carlos III signed a Royal Decree “so that in the kingdoms of the Indies the different languages used might be eliminated, and only Castilian spoken”. This royal dictate and the forthcoming linguistic policies of the fledgling Spanish-American republics would decisively shape the fate of Spanish in the Americas; and with it, the fate of indigenous the original languages.