Resumen Justificación y objetivo: La bronquiolitis representa la causa más importante de infección respiratoria de vías inferiores durante el primer año de vida, y la razón más importante de hospitalizaciones más allá del periodo neonatal. Usualmente, se asocia con costos substanciales directos e indirectos, tanto para el sistema de salud como para las familias y la sociedad. El desconocimiento por partede los encargados de la enfermedad puede tener dos consecuencias: el mal uso de los servicios de salud llenando los servicios de emergencias y la atención tardía. Este estudio buscó identificar los conocimientos basales que poseen los cuidadores de los niños con bronquiolitis, con el fin de detectar las deficiencias y fortalezas de la educación brindada por nuestro sistema de salud. Métodos: Se realizó un estudio transversal, basado en encuesta brindada a 256 cuidadores de niños con bronquiolitis. Para el cálculo muestral se utilizó el programa de Win episcope, con una potencia del 80 % y un nivel alfa de 0,05, basados en un 30 % de prevalencia de bronquiolitis en la población general menor de 2 años; obtenidos los datos, se realizó su análisis descriptivo. Resultados: La edad promedio de los cuidadores fue de 27,3 años (DE 7,6 años) y la edad promedio de los niños hospitalizados fue de 5,7 meses (DE 5,4 meses). El cuidador primario en el 91,5 % de los casos era la madre. En cuanto a nivel académico, un 60 % de la población tenía estudios secundarios inconclusos y del 40 % restante, solo el 17,8 % obtuvo un título universitario. El 25 % de los cuidadores reportó que los niños tenían exposición a fumado pasivo. En cuanto al conocimiento basal sobre la bronquiolitis, el 95 % indicó que se debe a un virus; el 89,4 %, a transmisión principalmente por vía aérea. Entre los síntomas de inicio de la enfermedad, se indicó: fiebre, 88,9 %; irritabilidad, 87,5 %, y rinorrea, 61,2 %. Sobre datos de empeoramiento, el 99,6 % identificó la dificultad para respirar y el 82,1 %, problemas para alimentarse. Con respecto al tratamiento, el 45,3 % de la población afirmó que la bronquiolitis siempre amerita antibióticos. Además, se obtuvo un alto conocimiento de medidas preventivas, como lavado de manos (98,7 %), no exposición a tabaco (94,8 %) y estornudar con técnica correcta (93,7 %). Por otro lado, el conocimiento de los signos de alarma fue deficiente: el aleteo nasal y la cianosis mostraron porcentajes cercanos al 50 %, seguidos por taquipnea, retracciones y, en último lugar, la poca respuesta al medio. Sobre los métodos de información sugeridos, un 44,8 % indicó carteles y panfletos, un 22,9 %, charlas y talleres, un 18,8 % medios de comunicación y revistas, un 11,5 % redes sociales y un 2,1 % información verbal por parte del médico. Conclusión: La población del estudio presentó un alto conocimiento sobre la etiología, transmisión, síntomas de inicio, datos de empeoramiento y medidas preventivas de la bronquiolitis. Las áreas de conocimiento más deficientes fueron: tiempo promedio de duración, tratamiento, factores de riesgo del niño para complicaciones y datos de alarma para reconsultar al Servicio de Emergencias. Se debe hacer énfasis en la información más útil a la hora del egreso y además de reforzar la educación verbal, es preciso apoyarse de otros métodos sugeridos por la población.
Abstract Background and aim: Bronchiolitis represents the most important cause of lower respiratory tract infection during the first year of life and the most important reason for hospitalizations beyond the neonatal period. It is usually associated with substantial direct and indirect costs, both for the health system and for families and society. The lack of knowledge on the part of those in charge of the disease can have two consequences: the misuse of health services, filling emergency services or late consultation. This study sought to identify the baseline knowledge that the caregivers of children with bronchiolitis possess, in order to detect the deficiencies and strengths of the education provided by our health system. Methods: A cross-sectional study was conducted, based on a survey of 256 caregivers of children with bronchiolitis. For the sample calculation, the Win episcope program was used, with a power of 80% and an alpha level of 0.05 and based on a 30% prevalence of bronchiolitis in the general population younger than 2 years; once the data was obtained, a descriptive analysis of these was performed. Results: The average age of caregivers was 27.3 years (SD 7.6 years) and the average age of hospitalized children was 5.7 months (SD 5.4 months). The primary caregiver in 91.5% of the cases was the mother. With regard to the academic level, 60% of the population had unfinished secondary education and of the remaining 40% only 17.8% obtained a university degree. 25% of caregivers reported that children had exposure to passive smoking. Regarding baseline knowledge about bronchiolitis, 95% indicated that it is due to a virus; 89.4% transmission mainly by air. Of the symptoms of disease onset, fever 88.9%, irritability 87.5% and rhinorrhea 61.2% were indicated. On data of worsening, 99.6% identified the difficulty in breathing and 82.1% problems in feeding. With respect to treatment, 45.3% of the population stated that bronchiolitis always merits antibiotics. In addition, we obtained a high knowledge of preventive measures: hand washing 98.7%, no exposure to tobacco 94.8%, sneeze with correct technique 93.7%. On the other hand, knowledge of the warning signs was poor: nasal flutter and cyanosis showed percentages close to 50%, followed by tachypnea, retractions and ultimately the poor response to the environment. Regarding the suggested information methods, 4.8% indicated posters and pamphlets, 22.9% talks and workshops, 18.8% media and magazines, 11.5% social networks and 2.1% verbal information from the doctor. Conclusion: The study population presented a high level of knowledge about the etiology, transmission, symptoms of onset, worsening data and preventive measures of bronchiolitis. The most deficient areas of knowledge were average duration, treatment, risk factors for complications and alarm signs to consult the emergency service. Emphasis should be placed on the most useful information at the time of discharge, in addition to strengthening verbal education, it is important to rely on other methods suggested by the population to better transmit the information.