Transitional cell carcinoma of the upper urinary tract (UUT-TCCj is relatively uncommon, accounting for 2-5% of all urothelial tumors. Its incidence appears to be increasing as a result of progress in imaging, endoscopy, and improved survival from bladder cancer. Renal pelvis tumors represent 10% of all renal cancers. Pyelic neoplasms occur at a rate twice to four times the incidence of tumors in the ureter, where the common site is the distal tract (about 70%). One third of UUT-TCC are multifocal, and about 1% are simultaneous and bilateral. The two alternative endoscopic approaches for lesions localized in the renal collecting system are the ureteroscopic retrograde one and the percutaneous anterograde one. The treatment choice is addressed by some criteria: lesion size, location, and multifocality. Small accessible lesions <l cm are preferably treated ureteroscopically, maintainig the integrity of the urinary tract. The introduction of lasers represented a big step in the diagnosis and endoscopic treatment of upper urinary tract tumors. A successful laser treatment is defined by the careful selection of the patients affected by urinary tract lesions. Usually, only patients affected by low grade and papillary lesion should be treated endoscopically with laser. Patients with high grade and invasive lesions should rather be submitted to surgical procedure. Actually, the urologist has a wide choice in laser technology (Holmium laser, Thulium laser). For a correct and safe treatment of ureteral and pyelic lesions with lasers it is mandatory to respect some technical advises. First of all, an adequate access for a good vision of ureter and renal pelvis is imperative. In fact, the urologist should always work in safety, with an optimal control of the instrumentation. Then, it is important to define the laser type and its energy level. The development in laser technology (i.e. small and flexible laser fibers) allows also a radical, safe and minimally invasive treatment of urothelial lesions using flexible ureteroscopes. Of course it is mandatory to evaluate the grade and stage of the tumors by means of the ureteroscopic biopsies: invasive tumors must be treated by immediate nephroureterectomy while the endoscopic treatment should be reserved to those patients with a solitary kidney, renal failure, bilateral tumors, severe comorbities or affected by a solitary tumors with <15 mm in diameter and of low-grade/stage.
El carcinoma de células transicionales del tracto urinario superior es relativamente raro, supone entre el 2-5% de todos los tumores uroteliales. Su incidencia parece estar aumentando como resultado de los progresos en técnicas de imagen, endoscopia y la mejoría de la supervivencia del carcinoma vesical. Los tumores de la pelvis renal representan el 10% de todos los cánceres renales. Las neoplasias piélicas tienen una incidencia de dos a cuatro veces superior a la de los tumores de uréter, de los que el sitio más común es el tracto distal (sobre el 70%). Un tercio de los carcinomas uroteliales del tracto urinario superior son multifocales, y el 1% simultáneos y bilaterales. Los dos abordajes endoscópicos alternativos para las lesiones localizadas en el sistema colector del riñón son la ureteroscopia retrograda y la vía percutánea anterógrada. El tratamiento de elección depende de varios criterios: tamaño de la lesión, localización y multifocalidad. Las lesiones pequeñas < 1 cm accesibles se tratan preferentemente por ureteroscopia, manteniendo la integridad del tracto urinario. La introducción de los láseres representó un gran paso del diagnóstico y tratamiento endoscópico de los tumores del tracto urinario superior. El éxito de un tratamiento láser en pacientes afectos de lesiones del tracto urinario viene definido por una selección cuidadosa. Generalmente, sólo los pacientes con lesiones de bajo grado y papilares deberían tratarse endoscópica mente con láser. Los pacientes con lesiones de alto grado o invasivas deberían mejor ser sometidos a intervención quirúrgica clásica. En realidad, el urólogo dispone de una amplia gama de tecnología láser para elegir (láser de Holmio, de Tulio). Para un tratamiento correcto y seguro de las lesiones ureterales y piélicas con el láser es absolutamente necesario respetar algunos consejos técnicos. Antes de nada, es imperativo un acceso adecuado para obtener una buena visión de uréter y de la pelvis renal. De hecho, el urólogo siempre debería trabajar con seguridad, con un control óptimo de sus instrumentos. Por lo tanto, es importante definir el tipo de láser y el nivel de energía; el desarrollo de la tecnología láser (por ejemplo fibras de láser flexibles y pequeñas) permite también un tratamiento radical, seguro y mínimamente invasivo de los tumores uroteliales utilizando ureteroscopios flexibles. Por supuesto es obligatorio evaluar el grado y estadio de los tumores después de la biopsia por ureteroscopia: los tumores invasivos deben ser tratados inmediatamente mediante nefroureterectomía, mientras que el tratamiento endoscópico debería reservarse para aquéllos pacientes con riñón único, insuficiencia renal, tumores bilaterales, comorbilidad severa o afectos de tumores solitarios con menos de 15 mm de diámetro y bajo grado/estadio.