The construction of earth mounds (locally called cerritos or túmulos), are one of the main characteristics of the South American Lowland archaeology record. The presence of this landscape feature in the Paraná River Delta and the archaeological materials from them captured academic attention since the end of the 19th Century. From that time until the present, discussion about the origins of the mounds has been the cause of strong debate in the archaeological community. The different approaches range from those who believe that the mounds are the result of development on naturally elevated areas, domestic and funerary activity vs. those who propose a fully anthropogenic genesis. In order to discriminate human intervention in the origin and evolution of the mounds, we present and discuss results of stratigraphic, sedimentological and biocompositional analysis. These analysis allowed us to recognize clear differences in textural, mineralogical and biosiliceous content of the mound sediments regarding the natural strata, surface and subsurface where they are erected. The results from our study allowed us to propose that during the Late Holocene indigenous societies that occupied the Delta Area, selected, modified and added to the naturally available sediments, fragments of ceramics, organic materials and burned land to increase and consolidate earth mound structures.
Las construcciones monticulares en tierra constituyen uno de los registros característicos de la arqueología de las Tierras Bajas sudamericanas. La presencia de estos rasgos en el Delta del río Paraná y el registro cultural preservado en el interior de las mismas, captó la atención académica desde finales del siglo XIX. Desde ese tiempo y hasta el presente, la discusión en cuanto a la génesis de los denominados "tumulus", "cerritos", "montículos" es objeto de debate en la comunidad arqueológica. Los diferentes enfoques varían desde quienes consideran que son el resultado del desarrollo, sobre zonas naturalmente elevadas, de actividades domésticas y funerarias vs. los que proponen una génesis totalmente antrópica. Para discriminar la intervención humana en el origen y evolución monticular, presentamos los resultados de los análisis estratigráficos, sedimentológicos y biocomposicionales que han permitido reconocer claras diferencias texturales, mineralógicas y de componentes biosilíceos de los sedimentos monticulares respecto de los obtenidos de los estratos naturales, superficiales y subsuperficiales, donde éstas se erigen. El estudio realizado permite proponer que durante el Holoceno tardío las sociedades indígenas que ocuparon el área deltaica, seleccionaron, modificaron y adicionaron a los fangos naturalmente disponibles, fragmentos de cerámicas, materiales orgánicos y tierras quemadas para elevar y consolidar estructuras en tierra.