The maned wolf (Chrysocyon brachyurus) and the crab-eating fox (Cerdocyon thous) are two South American canids with large overlap in their geographic distribution. However, there are few data on the comparative ecology of these species. The aim of this research was to quantify the diet of these two canids living in syntopy at three levels: frequency of occurrence, minimum number of individuals preyed and estimated biomass ingested. Additionally, seasonality in the consumption of major groups of food items and aspects of prey size distribution were assessed. The study took place in the Experimental Station of Itapetininga, São Paulo State, Brazil. General results showed that both canids are omnivorous in accordance with other studies. By occurrences, the wolves consumed vegetal and animal food in similar proportions, whereas the foxes consumed more animals, mainly insects. In contrast, both canids ingested mainly animal food if biomass is considered. The maned wolf consumed more wolf's fruit (Solanum lycocarpum) and small mammals in the dry season, and miscellaneous fruits during the wet season. The crab-eating fox also ingested more miscellaneous fruits in the wet season, but the insects were mostly consumed during dry months. The crab-eating fox is more generalist than the maned wolf, but the wolf seems better able to handle distinct prey types. The distribution of prey sizes suggested separate food niches: while the maned wolf consumed a larger spectrum of prey sizes, especially small vertebrates between 10.1 and 100.0 g, the crab-eating fox consumed smaller prey, mainly insects between 0.01 and 0.1 g
El aguara guazú (Chrysocyon brachyurus) y el zorro del monte (Cerdocyon thous) son dos cánidos sudamericanos cuyas distribuciones geográficas se sobreponen extensamente. Sin embargo, hay pocos datos sobre la ecología comparativa de estas especies. El objetivo de esta investigación fue cuantificar la dieta de estos dos cánidos en sintopia en cuanto a tres niveles: frecuencia de ocurrencia, número mínimo de individuos depredados y biomasa ingerida estimada. Además, se evaluaron la estacionalidad en el consumo de grupos de presas mayores y la distribución de tamaño de las presas consumidas. El estudio tuvo lugar en la Estación Experimental de Itapetininga, en el Estado de São Paulo, Brasil. Los resultados mostraron que ambos cánidos son omnívoros. El aguara guazú consumió partes vegetales y animales en proporciones similares, pero los zorros consumieron más presas animales, principalmente insectos. En relación a la biomasa de las presas, ambas especies consumieron presas animales. El aguara guazú consumió muchos frutos de Solanum lycocarpum y micromamíferos en la estación seca, mientras que los frutos misceláneos dominaron la dieta durante la estación lluviosa. El zorro del monte también ingirió más frutos misceláneos en la estación lluviosa, mientras que los insectos fueron principalmente consumidos en los meses secos. El zorro es más generalista que el aguara guazú, pero en lo que se refiere a habilidades de captura, el aguará parece ser capaz de manipular más tipos de presas y frutos diferentes. La distribución de tamaños de las presas consumidas sugiere una separación de nicho trófico entre ambas especies: mientras que el aguara guazú consumió un espectro más amplio de tamaños de presas, especialmente los vertebrados pequeños entre 10,1 y 100,0 g, el zorro consumió presas más pequeñas, principalmente insectos entre 0,01 y 0,1 g