ABSTRACT Background: Aortic aneurysms, particularly of the abdominal aorta, are still common. Since 1990, conventional surgery is no longer the only treatment option due to advances in endovascular devices and techniques. We present our results in the management of aortic aneurysms with a minimally invasive endovascular technique. Objectives: The aim of this study was to analyze the 30-day outcomes of endograft implantation in the thoracic aorta and abdominal aorta using a minimally invasive approach. Methods: Between March 2012 and April 2019, 395 consecutive endografts were implanted in the aorta, and 264 (67%) were performed using a minimally invasive approach (MIN-A). Among this group, 240 (90.9%) corresponded to abdominal endo-vascular aortic repair (EVAR) and 24 (9.1%) to thoracic endovascular aortic repair (TEVAR). Results: Technical success (TS) of the implant was achieved in 99.6% of the 264 patients and clinical success (CS) in 97.7%. Thirty-day mortality was 1.1% due to pneumonia, heart failure and chronic obstructive pulmonary disease. There were no cases of myocardial infarction, stroke or need for conversion to urgent surgical repair. Mean duration of the procedure was 62 minutes (SD ± 17). Some patients required conversion to surgical closure of the access site [20 (7%) during the first 100 cases and 7 (3%) in the final 164 patients, p = 0.05]. Three (1.1%) patients presented major bleeding requiring transfusion. Mean time to ambulation was 18 hours (SD ± 10) that significantly decreased to 13 hours after the first 100 patients (SD ± 2.9; p= 0.05). Mean length of hospital stay was 1.4 days (SD ± 1.14) with 5 patients discharged on the same day of the procedure. Conclusions: Endovascular aortic aneurysm repair using a minimally invasive strategy was feasible and safe, turning this procedure into a percutaneous approach, with low access site-related complications, shorter operative time, rapid ambulation and shorter length of hospital stay, without modifying overall safety of the procedure. The learning curve resulted in reduced rate of conversion to surgery and earlier ambulation.
RESUMEN Introducción: Los aneurismas de aorta siguen siendo una patología frecuente, en especial aquellos localizados en la aorta abdominal. Desde 1990, gracias al avance en los dispositivos y las técnicas endovasculares, la cirugía convencional ha dejado de ser la única opción de tratamiento. Presentamos nuestros resultados en el manejo del aneurisma de aorta con técnica endovascular mínimamente invasiva. Objetivos: Analizar los resultados a 30 días del implante de endoprótesis en la aorta torácica y abdominal con una estrategia mínimamente invasiva. Material y métodos: Entre marzo de 2012 y abril de 2019 se realizaron 395 implantes consecutivos de endoprótesis de aorta; en 264 (67%) de los cuales se utilizó una técnica mínimamente invasiva (MIN-A). De este grupo 240 procedimientos (90,9%) fueron llevados a cabo para reparar la aorta abdominal (EVAR) y 24 (9,1%) la aorta torácica (TEVAR). Resultados: De 264 pacientes se logró éxito técnico (ET) del implante en el 99,6% y éxito clínico (EC) en el 97,7%. La mortalidad a 30 días fue del 1,1% dado por neumonía, insuficiencia cardíaca y EPOC. Ningún paciente presentó IAM, ACV o necesitó de conversión a reparación quirúrgica de urgencia. El tiempo promedio del procedimiento fue de 62 minutos (SD ± 17). Algunos pacientes requirieron conversión a cierre quirúrgico del acceso [20 (7%) durante los primeros 100 casos, y 7 (3%) en los últimos 164 pacientes p = 0,05)]. El sangrado mayor que requirió transfusión fue del 1,1%. El tiempo promedio para la deambulación fue de 18 horas (SD ± 10), que luego de los primeros 100 pacientes disminuyó en forma significativa a 13 horas (SD ± 2,9 p = 0,05). La estadía hospitalaria en promedio fue de 1,4 días (SD ± 1,14) con 5 casos externados el mismo día del procedimiento. Conclusiones: Los procedimientos de reparación endovascular de aneurismas de la aorta con una estrategia miniinvasiva fueron factibles y seguros, ya que permitieron convertir estos procedimientos en abordajes percutáneos, con bajas tasas de complicaciones asociadas al acceso, menor tiempo quirúrgico, rápida deambulación y menor estadía hospitalaria, sin modificar la seguridad global del procedimiento. La curva de aprendizaje permitió bajar la tasa de conversiones a cirugía, así como los tiempos de deambulación.