A demographic study carried out in a rural area of the Gambia between January 1993 and December 1998 recorded 74 deaths among women aged 15-49 years. Reported here is an estimation of maternal mortality among these 74 deaths based on a survey of reproductive age mortality, which identified 18 maternal deaths by verbal autopsy. Over the same period there were 4245 live births in the study area, giving a maternal mortality ratio of 424 per 100 000 live births. This maternal mortality estimate is substantially lower than estimates made in the 1980s, which ranged from 1005 to 2362 per 100 000 live births, in the same area. A total of 9 of the 18 deaths had a direct obstetric cause - haemorrhage (6 deaths), early pregnancy (2), and obstructed labour (1). Indirect causes of obstetric deaths were anaemia (4 deaths), hepatitis (1), and undetermined (4). Low standards of health care for obstetric referrals, failure to recognize the severity of the problem at the community level, delays in starting the decision-making process to seek health care, lack of transport, and substandard primary health care were identified more than once as probable or possible contributing factors to these maternal deaths.
Los niveles de mortalidad materna son un indicador importante de la proporción de personas desfavorecidas tanto dentro de un país como a efectos comparativos entre países en desarrollo y países desarrollados. Más del 99% de las 585 000 defunciones maternas que se calcula que se registran en todo el mundo cada año tienen lugar en los países en desarrollo. Se ha señalado que una mujer del África subsahariana que queda embarazada tiene 75 veces más probabilidades de morir como consecuencia del embarazo que una mujer de similares características en Europa (excluida Europa oriental) o América del Norte. La reducción de la mortalidad materna, así pues, constituye una meta de alta prioridad en el programa de actividades sanitarias internacionales. Sin embargo, debido a la complejidad inherente a las mediciones de la mortalidad materna, pocas veces se dispone de estimaciones fiables de la magnitud del problema, y resulta difícil evaluar los progresos realizados para alcanzar ese objetivo. Se considera que, a falta de datos del registro civil, la mejor alternativa es el estudio de la mortalidad durante la etapa reproductiva, que entraña la identificación e investigación de las causas de todas las defunciones de mujeres en edad reproductiva. La mortalidad materna es muy alta en las zonas rurales de Gambia. Los datos aportados por estudios realizados en la zona de vigilancia demográfica y sanitaria de Farafenni en los años ochenta pusieron de manifiesto razones de mortalidad materna de más de 1000 por 100 000 nacidos vivos. En este artículo se presentan los datos obtenidos en un estudio realizado entre todas las mujeres fallecidas entre enero de 1993 y diciembre de 1998 en la zona de vigilancia demográfica de Farafenni a fin de determinar la mortalidad durante la etapa reproductiva. Dos trabajadores de campo realizaron entrevistas estructuradas por grupos entre los parientes y demás personas (p. ej., parteras tradicionales) que habían sido testigos de la enfermedad terminal y la defunción de las mujeres implicadas. Todas las entrevistas fueron revisadas por dos obstetras experimentados que clasificaron la causa de defunción y los factores que podían haber contribuido a la muerte. Otro médico revisó todas las defunciones clasificadas como maternas por al menos uno de los obstetras. Durante el periodo de estudio se registraron 74 defunciones entre las mujeres de 15 a 49 años, 18 de las cuales se clasificaron como defunciones maternas (25,7%). Durante el mismo periodo se contabilizaron 4245 nacidos vivos, lo que corresponde a una razón de mortalidad materna de 424 por 100 000 nacidos vivos, menos de la mitad de los niveles observados en estudios realizados en los años ochenta. Nueve de las defunciones se clasificaron como debidas a una causa obstétrica directa, siendo el principal factor causal la hemorragia, que contribuyó a 6 de las muertes (4 posparto por parto prolongado o útero atónico, una por retención de la placenta y otra por placenta previa). Otras causas directas fueron el embarazo precoz (2) y el parto obstruido (1). Las defunciones por causas obstétricas indirectas (n = 9) tuvieron por origen la anemia (4), la hepatitis (1), y razones no determinadas (4). El no reconocimiento de la gravedad del problema a nivel comunitario, la demora en iniciar el proceso de adopción de decisiones para buscar asistencia y una atención primaria y de derivación inferior a la norma (especialmente la falta de servicios de transfusión sanguínea en el nivel de derivación) fueron identificados en más de una ocasión por cada uno de los revisores como factores que probable o posiblemente contribuyeron a esas defunciones maternas. Los resultados de este estudio indican que se ha producido una importante reducción de la mortalidad materna en las zonas rurales de Gambia durante los últimos 15 a 20 años. A principios de los ochenta había un número limitado de servicios médicos y de profesionales sanitarios en la zona estudiada, y sólo se podía llegar a la ciudad de Farafenni en bicicleta, en carretas tiradas por caballos o burros o en destartalados taxis a través de carreteras de tierra. En 1983 se abrió un nuevo centro de salud en Farafenni y empezó a aumentar el acceso a intervenciones obstétricas decisivas para salvar la vida de las madres. En la segunda mitad de los años ochenta se abrieron líneas regulares de autobús entre las aldeas más grandes y Farafenni, y aparecieron los primeros servicios de ambulancia entre los dispensarios, el centro de salud de Farafenni y el hospital de derivación de la capital, Banjul. A ello se añadieron, a principios de los noventa, líneas telefónicas de enlace con las aldeas más importantes. Así pues, muy probablemente la ampliación de los servicios de atención obstétrica básica y del acceso a los mismos ha contribuido de forma sustancial a esa reducción. Cabe prever que lo que más permitirá seguir reduciendo la mortalidad materna en el futuro serán las mejoras que se introduzcan en la atención obstétrica de derivación y en la prevención y el manejo de la anemia y la hemorragia posparto.
Les taux de mortalité maternelle sont un indicateur important de retard tant à l’intérieur d’un pays qu’entre pays en développement et pays développés. Plus de 99% des 585 000 décès maternels (estimation annuelle mondiale) se produisent dans les pays en développement ; on rapporte qu’en Afrique subsaharienne une femme enceinte a 75 fois plus de chances de mourir par suite de sa grossesse qu’une européenne (exception faite de l’Europe de l’Est) ou qu’une américaine. Réduire la mortalité maternelle est par conséquent un objectif hautement prioritaire du programme d’action sanitaire international. Cependant, parce que la mesure de la mortalité maternelle est une opération complexe, on ne dispose pas en général d’estimations fiables concernant l’ampleur de ce problème, et les progrès sont difficiles à évaluer. L’enquête sur la mortalité des femmes en âge de procréer, qui recense et étudie les causes de tous les décès de femmes en âge de procréer, constitue, en l’absence de registres d’état civil, la meilleure solution de remplacement. En Gambie, la mortalité maternelle est très importante en milieu rural. Les études effectuées dans la zone de surveillance démographique et sanitaire de Farafenni dans les années 80 ont rapporté des taux de mortalité maternelle supérieurs à 1000 pour 100 000 naissances vivantes. Dans le présent article, les données d’une enquête sur la mortalité des femmes en âge de procréer recensant tous les décès survenus entre janvier 1993 et décembre 1998, dans la zone de surveillance démographique de Farafenni, sont analysées. Des entretiens de groupe dirigés ont été menés par deux agents de terrain auprès des parents et autres personnes (par ex. accoucheuses traditionnelles) présentes au moment du décès des femmes concernées. Tous les entretiens ont été analysés par deux obstétriciens expérimentés afin d’établir la cause du décès et d’identifier les facteurs ayant pu contribuer à ce dernier. Un autre médecin a examiné tous les cas qu’au moins un des obstétriciens avait rangé dans la catégorie des décès maternels. Au cours de la période d’étude, 74 décès ont été enregistrés chez des femmes âgées de 15 à 49 ans, dont 18 ont été rangés dans la catégorie des décès maternels (25,7 %). Au cours de la même période il y a eu 4245 naissances vivantes, ce qui correspond à un taux de mortalité maternelle de 424 pour 100 000 naissances vivantes, soit moins de la moitié des taux rapportés dans des études effectuées dans les années 80. Neuf décès ont été rangés dans la catégorie de ceux ayant une cause obstétricale directe, et l’hémorragie a été le principal facteur incriminé dans la mort de 6 patientes (4 au cours du post-partum en raison d’une dystocie/atonie utérine, 1 par suite d’une rétention placentaire et 1 à cause d’un placenta praevia). Les autres décès par causes directes ont eu lieu en début de grossesse (2) et par suite d’une dystocie (1). Les décès par cause obstétricale indirecte (n = 9) ont été principalement causés par l’anémie (4), l’hépatite (1) et des facteurs indéterminés (4). Chacun des obstétriciens a noté à plusieurs reprises que le fait de ne pas avoir apprécié la gravité du problème au niveau communautaire, d’avoir tardé à prendre la décision de rechercher de l’aide et de ne pas avoir bénéficié de soins de santé primaires et de recours de qualité (surtout en ce qui concerne l’absence de services de transfusion sanguine au niveau de recours), étaient des facteurs qui avaient probablement contribué à ces décès maternels. Les résultats de cette enquête laissent à penser qu’il y a eu une réduction importante de la mortalité maternelle dans les régions rurales de Gambie au cours des 15 à 20 dernières années. Au début des années 80, les installations médicales et les professionnels de la santé étaient peu nombreux dans la région étudiée, et les moyens de transport pour se rendre à la ville de Farafenni étaient limités : bicyclettes, charrettes tirées par des chevaux ou des ânes et quelques taxis-brousse roulant sur des pistes. En 1983, un nouveau centre de santé a ouvert à Farafenni, et on a pu progressivement disposer des interventions obstétricales permettant de sauver la vie des mères. Au cours de la seconde moitié des années 80, des services de bus réguliers ont été mis en place entre les villages les plus importants et Farafenni, ainsi qu’un service d’ambulances entre les dispensaires, le centre de santé de Farafenni et l’hôpital de recours de Banjul, la capitale. Le téléphone a également été installé dans les plus gros villages au début des années 90. Il est par conséquent fort probable que la mise à disposition de soins obstétricaux essentiels, auxquels les femmes ont eu accès, a joué un rôle important dans cette réduction. Et l’on peut s’attendre à ce que d’autres améliorations des soins obstétricaux de recours et de la prévention/prise en charge de l’anémie et de l’hémorragie du post-partum permettent de réduire encore davantage la mortalité maternelle.