RESUMEN Introducción: En el contexto cubano existen problemáticas en la conducción de las instituciones de salud que solo un directivo que sea un verdadero líder puede transformarlas; para ello es preciso la interrelación del liderazgo, la motivación y la inteligencia emocional Objetivo: Reflexionar sobre la relación existente entre liderazgo, motivación e inteligencia emocional. Desarrollo: Las instituciones de salud requieren de líderes que posean un enfoque adecuado para asumir el reto, la capacidad y la responsabilidad de conducir a las personas al efectivo logro de sus fines individuales y colectivos. Compartir valores éticos, tener ejemplaridad, creatividad, compromiso y una adecuada comunicación son condiciones imprescindibles de un liderazgo eficaz, además de trabajar en equipo. Para el éxito en la conducción de los procesos en salud pública, la dirección participativa se convierte en una necesidad, en la cual se precisa de un liderazgo centrado en el desarrollo de las comunicaciones, de la motivación de los trabajadores, en aras del fortalecimiento de las funciones docentes, investigativas, asistenciales y gerenciales. En tal sentido, la motivación resulta una condición indispensable para el desempeño eficiente de cualquier actividad que se realice. Conclusiones: La interrelación del liderazgo, la motivación y la inteligencia emocional constituyen una fuerza motriz, un espacio de bienestar, de realización personal y profesional de quienes la desempeñan para alcanzar una meta. Esta integración desde una perspectiva de responsabilidad media entre el éxito y los resultados con el fin de incrementar el estado de salud de la población y su satisfacción con los servicios.
ABSTRACT Introduction: In Cuban context, there are problems in the management of health institutions that only a manager who is a true leader can transform them; for this, it is necessary the interrelation of leadership, motivation and emotional intelligence Objective: To reflect on the relationship between leadership, motivation and emotional intelligence. Development: Health care institutions require leaders who have an adequate approach to assume the challenge, capacity and responsibility to lead people to the effective achievement of their individual and collective goals. Sharing ethical values, having exemplarity, creativity, commitment and adequate communication are essential conditions for effective leadership, in addition to working as a team. For success in the conduct of public health processes, participatory management becomes a necessity, which requires leadership focused on the development of communications, motivation of workers, in order to strengthen teaching, research, care and management functions. In this sense, motivation is an indispensable condition for the efficient performance of any activity that is carried out. Conclusions: Interrelationship among leaders, motivation and emotional intelligence constitute a driving force, a space of well-being, of personal and professional realization of those who perform it to achieve a goal. This integration must be done from a perspective of average responsibility between success and results in order to increase the health status of the population and their satisfaction with the services.