Resumen: Este estudio tiene por objetivo identificar el tipo de apoyo recibido por las cuidadoras familiares de personas mayores en la pandemia de la COVID-19 y sus factores socioeconómicos de salud y atención asociados. Se utilizaron los datos del estudio CUIDA-COVID, un cuestionario en línea aplicado entre agosto y noviembre de 2020 (n = 4.820). Se construyeron tres modelos múltiples, teniendo en cuenta el resultado: apoyo contratado, apoyo familiar y falta de apoyo. Las variables independientes relacionadas con los aspectos socioeconómicos, de salud y de atención se convirtieron en categorías dicotómicas. El apoyo familia fue el más frecuente (48,6%), seguido de la falta de apoyo (38,3%) y el apoyo contratado (13,1%). No se observaron asociaciones significativas entre raza/color, pobreza, problemas crónicos de espalda y estado de ánimo negativo con ninguno de los tipos de apoyo. Los siguientes factores se asociaron fuertemente (RPajustado > 2,0) con el apoyo contratado: la falta de descenso brusco de los ingresos en la pandemia, la falta de dedicación a la atención a tiempo completo, la autoevaluación de la salud como buena/excelente, y el alto grado de dependencia de las personas mayores. Las principales asociaciones en el apoyo familia fueron las siguientes: ascenso no brusco del esfuerzo dedicado a la atención en la pandemia, la no dedicación a una atención a tiempo completo y la fuerte caída de los ingresos en la pandemia. Las características asociadas a la falta de apoyo fueron las siguientes: vivir con la persona mayor, dedicarse a una atención a tiempo completo, vivir con 1 o 2 personas en el hogar, y reportar un marcado incremento en el esfuerzo dedicado a la atención en la pandemia. En general, las cuidadoras con apoyo contratado tenían las mejores condiciones socioeconómicas, de atención y de salud. La falta de atención se relacionó con peores condiciones de salud y atención, mientras que el apoyo familia se relacionó con peores condiciones socioeconómicas.

Abstract: This study aims to identify the type of support received by family caregivers of older people during the COVID-19 pandemic, as well as the associated socioeconomic health and care-related factors. Data from CUIDA-COVID study, an online questionnaire conducted from august to november 2020 (n = 4,820) were used. Three multiple models were built, with the following outcome: contracted support, family support, and lack of support. Independent variables related to socioeconomic, health, and care aspects were converted into dichotomous categories. Family support was the most common (48.6%), followed by lack of support (38.3%), and contracted support (13.1%). No significant associations were observed between race/skin color, poverty status, chronic back pain and negative mood with any type of support. Factors strongly associated (adjustedPR > 2.0) with contracted support were: the non-sharp decrease in income during the pandemic; non-dedication to full-time care; self-rated good/excellent health; and the high degree of dependence of the older individual. For family support, the main associations were: the non-marked increase in the effort to care during the pandemic, the non-dedication to full-time care and the sharp decrease in income during the pandemic. The characteristics associated with lack of support were: living with the older person; dedication to full-time care; living in households with 1 or 2 people; and report a sharp increase in effort to care during the pandemic. Overall, caregivers with contracted support had the best socioeconomic, care and health conditions. Lack of support was related to worse health and care conditions, while family support was related to worse socioeconomic conditions.

Resumo: Este estudo objetiva identificar o tipo de apoio recebido por cuidadoras familiares de pessoas idosas na pandemia de COVID-19, assim como os fatores socioeconômicos de saúde e relativos ao cuidado associados. Utilizou-se dados do estudo CUIDA-COVID, questionário online realizado entre agosto e novembro de 2020 (n = 4.820). Foram construídos três modelos múltiplos, tendo como desfecho: apoio contratado, apoio familiar e ausência de apoio. As variáveis independentes relacionadas a aspectos socioeconômicos, de saúde e cuidado foram convertidas em categorias dicotômicas. O apoio familiar foi o mais comum (48,6%), seguido pelo ausência de apoio (38,3%) e apoio contratado (13,1%). Não foram observadas associações significativas entre raça/cor, situação de pobreza, problema crônico de coluna e estado de ânimo negativo com nenhum dos tipos de apoio. Foram fatores fortemente associados (RPajustada > 2,0) ao apoio contratado: a não diminuição acentuada da renda na pandemia; a não dedicação ao cuidado em tempo integral; a autoavaliação da saúde boa/excelente; e o alto grau de dependência da pessoa idosa. Para o apoio familiar, as principais associações foram: o não aumento acentuado do esforço dedicado ao cuidado na pandemia; a não dedicação ao cuidado em tempo integral; e a diminuição acentuada da renda na pandemia. Foram as características associadas ao ausência de apoio: viver com o idoso; dedicar-se ao cuidado em tempo integral; residir em domicílios com uma ou duas pessoas; e relatar um aumento acentuado do esforço dedicado ao cuidado na pandemia. No geral, as cuidadoras com apoio contratado tiveram as melhores condições socioeconômicas, de cuidado e saúde. A desassistência foi relacionada a piores condições de saúde e cuidado, enquanto o apoio familiar às piores condições socioeconômicas.

Abstract: This study aims to identify the type of support received by family caregivers of older people during the COVID-19 pandemic, as well as the associated socioeconomic health and care-related factors. Data from CUIDA-COVID study, an online questionnaire conducted from august to november 2020 (n = 4,820) were used. Three multiple models were built, with the following outcome: contracted support, family support, and lack of support. Independent variables related to socioeconomic, health, and care aspects were converted into dichotomous categories. Family support was the most common (48.6%), followed by lack of support (38.3%), and contracted support (13.1%). No significant associations were observed between race/skin color, poverty status, chronic back pain and negative mood with any type of support. Factors strongly associated (adjustedPR > 2.0) with contracted support were: the non-sharp decrease in income during the pandemic; non-dedication to full-time care; self-rated good/excellent health; and the high degree of dependence of the older individual. For family support, the main associations were: the non-marked increase in the effort to care during the pandemic, the non-dedication to full-time care and the sharp decrease in income during the pandemic. The characteristics associated with lack of support were: living with the older person; dedication to full-time care; living in households with 1 or 2 people; and report a sharp increase in effort to care during the pandemic. Overall, caregivers with contracted support had the best socioeconomic, care and health conditions. Lack of support was related to worse health and care conditions, while family support was related to worse socioeconomic conditions.

Resumen: Este estudio tiene por objetivo identificar el tipo de apoyo recibido por las cuidadoras familiares de personas mayores en la pandemia de la COVID-19 y sus factores socioeconómicos de salud y atención asociados. Se utilizaron los datos del estudio CUIDA-COVID, un cuestionario en línea aplicado entre agosto y noviembre de 2020 (n = 4.820). Se construyeron tres modelos múltiples, teniendo en cuenta el resultado: apoyo contratado, apoyo familiar y falta de apoyo. Las variables independientes relacionadas con los aspectos socioeconómicos, de salud y de atención se convirtieron en categorías dicotómicas. El apoyo familia fue el más frecuente (48,6%), seguido de la falta de apoyo (38,3%) y el apoyo contratado (13,1%). No se observaron asociaciones significativas entre raza/color, pobreza, problemas crónicos de espalda y estado de ánimo negativo con ninguno de los tipos de apoyo. Los siguientes factores se asociaron fuertemente (RPajustado > 2,0) con el apoyo contratado: la falta de descenso brusco de los ingresos en la pandemia, la falta de dedicación a la atención a tiempo completo, la autoevaluación de la salud como buena/excelente, y el alto grado de dependencia de las personas mayores. Las principales asociaciones en el apoyo familia fueron las siguientes: ascenso no brusco del esfuerzo dedicado a la atención en la pandemia, la no dedicación a una atención a tiempo completo y la fuerte caída de los ingresos en la pandemia. Las características asociadas a la falta de apoyo fueron las siguientes: vivir con la persona mayor, dedicarse a una atención a tiempo completo, vivir con 1 o 2 personas en el hogar, y reportar un marcado incremento en el esfuerzo dedicado a la atención en la pandemia. En general, las cuidadoras con apoyo contratado tenían las mejores condiciones socioeconómicas, de atención y de salud. La falta de atención se relacionó con peores condiciones de salud y atención, mientras que el apoyo familia se relacionó con peores condiciones socioeconómicas.

Resumo: Este estudo objetiva identificar o tipo de apoio recebido por cuidadoras familiares de pessoas idosas na pandemia de COVID-19, assim como os fatores socioeconômicos de saúde e relativos ao cuidado associados. Utilizou-se dados do estudo CUIDA-COVID, questionário online realizado entre agosto e novembro de 2020 (n = 4.820). Foram construídos três modelos múltiplos, tendo como desfecho: apoio contratado, apoio familiar e ausência de apoio. As variáveis independentes relacionadas a aspectos socioeconômicos, de saúde e cuidado foram convertidas em categorias dicotômicas. O apoio familiar foi o mais comum (48,6%), seguido pelo ausência de apoio (38,3%) e apoio contratado (13,1%). Não foram observadas associações significativas entre raça/cor, situação de pobreza, problema crônico de coluna e estado de ânimo negativo com nenhum dos tipos de apoio. Foram fatores fortemente associados (RPajustada > 2,0) ao apoio contratado: a não diminuição acentuada da renda na pandemia; a não dedicação ao cuidado em tempo integral; a autoavaliação da saúde boa/excelente; e o alto grau de dependência da pessoa idosa. Para o apoio familiar, as principais associações foram: o não aumento acentuado do esforço dedicado ao cuidado na pandemia; a não dedicação ao cuidado em tempo integral; e a diminuição acentuada da renda na pandemia. Foram as características associadas ao ausência de apoio: viver com o idoso; dedicar-se ao cuidado em tempo integral; residir em domicílios com uma ou duas pessoas; e relatar um aumento acentuado do esforço dedicado ao cuidado na pandemia. No geral, as cuidadoras com apoio contratado tiveram as melhores condições socioeconômicas, de cuidado e saúde. A desassistência foi relacionada a piores condições de saúde e cuidado, enquanto o apoio familiar às piores condições socioeconômicas.

O artigo tem o objetivo de analisar o efeito da pandemia na carga de cuidado da pessoa idosa com dependência funcional, segundo a presença de cuidador contratado e condições socioeconômicas no ano de 2020. Utilizou-se a ConVid - Pesquisa de Comportamentos de 2020 como fonte de dados. Calculou-se a distribuição percentual e a prevalência da população que mora com idoso com dependência funcional durante a pandemia da COVID-19, segundo sexo, raça/cor da pele e renda. Estimou-se o teste de qui-quadrado de Pearson e a razão da prevalência de aumento do trabalho doméstico, ajustando-se modelos de regressão de Poisson com a variância robusta. Utilizou-se o intervalo de 95% de confiança (IC95%). Entre adultos que moravam com idoso, 8,1% (IC95%: 7,1-9,4) tinham pelo menos um idoso com dependência funcional. Durante a pandemia, 11,7% (IC95%: 8,5-16,0) deixaram de ter cuidador, o que se explica pelo distanciamento social para redução de risco de contágio e/ou pela diminuição da capacidade aquisitiva das famílias. Aqueles que perderam cuidador remunerado durante a pandemia tiveram maior probabilidade de aumento da carga do cuidado, independentemente da condição socioeconômica. Verificou-se a distribuição desigual do trabalho de cuidar na população, que se intensificou com a chegada da pandemia da COVID-19. A piora da carga de cuidado de idoso com dependência funcional foi mais acentuada entre os grupos mais privilegiados, como brancos e de maior renda. Uma hipótese é a de que os grupos mais vulneráveis já tivessem uma alta carga de cuidado antes da pandemia. A crise no cuidado se agrava diante do desmonte da atenção básica, redução do suporte social às famílias brasileiras no contexto de pandemia e aumento do desemprego, diminuindo a capacidade de contratação de cuidador.

The article aims to analyze the pandemic’s effect on the burden of care for elderly persons with functional dependency according to the presence of hired caregivers and socioeconomic conditions in the year 2020. Data were obtained from the ConVid - Behavior Survey of 2020. We calculated the percentage distribution and prevalence of the population living with elderly persons with functional dependency during the COVID-19 pandemic according to sex, race/color, and income. We estimated the Pearson chi-square test and prevalence ratio for the increase in household work, fitting Poisson regression models with robust variance and using 95% confidence intervals (95%CI). Among adults living with elderly individuals, 8.1% (95%CI: 7.1-9.4) had at least one elderly person with functional dependency. During the pandemic, 11.7% (95%CI: 8.5-16.0) stopped hiring third-party caregivers, which can be explained by social distancing to reduce risk of transmission and/or by the decline in families’ purchasing power. Those who lost hired caregivers during the pandemic were more likely to experience an increase in the burden of care, regardless of their socioeconomic status. There was an unequal distribution of caregiving work in the population, intensified by the arrival of the COVID-19 pandemic. The heavier load of care for elderly persons with functional dependency was sharper in more socioeconomically privileged groups such as whites and those with higher income. One hypothesis is that more vulnerable groups already bore a high burden of care before the pandemic. The crisis in care has been aggravated by the dismantling of primary healthcare in Brazil, a reduction in social support for Brazilian families during the pandemic, and rising unemployment, decreasing families’ capacity to hire caregivers.

El artículo tiene como objetivo analizar el efecto de la pandemia en la carga de cuidado de la persona anciana con dependencia funcional, según la presencia del cuidador contratado y condiciones socioeconómicas, durante el año 2020. Se utilizó la ConVid - Encuesta de Comportamientos de 2020 como fuente de datos. Se calculó la distribución porcentual y la prevalencia de la población que vive con anciano con dependencia funcional durante la pandemia de COVID-19, según sexo, raza/color de piel y renta. Se estimó el test de chi-cuadrado de Pearson y la razón de la prevalencia de aumento del trabajo doméstico, ajustándose a modelos de regresión de Poisson con variancia robusta. Se utilizó el intervalo de 95% de confianza (IC95%). Entre adultos que vivían con ancianos, un 8,1% (IC95%: 7,1-9,4) tenían por lo menos un anciano con dependencia funcional. Durante la pandemia, un 11,7% (IC95%: 8,5-16,0) dejaron de tener cuidador, lo que se explica por el distanciamiento social para la reducción del riesgo de contagio y/o por la disminución de la capacidad adquisitiva de las familias. Aquellos que perdieron un cuidador remunerado durante la pandemia tuvieron una mayor probabilidad de aumento de la carga del cuidado, independientemente de la condición socioeconómica. Se verificó la distribución desigual del trabajo de cuidar en la población, que se intensificó con la llegada de la pandemia de COVID-19. El empeoramiento de la carga de cuidado de anciano con dependencia funcional fue más acentuada entre los grupos más privilegiados, como blancos y de mayor renta. Una hipótesis es la de que los grupos más vulnerables ya tuvieran una alta carga de cuidado antes de la pandemia. La crisis en el cuidado se agrava ante el desmantelamiento de la Atención Básica, reducción del apoyo social a las familias brasileñas en el contexto de pandemia y aumento del desempleo, disminuyendo la capacidad de contratación de cuidadores.

O artigo tem o objetivo de analisar o efeito da pandemia na carga de cuidado da pessoa idosa com dependência funcional, segundo a presença de cuidador contratado e condições socioeconômicas no ano de 2020. Utilizou-se a ConVid - Pesquisa de Comportamentos de 2020 como fonte de dados. Calculou-se a distribuição percentual e a prevalência da população que mora com idoso com dependência funcional durante a pandemia da COVID-19, segundo sexo, raça/cor da pele e renda. Estimou-se o teste de qui-quadrado de Pearson e a razão da prevalência de aumento do trabalho doméstico, ajustando-se modelos de regressão de Poisson com a variância robusta. Utilizou-se o intervalo de 95% de confiança (IC95%). Entre adultos que moravam com idoso, 8,1% (IC95%: 7,1-9,4) tinham pelo menos um idoso com dependência funcional. Durante a pandemia, 11,7% (IC95%: 8,5-16,0) deixaram de ter cuidador, o que se explica pelo distanciamento social para redução de risco de contágio e/ou pela diminuição da capacidade aquisitiva das famílias. Aqueles que perderam cuidador remunerado durante a pandemia tiveram maior probabilidade de aumento da carga do cuidado, independentemente da condição socioeconômica. Verificou-se a distribuição desigual do trabalho de cuidar na população, que se intensificou com a chegada da pandemia da COVID-19. A piora da carga de cuidado de idoso com dependência funcional foi mais acentuada entre os grupos mais privilegiados, como brancos e de maior renda. Uma hipótese é a de que os grupos mais vulneráveis já tivessem uma alta carga de cuidado antes da pandemia. A crise no cuidado se agrava diante do desmonte da atenção básica, redução do suporte social às famílias brasileiras no contexto de pandemia e aumento do desemprego, diminuindo a capacidade de contratação de cuidador.

The article aims to analyze the pandemic’s effect on the burden of care for elderly persons with functional dependency according to the presence of hired caregivers and socioeconomic conditions in the year 2020. Data were obtained from the ConVid - Behavior Survey of 2020. We calculated the percentage distribution and prevalence of the population living with elderly persons with functional dependency during the COVID-19 pandemic according to sex, race/color, and income. We estimated the Pearson chi-square test and prevalence ratio for the increase in household work, fitting Poisson regression models with robust variance and using 95% confidence intervals (95%CI). Among adults living with elderly individuals, 8.1% (95%CI: 7.1-9.4) had at least one elderly person with functional dependency. During the pandemic, 11.7% (95%CI: 8.5-16.0) stopped hiring third-party caregivers, which can be explained by social distancing to reduce risk of transmission and/or by the decline in families’ purchasing power. Those who lost hired caregivers during the pandemic were more likely to experience an increase in the burden of care, regardless of their socioeconomic status. There was an unequal distribution of caregiving work in the population, intensified by the arrival of the COVID-19 pandemic. The heavier load of care for elderly persons with functional dependency was sharper in more socioeconomically privileged groups such as whites and those with higher income. One hypothesis is that more vulnerable groups already bore a high burden of care before the pandemic. The crisis in care has been aggravated by the dismantling of primary healthcare in Brazil, a reduction in social support for Brazilian families during the pandemic, and rising unemployment, decreasing families’ capacity to hire caregivers.

El artículo tiene como objetivo analizar el efecto de la pandemia en la carga de cuidado de la persona anciana con dependencia funcional, según la presencia del cuidador contratado y condiciones socioeconómicas, durante el año 2020. Se utilizó la ConVid - Encuesta de Comportamientos de 2020 como fuente de datos. Se calculó la distribución porcentual y la prevalencia de la población que vive con anciano con dependencia funcional durante la pandemia de COVID-19, según sexo, raza/color de piel y renta. Se estimó el test de chi-cuadrado de Pearson y la razón de la prevalencia de aumento del trabajo doméstico, ajustándose a modelos de regresión de Poisson con variancia robusta. Se utilizó el intervalo de 95% de confianza (IC95%). Entre adultos que vivían con ancianos, un 8,1% (IC95%: 7,1-9,4) tenían por lo menos un anciano con dependencia funcional. Durante la pandemia, un 11,7% (IC95%: 8,5-16,0) dejaron de tener cuidador, lo que se explica por el distanciamiento social para la reducción del riesgo de contagio y/o por la disminución de la capacidad adquisitiva de las familias. Aquellos que perdieron un cuidador remunerado durante la pandemia tuvieron una mayor probabilidad de aumento de la carga del cuidado, independientemente de la condición socioeconómica. Se verificó la distribución desigual del trabajo de cuidar en la población, que se intensificó con la llegada de la pandemia de COVID-19. El empeoramiento de la carga de cuidado de anciano con dependencia funcional fue más acentuada entre los grupos más privilegiados, como blancos y de mayor renta. Una hipótesis es la de que los grupos más vulnerables ya tuvieran una alta carga de cuidado antes de la pandemia. La crisis en el cuidado se agrava ante el desmantelamiento de la Atención Básica, reducción del apoyo social a las familias brasileñas en el contexto de pandemia y aumento del desempleo, disminuyendo la capacidad de contratación de cuidadores.

Resumo Este artigo teve como objetivo discutir os desafios para a implementação das ações de saúde mental na Estratégia Saúde da Família na perspectiva da desinstitucionalização e territorialização do cuidado. Descrevemos, na visão de gestores e equipes de saúde da família, o contexto territorial, formas de identificação das demandas e práticas de acolhimento e cuidado em saúde mental. Avaliamos ainda os desafios para a construção de abordagens psicossociais potentes e o cuidado em rede. O campo da pesquisa constituiu-se de dois territórios da cidade (Manguinhos e Complexo do Alemão) com características emblemáticas do contexto urbano do Rio de Janeiro no período estudado (2009 a 2013). Os pesquisadores trabalharam com estratégias de metodologias qualitativas e colaborativas que incluíram entrevistas com gestores, grupos focais com trabalhadores e visitas sistemáticas ao campo. Os dados coletados apontaram tendências específicas como expansão acelerada da Estratégia Saúde da Família com impactos no processo de trabalho; discurso dos gestores com evidência de abertura para inclusão da saúde mental na Estratégia; narrativas dos trabalhadores explicitando sensação de despreparo e baixa percepção do potencial terapêutico da atenção básica; violência nos territórios causando tensões e ambivalências em relação aos poderes locais; associação direta entre saúde mental e cotidiano violento.

Abstract This article aimed to discuss the challenges to the implementation of mental health actions in the Family Health Strategy in the context of deinstitutionalization and of the territorialization of care. We described, in the view of the family health managers and teams, the territorial context, forms of identification of the demands, and the mental health support and care practices. We also evaluated the challenges to building powerful psychosocial approaches and network care. The research field consisted of two territories in the municipality of Rio de Janeiro (Manguinhos and Complexo do Alemão), Brazil, with iconic features of the city's urban context, in the period studied (2009-2013). The researchers worked with qualitative and collaborative methodology strategies that included interviews with managers, focus groups with workers, and systematic visits to the field. The data collected showed specific trends, such as the accelerated expansion of the Family Health Strategy with impact on the work process; the discourse of the managers with evidence of opening for the inclusion of mental health in the Strategy; workers' narratives explaining their sense of unpreparedness and a low perception of the therapeutic potential of primary care; violence in the territories causing tension and ambivalence in relation to local authorities; direct association between mental health and violence in daily life.

Resumen Este artículo tuvo como objetivo discutir los desafíos para la implementación de las acciones de salud mental en la Estrategia Salud de la Familia en la perspectiva de la desinstitucionalización y territorialización del cuidado. Describimos, en la visión de gestores y equipos de salud de la familia, el contexto territorial, formas de identificación de las demandas y prácticas de acogida y cuidado en salud mental. Evaluamos también los desafíos para la construcción de enfoques psicosociales potentes y el cuidado en red. El campo de la investigación estuvo constituido por dos territorios del municipio de Río de Janeiro (Manguinhos y Complexo do Alemão), Brasil, con características emblemáticas del contexto urbano de la ciudad, en el período estudiado (2009 a 2013). Los investigadores trabajaron con estrategias de metodologías cualitativas y colaborativas que incluyeron entrevistas con gestores, grupos focales con trabajadores y visitas sistemáticas al campo. Los datos recolectados señalaron tendencias específicas como expansión acelerada de la Estrategia Salud de la Familia con impactos en el proceso de trabajo; discurso de los gestores con evidencia de apertura para inclusión de la salud mental en la Estrategia; narrativas de los trabajadores explicitando sensación de falta de preparación y baja percepción del potencial terapéutico de la atención básica; violencia en los territorios causando tensiones y ambivalencias con relación a los poderes locales; asociación directa entre salud mental y violencia cotidiana.

Com a ascensão do envelhecimento da população brasileira ao posto de 'problema social', assistimos a um crescimento cada vez maior do número de especialistas dedicados a este 'grupo etário': os geriatras e gerontólogos, que ocupam papel de destaque na formulação das novas formas de gestão da velhice. No entanto, a gerontologia parece ter problemas internos na sua formulação como campo de saber, que parecem comprometer sua consolidação como profissão e seu reconhecimento como disciplina científica. No presente artigo, procuramos chamar atenção para as dificuldades que a gerontologia encontra para delimitar seu campo e definir seu objeto. Sustentamos que tais dificuldades parecem derivar de uma questão central, que é a impossibilidade de serem delimitadas as fronteiras entre o normal e o patológico, na velhice. Por fim, analisamos a questão sob um ponto de vista histórico, à luz do processo de constituição do saber médico sobre o envelhecimento.

Since life expectancy of Brazilian population increased and aging was considered a "social problem", there has been a boom of specialists in old age. Gerontologists and geriatricians are now playing a relevant role in setting new trends to the management of issues related to old age. However, gerontology as a field of knowledge seems to have internal questions that apparently hinder its professional consolidation and its scientific recognition. In this article, the author focus the difficulties gerontology has in order to delimitate its field of action and to define the object of its studies. The author argues that such difficulties derive from a central point: the impossibility to delimitate the frontiers between what is normal and what is pathological in old age. He also analyzes the constitution of medical knowledge on aging in a historical perspective.