ABSTRACT During the first weeks of 2020, cases of SARS-CoV-2 began to be reported outside of China, with a rapid increase in cases and deaths worldwide. SARS-CoV-2 is a positive single-stranded RNA virus, encased in a lipid bilayer derived from the host cell membrane and consists of four structural proteins (S, M, E and N), plus a haemagglutinin-sterase. The binding of the S protein to the ECA2 receptor allows the entry of the virus into the host cell and is a potential therapeutic target. 81% of patients develop mild symptoms, 14% have severe symptoms and 5% require intensive care management. Fever is the most frequent symptom, followed by cough and dyspnea. Most patients do not present leukocytosis, but they do present lymphopenia with sputum cultures that do not show other pathogens. In lung biopsies of severe patients, the most noticeable finding is diffuse alveolar damage. Radiologically, ground glass and alveolar patterns are observed; the lesions being predominantly basal, subpleural, and posterior, with a multifocal peripheral distribution, more affecting the right lower lobe. There is a marked inflammatory response, up to the cytokine storm, in which anti-inflammatory treatment with pulse therapy with methylprednisolone would be indicated. Although there are no large-scale studies regarding the use of chloroquine / hydroxychloroquine, due to the global situation, its use has been authorized for its anti-SARS-CoV-2 and anti-inflammatory effect, which can be potentiated with the use of azithromycin.
RESUMEN Durante las primeras semanas de 2020 se comenzaron a informar casos de personas con SARS-CoV-2 fuera de China, con un rápido aumento de casos y muertes en todo el mundo. El SARS-CoV-2 es un virus ARN monocatenario positivo, envuelto en una bicapa lipídica derivada de la membrana celular del huésped y constituido por cuatro proteínas estructurales (S, M, E y N), además de una hemaglutinina-esterasa. La unión de la proteína S con el receptor de enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA2) permite la entrada del virus a la célula huésped y es una potencial diana terapéutica. El 81% de los enfermos hace cuadro leve; el 14%, grave; y el 5% requiere cuidados intensivos. La fiebre es el síntoma más frecuente, seguido de tos y disnea. La mayoría de los pacientes no presentan leucocitosis pero sí linfopenia, con cultivos de esputo que no muestran otros patógenos. En las biopsias de pulmón de pacientes graves el hallazgo más llamativo es el daño alveolar difuso. Radiológicamente se aprecian patrones de vidrio esmerilado y alveolar, siendo las lesiones de predominio basal, subpleural y posterior, con una distribución periférica multifocal, afectando más el lóbulo inferior derecho. Hay una marcada respuesta inflamatoria, que llega hasta la tormenta de citoquinas, en la que el tratamiento antiinflamatorio con terapia de pulso con metilprednisolona estaría indicado. Aunque no existan estudios en gran escala respecto al uso de cloroquina/hidroxicloroquina, debido a la situación mundial se ha autorizado su uso por su efecto anti SARS-CoV-2 y anti-inflamatorio, el cual puede ser potenciado con el uso de azitromicina.