Domestic violence is as old as the origin of mankind. Infant violence and violence against the woman and the old person are well known. The older people group represents a growing population due to higher life expectancies in the last few years encouraged by the present medical advances and healthier life styles. Nowadays, 13% of the Cuban population is 65 years and over; but according to estimates, the elderly will outnumber the children for the first time in 2020. Therefore, one must closely watch the treatment to this population section in the forthcoming year. It is expected that elder abuse grows, so the impact of abuse on health should be taken into account. Mistreatment of the elderly mainly includes physical, emotional, financial, sexual abuse, negligence and denial of assistance. Providing them with living conditions that encourage independence, protect them from the legal viewpoint, creating adequate sites where they may claim for possible violations and giving them and the society information on the various forms of abuse are all actions that should be fully taken since they will contribute to the prevention of violence.
La violencia doméstica es tan antigua como la humanidad. Se reconoce la violencia infantil, contra la mujer y al anciano El último grupo está conformado por una población en ascenso por las mayores expectativas de vida de los últimos años dadas, entre otros factores, por los avances médicos actuales y los estilos de vida saludables. Cuba tiene actualmente el 13 % de la población con 65 años y más y según estimados, para el 2020 existirán por primera vez más ancianos que niños. Por ello, en los próximos años habrá que seguir de cerca el trato a este grupo poblacional. Es de esperar que se incremente el abuso contra el anciano y el impacto de este abuso sobre la salud debe ser considerado. La gama de maltratos que puede sufrir el anciano incluye fundamentalmente, el abuso físico, emocional, financiero, sexual, por negligencia y la negación a brindarle ayuda. Garantizarles condiciones de vida que les ofrezcan independencia, protegerlos jurídicamente, crearles espacios adonde acudir para reclamar por las violaciones que pudieran sufrir y brindarles información a ellos y a la sociedad sobre las formas en que se puede manifestar el maltrato, son acciones que deben cumplirse con exactitud y que contribuirían a la prevención de la violencia.