Although the application of legal instruments to international health issues - relative to other areas of international concern - is still at a rudimentary stage of development, the transnational health impacts of globalization provide a rationale for the codification and implementation of global norms to deal with shared problems. The experience of promulgating international agreements in other areas closely related to international health - the environment, for example - demonstrates how evidence-based international agreements can effectively address a range of problems that cross national boundaries. The framework convention-protocol approach is a legally binding, incremental approach to international law-making that has frequently been employed to deal with environmental threats, and is now being adapted to serve purely public health ends. Experience with the recently initiated WHO Framework Convention on Tobacco Control provides a case study of how transnational public health problems can be addressed by an international legal approach. Scientific evidence in public health and economics has provided the foundation for the elaboration of this evidence-based strategy. The present tobacco epidemic poses a range of transnational challenges that are best addressed through coordinated action. In this article, it is argued that the proposed Convention has the potential to be a global ‘‘good’’ for public health - i.e. it has the potential to yield important global public health benefits - and that it represents a test case for more active involvement of the public health community in international law-making.
En la salud de las poblaciones influyen de forma creciente en todo el mundo fuerzas transnacionales económicas, sociales, científicas, tecnológicas y culturales. Las esferas nacionales e internacionales de las políticas de salud están tornándose cada vez más imbricadas e inseparables. A modo de ejemplo de cómo pueden abordarse esos problemas transnacionales mediante medidas jurídicas de ámbito internacional, en este artículo se presenta un estudio práctico del Convenio Marco de la OMS para la Lucha Antitabáquica, iniciativa emprendida recientemente para combatir la epidemia mundial de tabaquismo. Toda vez que el desarrollo económico en gran escala tiene profundas repercusiones mundiales en la salud pública, es necesario ampliar y aplicar paralelamente la legislación sanitaria internacional. Aunque la protección y la promoción de la salud pública han sido tradicionalmente asuntos abordados a nivel nacional, la influencia rápida y generalizada de la mundialización exige nuevos marcos de colaboración internacional para hacer frente a las amenazas mundiales que se ciernen sobre la salud y para crear oportunidades de promoción de la salud. En consecuencia, la codificación y la ejecución de normas sanitarias vinculantes resultan crecientemente necesarias a medida que se acelera la interdependencia internacional en materia de salud y que los países reconocen la necesidad de cooperar para resolver problemas esenciales. Los efectos sanitarios de la globalización, tanto positivos como negativos, se han convertido en un tema de política fundamental que conduce a la ampliación de la actividad legislativa internacional tradicional. La legislación sanitaria internacional abarca hoy cuestiones cada vez más complejas, incluidos los aspectos de la reproducción humana y la clonación humana, el trasplante de órganos humanos, las enfermedades infecciosas emergentes, el comercio internacional de alimentos, el control de la seguridad de los servicios de salud y de los productos farmacéuticos, y la fiscalización de sustancias adictivas tales como los estupefacientes. Como resultado de la globalización, se admite también que la legislación sanitaria internacional estáinextricablemente ligada a otros sectores relacionados con el derecho ambiental internacional y el control de los contaminantes tóxicos, la legislación laboral internacional y la salud y la seguridad ocupacionales, el control de los armamentos y la prohibición de las armas de destrucción masiva, la seguridad nuclear y la protección radiológica, y la fecundidad y el crecimiento demográfico. Además, enel desarrollo de instrumentos jurídicos internacionales, por ejemplo para hacer frente a problemas ambientales transfronterizos y mundiales, las pruebas científicas han sido un componente importante del procedimiento para la celebración de tratados. En contraste con la evolución registrada por la actividad normativa internacional en el campo de salud y en otros sectores conexos de alcance internacional durante los últimos decenios bajo los auspicios de gran número de organizaciones y organismos del sistema de las Naciones Unidas, la OMS no ha utilizado nunca - hasta hace poco - su autoridad constitucional para promover el desarrollo de un convenio internacional de carácter vinculante en ningún sector de la salud pública mundial. Sólo en mayo de 1999 los Estados Miembros de la OMS adoptaron una resolución que ha acelerado el proceso iniciado para negociar y adoptar el primer tratado de la Organización, a saber, el Convenio Marco de la OMS para la Lucha Antitabáquica. ¿Por quées tan importante en este momento para la salud pública el desarrollo del derecho internacional? El presente artículo se propone abordar esta pregunta en tres partes. Primero, se sostiene que la actual mundializaciónde los problemas de salud pública configura un panorama donde el desarrollo de normas y patrones mundiales resulta cada vez más necesario. Segundo, la experiencia adquirida durante la elaboración de acuerdos internacionales en otros sectores estrechamente relacionados con la salud internacional, en particular el del medio ambiente, demuestra que los acuerdos internacionales pueden influir en la realidad y que es posible usar pruebas científicas en apoyo del desarrollo del derecho internacional. Por último, la experiencia de negociación del Convenio Marco de la OMS para la Lucha Antitabáquica proporciona un estudio práctico que ilustra la manera de abordar los problemas de salud pública transnacionales mediante una perspectiva internacional, así como la utilidad de los datos científicos sobre salud pública y economía como fundamento para el desarrollo de este acuerdo vinculante.
Dans toutes les parties du monde, la santédes populations est de plus en plus influencée par des forces économiques, sociales, scientifiques, technologiques et culturelles transnationales. Les dimensions nationales et internationales des politiques de santé étant de plus en plus étroitement imbriquées, une approche juridique internationale peut permettre de résoudre certains problèmes. A titre d’exemple, le présent article examine la convention-cadre récemment élaborée par l’OMS pour lutter efficacement contre les méfaits du tabac au plan mondial. Parce que le développement économique à grande échelle a de profondes répercussions sur la santépublique, il importe d’élaborer et de mettre en oeuvre parallèlement une réglementation internationale rigou-reuse en matière de santé. Bien que la protection et la promotion de la santépublique relèvent traditionnelle-ment des compétences individuelles des nations, l’impact croissant de la mondialisation exige la mise en place de nouveaux cadres de collaboration internationaux. La codification et l’élaboration de normes juridiquement contraignantes deviennent donc de plus en plus importantes à mesure que l’interdépendance des pays en matière de santés’accélère et qu’ils prennent conscience de l’utilitéde la coopération pour résoudre des problèmes essentiels. Les conséquences de la mondialisation sur la santé, qu’elles soient positives ou négatives, constituent un enjeu majeur, qui a déjà donnélieu à un renforcement des instruments juridiques internationaux. Ces derniers englobent aujourd’hui des questions de plus en plus complexes, y compris certains problèmes associés à la procréation et au clonage humains, aux transplantations d’organes, aux maladies infectieuses émergentes, au commerce international des denrées alimentaires, à lasécuritédes services sanitaires et des produits pharmaceutiques, ou encore aux substances provoquant une dépendance, comme les stupéfiants. Du fait de la mondialisation, ils sont aussi intimement liésà d’autres instruments du droit international touchant, notamment, à l’environnement et à la lutte contre les polluants toxiques, à lasécuritéetà l’hygiène du travail, au contrôle des armes et à l’interdiction des armes de destruction de masse, à lasécuriténucléaire et à la radioprotection, à laféconditéetà la croissance démographique. En outre, la recherche scientifique joue un rôle croissant dans l’élaboration des instruments juridiques internationaux lorsqu’il s’agit, par exemple, de s’attaquer aux problèmes environnementaux transfrontières. Si, au cours des dernières décennies, de nom-breuses organisations et agences du système des Nations Unies ont pris une part active au développement du droit international dans le domaine de la santéet dans d’autres secteurs connexes intéressant la communautéinternationale, l’OMS est longtemps restée en marge de ces efforts, n’usant que récemment du droit que lui confère sa Constitution de promouvoir l’élaboration d’une convention juridiquement contraignante dans un domaine quelconque de la santépublique mondiale. C’est en mai 1999 seulement que les Etats Membres de l’Organisation ont adoptéune résolution en vue d’accélérer le processus de négociation et d’adoption du premier traitépromu par l’OMS - la convention-cadre pour la lutte antitabac. Pourquoi le renforcement du droit international estil aujourd’hui crucial pour la santépublique ? Premièrement, parce que la mondialisation des problèmes de santépublique rend indispensable l’élaboration de normes s’appliquant elles aussi à toute la communautédes nations. Deuxièmement, parce que l’expérience a fait la preuve de l’efficacitéd’accords internationaux fondés sur les connaissances scientifiques dans d’autres domaines étroitement liés à la santé - notamment l’environnement. Enfin, parce que l’expérience des négociations qui ont abouti à la convention-cadre de l’OMS pour la lutte antitabac a confirméque les problèmes de santépublique transnationaux peuvent être résolus par une approche internationale, et que la recherche scientifique dans les domaines de la santépublique et de l’économie fournit une base solide pour la formulation d’accords.