Abstract: Introduction: Forced spirometry is a diagnostic and prognostic tool in asthma and Chronic Obstructive Pulmonary Disease (COPD). The low use of the test is a problem that persists, particularly in the first level of care, generating underdiagnosis, and inadequate diagnosis of obstructive diseases. Learning the maneuver and interpretation of it is not a mandatory part of the academic program of medical students and residents routinely in many countries, including Mexico. Objective: To evaluate the possible reasons for the low use of spirometry in the first level of Care in Mexico and the impact of an educational program on the declarative an procedural learning of the test. Material and methods: Face-to-face training in spirometry, of 6 hours, was carried out to the staff of the primary care centers with the highest prevalence of acute respiratory infections in the Mexican Republic (phase I). Participants solved a survey about spirometry use before attending the course. Evaluation of 13 questions and a graphic interpretation exercise was applied before and after the session. They were instructed to deliver spirometry tests of biological controls to INER and receive feedback from pulmonologist. The staff that remained active was invited to become certified in spirometry based on NIOSH (phase II). The scores obtained pre and post-intervention during phase I were analyzed; as well as during phase II in the subgroup of participants who remained active. Results: 579 subjects attended the phase I training. 397 (68.6%) solved the pre-course survey. 83.9 and 78.9% reported attending more than one patient with the diagnosis of Asthma or COPD, respectively. 53.8% requested none spirometry in their monthly consultation. Among the causes, 39.7% consider it very important do not know how to perform it and not to have the equipment to do the test (30.5%). After the course, a significant improvement in declarative knowledge was observed compared to the diagnostic evaluation. 53.85 (RIC 38.46-69.23) versus 23.08 (RIC 7.69-30.77) respectively. After 10 months (7.17-14.5), only 77 participants went to phase II and took the spirometry certification course (18 hours) demonstrating stability in the theoretical score despite the elapsed time and good quality scores in the theoretical and practical evaluations after the 2nd intervention. Conclusion: The knowledge about spirometry is minimal and poorly used in the primary care of our country. Possible causes are a lack of continuous training and infrastructure. After a short training, there is a significant improvement in the learning of the test, which is held months later and is reinforced with a second training of longer duration. However, after a year of follow-up, new staff replaced the original one in a large percentage. What makes it necessary to establish more cost-effective educational modalities as tele-education.
Resumen: Introducción: La espirometría forzada es una herramienta diagnóstica y pronóstica en asma y en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El poco uso de esta prueba es un problema persistente, en particular en el primer nivel de atención, lo que genera subdiagnóstico y diagnóstico inadecuado de enfermedades respiratorias obstructivas. El aprendizaje de la maniobra espirométrica y su interpretación no son obligatorios en los programas académicos de las facultades de medicina en muchos países incluyendo México. Objetivo: Evaluar los posibles motivos del poco uso de la espirometría en el primer nivel de atención en México y el impacto de un programa educativo en el aprendizaje declarativo y procedimental de la prueba. Material y métodos: Se desarrolló un entrenamiento presencial de seis horas dirigido al personal de primer nivel perteneciente a los centros con mayor prevalencia de infecciones respiratorias agudas en México (fase I). Los participantes resolvían una encuesta sobre el uso de la espirometría antes de acudir al curso. Se aplicó una evaluación de 13 preguntas y un ejercicio de interpretación gráfica antes y después del curso. Se instruyó a los participantes sobre el envío de controles biológicos al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias para poder continuar en el proyecto y ser invitados al curso de certificación de fase II, basado en los estándares del Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH). Se analizaron los puntajes pre- y posintervención del curso de fase I, así como del curso de fase II en aquellos participantes que continuaron activos. Resultados: 579 sujetos realizaron el entrenamiento de fase I, de los cuales, 397 (68.6%) contestaron la encuesta inicial, en la cual 83.9 y 78.9% reportaron atender más de un paciente con el diagnóstico de asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica, respectivamente. El 53.8% de los encuestados no solicita ninguna espirometría al mes. Entre los motivos destacan el desconocimiento sobre la ejecución de la prueba (39.7%) y falta de equipo para realizarla (30.5%). Después del curso se observó una mejoría significativa en el conocimiento declarativo, comparado con la evaluación diagnóstica 53.85 (RIC 38.46-69.23) versus 23.08 (RIC 7.69-30.77), respectivamente. Después de 10 meses (7.17-14.5) sólo 77 sujetos tomaron el curso de Certificación en Espirometría (18 horas) o fase II, demostrando estabilidad en la puntuación teórica a pesar del tiempo transcurrido y puntuaciones de buena calidad en las evaluaciones (teóricas y prácticas) posteriores a la segunda intervención. Conclusión: El conocimiento sobre espirometría es pobre en el primer nivel de atención de nuestro país. Las posibles causas son la falta de formación e infraestructura continuas. Tras un breve entrenamiento, se produce una mejora significativa en el aprendizaje de la prueba, que se mantiene meses después y se refuerza con un segundo entrenamiento de mayor duración. Sin embargo, el personal nuevo reemplaza al original en un gran porcentaje, lo que hace necesario establecer modalidades educativas rentables como la teleeducación.