Abstract Extortion represents a serious affection to people´s wealth, tarnish freedom and reflects a precarious rule of law, as long as authorities don´t guarantee inhabitants safety and wealth at the expense of the nation economic and social development. This paper aims to make a proper diagnosis about the status of of extortion in México through a statistics analysis of the Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacionalde Seguridad Pública (SESNP) available data. According to public and official information, in 2013, 8 042 legal complaints for extortion were made, wich represents an increase of 10.59%, compared with the legal complaints made in 2012, wich is equivalent to 22 legal complaints per day, or one per hour. However, those 8 042 legal complaints are only a small sample of what is happening around this phenomenon, because most of the legal complaints and completed extortions are uncounted. This study concludes that extortion rates in Estado de Mexico, Distrito Federal, Guanajuato and Jalisco are above the national average, wich suggests not only concentration and crime permanence, but their urgent treatment in crime combat.
Resumen La extorsión representa una grave daño al patrimonio de las personas; mancilla la libertad y refleja un precario Estado de Derecho, ya que que las autoridades no garantizan la seguridad de los habitantes y su patrimonio en detrimento del desarrollo económico y social del país. Por ello, el presente documento tiene como objetivo proporcionar un diagnóstico sobre el estado de la extorsión en México, mediante el análisis estadístico de las bases de datos disponibles en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Según la información pública oficial, en 2013 se llevaron a cabo 8 042 denuncias de extorsión, lo que significa un aumento de 10.59%, comparado con las denuncias presentadas en 2012. Lo anterior equivale a un promedio de 22 denuncias al día, es decir, casi una por hora. Sin embargo, esas 8 042 denuncias son una pequeña muestra de lo que sucede alrededor de este fenómeno, pues la mayoría de las tentativas, así como de las extorsiones consumadas, no se contabiliza. A partir del presente estudio, puede concluirse que el cálculo de las tasas de extorsión sigue mostrando al Estado de México, al Distrito Federal, a Guanajuato y a Jalisco con cifras por encima de la media nacional, lo cual sugiere no sólo la concentración y permanencia del delito, sino su urgente tratamiento en el combate contra este ilícito.