OBJECTIVE: To determine the coverage and focus of cervical cancer screening (Pap smears) in a population-based sample in Brazil. METHODS: Cross-sectional cluster survey covering 1 730 women aged 20 years or older with a history of sexual activity. Information was collected on social, demographic and behavioral variables, knowledge of and use of the Pap test. RESULTS: Of women aged 25-59 years, who are the target population of the national cervical cancer screening program, 78.7% had had at least one Pap test in their lifetime, and 68.8% had had a Pap test in the last 3 years. Statistics for focus of the program showed that of the 637 women who reported having a Pap test in the last year, only 20.6% actually required one. The remainder were either outside the age range or had had another test less than 30 months previously. Prevalence of not having been tested in the previous 3 years was highest among black (41.7%) and low-income women (64.3%), and among those at greatest risk for cervical cancer (62.3% for women with three or more risk factors). Focus was inversely related to socioeconomic status. CONCLUSION: Coverage rates were similar to those reported in other national studies, but this is the first report to examine the focus of the national program. We show that 8 of every 10 Pap tests were not necessary. Coverage levels remain unacceptably low among women of low socioeconomic status and those at greatest risk for cervical cancer.
OBJETIVO: Determinar la cobertura y la concentración poblacional del tamizaje del cáncer cervicouterino (con la prueba de Papanicolaou) en una muestra poblacional en el Brasil. MÉTODOS: Encuesta transversal por conglomerados en una muestra de 1 740 mujeres de 20 años de edad o mayores con antecedentes de actividad sexual. Se recogió información acerca de las características sociales, demográficas y conductuales de estas mujeres, y sobre su familiaridad con la prueba de Papanicolau y la frecuencia con la que se la habían hecho. RESULTADOS: De las mujeres entre los 25 y 59 años de edad, en quienes se concentra el programa de tamizaje nacional, 78,8% habían tenido como mínimo una prueba de Papanicolaou en su vida, y 68,8% habían tenido una en los últimos 3 años. Según las estadísticas del programa, 637 de las mujeres que indicaron haberse sometido a una prueba de Papanicolaou durante el último año, solamente 20,6% necesitaban hacerse la prueba. Las demás no pertenecían al grupo de edad que se la debía hacer o se habían sometido a otra prueba hacía menos de 30 meses. Las mujeres de raza negra y las de bajos ingresos fueron las más propensas a no haberse hecho la prueba en los 3 años anteriores a la encuesta (41,7 y 64,3%, respectivamente), y fueron precisamente las que tuvieron el riesgo más alto de padecer de cáncer cervicouterino (62,3% en el caso de mujeres con tres factores de riesgo o más). La concentración de la prueba en ciertos grupos mostró una asociación directa con la posición socioeconómica. CONCLUSIONES: Los porcentajes de cobertura fueron parecidos a los notificados en otros estudios nacionales, pero este informe es el primero en examinar en quiénes se concentra el programa nacional. Hemos demostrado que 8 de cada 10 pruebas de Papanicolaou no eran necesarias. La cobertura sigue siendo demasiado pobre, a la luz de lo recomendado, en mujeres de estrato socioeconómico bajo y en las que están en mayor riesgo de padecer de cáncer cervicouterino.