The Costa Brava is a consolitaded coastal tourist destination, based on sun and sand tourism. In order to mitigate its decline, according to the traditional life-cycle of tourism products (Butler, 1980) and theories of productive restructuring (Agarwal, 2002, 2005), considering the impact of emerging market trends in such well-established tourism destinations, the Costa Brava has evolved to offer multiple recreational activities in order to renew the destination with emerging new products (Vera and Bath, 2010). One such activity is cultural tourism, with significant potential even with smaller capacity, in order to generate many sectorial and territorial changes. However, the diversification of the tourists demand new products and focuses on the search of sensations, the sense of the tourist event, the perception of the authenticity of the product and the conservation of the site (Dann, 1994; Urry, 1994). All these new elements are the cultural resources available to the tourism sector, that have increased in recent decades in advanced societies (Richards, 1996).
La Costa Brava es un destino turístico de litoral consolidado, basado en el turismo de sol y playa. Con el objetivo de paliar su posible declive, según el tradicional ciclo de vida de los productos turísticos de Butler (1980) y las teorías de la reestructuración productiva de Agarwal (2002, 2005), considerando el impacto de las nuevas tendencias de mercado en los destinos turísticos consolidados, la Costa Brava ha evolucionado hacia una oferta de múltiples actividades recreativas como medidas de renovación del destino mediante nuevos productos emergentes (Vera y Baños, 2010). Una de estas actividades es el turismo cultural, con importantes potencialidades aunque menor capacidad de generar cambios sectoriales y territoriales. Sin embargo, la diversificación del turista juega a favor de los nuevos productos y se orienta a la búsqueda de las sensaciones, el sentido del acto turístico, la percepción de la autenticidad del producto y la conservación del lugar (Dann, 1994; Urry, 1994). Todos estos nuevos elementos son los recursos culturales puestos a disposición del sector turístico, que se han incrementado en las últimas décadas en las sociedades avanzadas (Richards, 1996).