RESUMEN La hipertensión arterial representa el principal riesgo de muerte; controlarla a nivel de la población constituye un desafío importante para todos los países de la Región de las Américas. A principios de la década de 1990, Canadá presentaba una tasa de control de la hipertensión del 13%. La tasa de control aumentó al 68% en el 2010, lo que vino acompañado por una disminución importante de las enfermedades cardiovasculares. Esta mejora sin precedentes en el control de la hipertensión empezó alrededor del año 2000 cuando se inició un programa integral para aplicar las recomendaciones sobre el tratamiento de la hipertensión, actualizadas anualmente. El programa incluyó un sistema de monitoreo integral para el control de la hipertensión. Después del 2011, hubo una marcada disminución del énfasis en la implementación y la evaluación, y la tasa de control de la hipertensión disminuyó, impulsada por una reducción en el control en las mujeres, que pasó del 69% al 49%. En el 2011, se formó una coalición de organizaciones científicas y de salud con la prioridad de elaborar una campaña de defensa y promoción de las políticas alimentarias para prevenir y controlar la hipertensión. Para el año 2015, esta postura fue adoptada por la mayoría de los partidos políticos federales, aunque la implementación ha sido lenta. En este artículo se revisan los factores clave de éxito y las lecciones aprendidas. Algunos factores clave de éxito fueron tener una amplia representación en el comité directivo del programa; el compromiso multidisciplinario con la participación sustantiva del sector de la atención primaria; unas recomendaciones creíbles, imparciales y actualizadas; el desarrollo y la adaptación activa de recursos educativos basados en la experiencia en el terreno; la amplia implementación de los recursos de la atención primaria; la revisión anual del programa y de los indicadores de hipertensión; y el desarrollo y el énfasis en unas pocas intervenciones importantes para el control de la hipertensión. Entre las lecciones aprendidas se encontró la necesidad de contar con un fuerte compromiso y apoyo del gobierno nacional y provincial, y de mantener a las organizaciones de atención primaria y al personal médico en la implementación y la evaluación.
RESUMO O controle populacional da hipertensão arterial – o maior fator de risco de morte – representa um grande desafio para todos os países das Américas. No início da década de 1990, o Canadá tinha uma taxa de controle de hipertensão de 13%. Esse índice aumentou para 68% em 2010, acompanhado por um declínio acentuado das doenças cardiovasculares. A melhoria sem precedentes no controle da hipertensão começou por volta do ano 2000, quando teve início um programa abrangente para implementar recomendações de tratamento de hipertensão atualizadas anualmente. O programa incluía um sistema integral de monitoramento do controle da hipertensão. Após 2011, houve uma acentuada redução da ênfase na implementação e avaliação, e a taxa de controle de hipertensão caiu, principalmente às custas de uma redução deste controle em mulheres (de 69% para 49%). Uma coalizão de organizações científicas e de saúde formou-se em 2011 com a prioridade de desenvolver posições de defesa de políticas alimentares para prevenir e controlar a hipertensão. Até 2015, essas posições haviam sido adotadas pela maioria dos partidos políticos federais, mas a implementação tem sido lenta. Este manuscrito examina fatores-chave de sucesso e aprendizados. Alguns fatores-chave de sucesso incluíram uma ampla representatividade no comitê diretor do programa, engajamento multidisciplinar (com envolvimento significativo da atenção primária), recomendações imparciais e confiáveis, elaboração e adaptação ativa de recursos didáticos com base na experiência de campo, ampla implementação dos recursos da atenção primária, revisão anual do programa e dos indicadores de hipertensão e desenvolvimento e ênfase das poucas intervenções realmente importantes para o controle da hipertensão. As lições aprendidas incluíram a necessidade de ter forte envolvimento e apoio dos governos nacional e subnacionais e manter organizações e médicos da atenção primária engajados na implementação e avaliação.
ABSTRACT As the leading risk for death, population control of increased blood pressure represents a major challenge for all countries of the Americas. In the early 1990’s, Canada had a hypertension control rate of 13%. The control rate increased to 68% in 2010, accompanied by a sharp decline in cardiovascular disease. The unprecedented improvement in hypertension control started around the year 2000 when a comprehensive program to implement annually updated hypertension treatment recommendations started. The program included a comprehensive monitoring system for hypertension control. After 2011, there was a marked decrease in emphasis on implementation and evaluation and the hypertension control rate declined, driven by a reduction in control in women from 69% to 49%. A coalition of health and scientific organizations formed in 2011 with a priority to develop advocacy positions for dietary policies to prevent and control hypertension. By 2015, the positions were adopted by most federal political parties, but implementation has been slow. This manuscript reviews key success factors and learnings. Some key success factors included having broad representation on the program steering committee, multidisciplinary engagement with substantive primary care involvement, unbiased up to date credible recommendations, development and active adaptation of education resources based on field experience, extensive implementation of primary care resources, annual review of the program and hypertension indicators and developing and emphasizing the few interventions important for hypertension control. Learnings included the need for having strong national and provincial government engagement and support, and retaining primary care organizations and clinicians in the implementation and evaluation.