Many countries in Latin America and the Caribbean (LAC) are currently reforming their national health sectors and also implementing a comprehensive approach to reproductive health care. Three regional workshops to explore how health sector reform could improve reproductive health services have revealed the inherently complex, competing, and political nature of health sector reform and reproductive health. The objectives of reproductive health care can run parallel to those of health sector reform in that both are concerned with promoting equitable access to high quality care by means of integrated approaches to primary health care, and by the involvement of the public in setting health sector priorities. However, there is a serious risk that health reforms will be driven mainly by financial and/or political considerations and not by the need to improve the quality of health services as a basic human right. With only limited changes to the health systems in many Latin American and Caribbean countries and a handful of examples of positive progress resulting from reforms, the gap between rhetoric and practice remains wide.
Gracias a una mayor atención internacional, muchos países de América Latina y el Caribe están reformando actualmente sus sectores sanitarios, y aplicando además un enfoque integrado a la atención de salud reproductiva. Dada la grave carga personal, económica y social que suponen los problemas de salud reproductiva en los países de ingresos bajos y medios de América Latina y el Caribe, el acceso universal a unos servicios de salud reproductiva de alta calidad debería ser teóricamente una prioridad de las reformas del sector sanitario. Además de brindar nuevas oportunidades para la salud reproductiva, esas reformas obligan a mejorar la sostenibilidad y el desempeño de los servicios de salud reproductiva. Pese a la existencia de un terreno común entre las reformas del sector sanitario y la atención de salud reproductiva, no hay ninguna garantía respecto a los resultados finales. A fin de comprender mejor las oportunidades que brindan las reformas para mejorar la salud reproductiva, así como los vínculos entre los dos procesos, el Consejo de Población de América Latina y el Caribe organizó en 1999 tres talleres, que congregaron a funcionarios públicos, representantes de organizaciones no gubernamentales y profesores universitarios de 12 países de la región. Los talleres pusieron de relieve el paralelismo de los objetivos de la atención de salud reproductiva y de la reforma del sector sanitario, en el sentido de que ambas aspiran a promover un acceso equitativo a una asistencia de alta calidad mediante la aplicación de enfoques integrados de la atención primaria y la participación del público general en el establecimiento de prioridades sanitarias en lo relativo al gasto asistencial y al diseño y la prestación de servicios. Sin embargo, existe un grave riesgo de que las actividades de reforma sanitaria se vean impulsadas fundamentalmente por criterios financieros y/o políticos, y no por la necesidad de mejorar la calidad de los servicios como derecho humano básico. En esas circunstancias, las reformas podrían dificultar, incluso socavar, los progresos en materia de atención primaria, incluida la atención reproductiva. Se identificaron tres temas importantes que estaban cobrando importancia en la región en relación tanto con la salud reproductiva como con las reformas del sector sanitario, a saber, la descentralización, los cambios experimentados por la financiación de los servicios de salud, y el papel del sector privado. Respecto a la descentralización, se habló de su utilidad para respaldar un enfoque integrado y centrado en el usuario de la salud reproductiva, al delegarse la autoridad en actores locales que suelen conocer mejor las necesidades de los usuarios. Entre los problemas asociados a la descentralización, cabe citar la falta de capacidad técnica y de gestión, los intentos de las instancias superiores de mantener el control central, y la limitada experiencia en los procesos participativos. Se habló de nuevos enfoques en la financiación de la atención sanitaria. La búsqueda de la autosuficiencia financiera dentro del sistema de salud es muy importante, pero puede entrañar graves amenazas para la salud reproductiva. Si se llega a considerar la atención sanitaria como un producto económico, existe el riesgo de que el proceso de reforma se vea presidido por la reducción de costos, en detrimento de la mejora de la calidad, lo cual puede perjudicar a la salud reproductiva. Se abordó el papel crucial desempeñado por el sector privado, en particular por las organizaciones no gubernamentales, en la promoción de la salud reproductiva y en el suministro de información y servicios en ese campo. Se reconoció que es muy poco lo que se sabe sobre el sector lucrativo, y se plantearon importantes interrogantes acerca de la capacidad del Estado para implantar medidas de vigilancia y regulación. No obstante, la enorme proliferación de hospitales, dispensarios y farmacias privados de que va acompañada la urbanización en la región hace de este sector un interesante ámbito de estudio. Los cambios experimentados por los sistemas de salud en muchos países de América Latina y el Caribe son limitados, y no abundan los ejemplos de progresos conseguidos gracias a las reformas, de modo que el desfase entre la teoría y la práctica sigue siendo importante. Los procesos relacionados con las reformas del sector sanitario y la salud reproductiva no se han coordinado bien hasta la fecha. La falta de voluntad política, unida a los limitados recursos disponibles y la deficiente capacidad técnica y de gestión, también ha dificultado el desarrollo de políticas y programas en el nivel de ejecución. Es necesario sin duda elaborar e institucionalizar los mecanismos de diálogo, emplear procedimientos participativos para vigilar los progresos realizados, y llevar a cabo nuevas investigaciones sobre la interrelación entre las reformas sanitarias y la atención de salud reproductiva.
A la suite de l’intérêt porté à ces questions au niveau international, de nombreux pays d’Amérique latine et des Caraïbes s’occupent en même temps de réformer leur secteur de la santé et de globaliser les prestations de santé génésique. Compte tenu de la charge individuelle, économique et sociale considérable que représentent les problèmes de santé génésique dans les pays à revenu faible et moyen d’Amérique latine et des Caraïbes, la garantie d’un accès universel à des services de santé génésique de qualité devrait idéalement être un objectif prioritaire des réformes du secteur de la santé. Outre qu’elles leur ouvrent des perspectives nouvelles, de telles réformes invitent à améliorer la viabilité et l’efficacité des prestations de santé génésique. Mais, malgré l’existence d’un terrain commun aux réformes du secteur de la santé et à l’organisation des services de santé génésique, le résultat final n’est pas garanti. Afin de mieux faire comprendre comment mettre à profit les réformes en vue d’une amélioration des prestations de santé génésique et le lien qui existe entre les deux processus, le Conseil de la Population en Amérique latine et aux Caraïbes a organisé en 1999 trois ateliers auxquels ont participé des fonctionnaires, des représentants d’organisations non gouvernementales et des universitaires de douze pays de la région. Ces ateliers ont révélé que les objectifs de l’action de santé reproductive et des réformes du secteur de la santé étaient parallèles en ce sens que les deux visent à promouvoir un accès équitable à des soins de qualité par l’intégration des soins de santé primaires et la participation de la population à la définition des priorités du secteur de la santé pour ce qui concerne les dépenses de santé, la conception des services et leur fonctionnement. Pourtant, le risque est réel de voir les réformes obéir essentiellement à des impératifs financiers et/ou politiques et non à la nécessité d’améliorer la qualité des prestations en réponse à un droit fondamental de la personne humaine. Si tel était le cas, les réformes pourraient compromettre voire entraver les progrès des soins de santé primaires, santé génésique comprise. Les participants à ces ateliers ont releve´ l’émergence, dans toute la région, de trois faits importants aussi bien pour la santé génésique que pour les réformes du secteur de la santé : la décentralisation, l’instauration de nouveaux modes de financement des services de santé et l’intervention du secteur privé. Ils se sont demandés si la décentralisation pourrait favoriser une approche globale, axée sur les individus, de la santé génésique en donnant le pouvoir à des instances locales généralement mieux familiarisées avec les besoins de la population. Parmi les problèmes associés à la décentralisation, figurent le manque de compétences techniques et gestionnaires, la difficulté qu’éprouvent les instances supérieures à renoncer à exercer un pouvoir central et une expérience limitée de la participation active. Les nouveaux modes de financement des soins de santé ont été évoqués. Si la recherche de l’autonomie financière au sein du système de santé est essentielle, elle n’est peut-être pas sans danger pour la santé génésique. En effet, si les soins de santé en viennent à être considérés comme un bien économique, le risque est que les réformes soient conduites surtout pour réduire les coûts au détriment de l’amélioration de la qualité. Une telle orientation pourrait avoir des conséquences négatives pour la santé génésique. Il a été question du rôle décisif du secteur privé, en particulier par le biais des organisations non gouvernementales, dans la promotion de la santé génésique. Il a été convenu que l’on sait très peu de choses au sujet de ce secteur et des questions importantes ont été posées sur les moyens qu’a l’Etat de contrôler et de réglementer son activité. Quoi qu’il en soit, la multiplication des hôpitaux, cliniques et pharmacies privés qui accompagne l’urbanisation dans la région impose que soient explorées les possibilités dans ce domaine. Si l’on considère que seuls des changements limités ont été apportés aux systèmes de santé dans beaucoup de pays d’Amérique latine et des Caraïbes et que les exemples de progrès dus aux réformes sont rares, il y a encore loin de la théorie à la pratique. Les processus intervenant dans les réformes du secteur de la santé et dans l’organisation des services de santé génésique ont souffert d’une mauvaise coordination. Par ailleurs, l’absence de volonté politique, combinée au manque de ressources et à des moyens techniques et gestionnaires insuffisants, n’a pas favorise´ l’élaboration de politiques et de programmes appropriés. Il est à l’évidence nécessaire de concevoir et d’institutionnaliser les mécanismes nécessaires au dialogue, de mettre en œuvre des processus de participation active pour suivre les progrès accomplis et de conduire d’autres études sur les interactions entre les réformes du secteur de la santé et l’organisation des services de santé génésique.