Objective. To analyze the relationship between the quantity and quality of referrals and factors related to the family physician (FP). To determine their distribution by specialities. Design. Descriptive, cross study. Setting. Primary care centre in Cuenca city. Subjects. We analyzed a total of 1,214 referrals, using the software package (TURRIANO), made by 7 family physicians during the last quarter of 2005. Main measurements. Referral forms were analysed retrospectively. We compiled variables associated with the family physician (figure 1) and with the referral itself (speciality to which it is addressed, date and quality). Three categories were established to assess the quality of referrals. Poor quality referrals met at least one of the 2 following criteria "lack of consultation reason (MC) and current history of the disease (AD)" and/or "lack of physical (PE) and/or complementary tests (CT)". In acceptable referrals, the two previous criteria were present simultaneously. Finally, a referral was evaluated as good if it fulfilled all the criteria for being acceptable plus the presence of at least one of the following: Family history, personal history, routine treatment, diagnosis. Results. We analyzed 1,214 referrals. The quality of the referrals was poor in 68.2%, acceptable in 11.4% and good in 20.3%. The services that most referrals were made to were Traumatology 14.7%, Ophthalmology 11.8%, Gyneacology 11%, and Dermatology 10.1%. The proportion of good/acceptable referrals in the most popular specialities were: Dermatology 66.7%, Traumatology 29.1%, Otolaryngology 23.3%, Gyneacology 19.5% and Ophthalmology 16,8%. With regard to the acceptable /good quality of the referral only the variable training (MIR) presented a statistically significant difference (p = 0, 03). Of the doctors considered, 28. 6% had MIR training, 57.1% were tutors and 57.1% were male. Conclusions. The number of referrals made by a Primary Health Care team (PC) to Specialist care (SC) is related to correct performance of this team and their ability to solve problems in their daily work. In our study there was a great variability in the number of referrals made by different doctors, which does not appear to be justified by the number of cards and workload. Having specialist training and tutoring residents appears to be associated with a greater capacity and quality completion of referrals.
Objetivo. 1) Analizar la relación entre la cantidad y calidad de las hojas de interconsulta (IC) y los factores relacionados con el médico de familia (MF). 2) Conocer su distribución por especialidades. Diseño. Estudio descriptivo, transversal. Emplazamiento. Centro de salud urbano de la ciudad de Cuenca. Sujetos. Analizamos un total de 1.214 derivaciones realizadas a través del programa informático de explotación de datos (TURRIANO) por 7 MF, durante el último trimestre del año 2005. Mediciones principales. Se han analizado retrospectivamente las hojas de IC. Recogimos variables asociadas al MF y asociadas a la propia IC (especialidad a la que va dirigida, fecha y calidad). Se establecieron 3 categorías para valorar la calidad de las IC: "mala" (cumplía al menos uno de los criterios "ausencia de motivo de consulta y/o anamnesis de la enfermedad actual" y/o "ausencia de exploración física y exploraciones complementarias"), "aceptable" (presencia simultánea de los dos criterios anteriores) y "buena" (cumplía criterios de "aceptable" más la presencia de al menos uno de los siguientes: antecedentes familiares, antecedentes personales, tratamiento habitual, diagnóstico de sospecha). Resultados. La calidad de las derivaciones fue deficiente en un 68,2%, aceptable en un 11,4%, y buena en un 20,3%. Los servicios a los que más se derivó fueron Traumatología 14,7%, Oftalmología 11,8%, Ginecología 11% y Dermatología 10,1%. La proporción de derivaciones buena/aceptable en las especialidades más demandadas fue: Dermatología 66,7%, Traumatología 29,1%, Otorrinolaringología 23,3%, Ginecología 19,5% y Oftalmología 16,8%. En cuanto a la calidad aceptable/buena de la interconsulta, la variable formación MIR presentó una diferencia estadísticamente significativa (p = 0,03). El 28,6% tenía formación MIR, el 57,1% eran tutores y el 57,1% hombres. Conclusiones. El número de IC realizadas por un equipo de Atención Primaria (EAP) a Atención Especializada (AE) es una referencia de su correcto funcionamiento y de su capacidad de resolución. Encontramos una gran variabilidad en el número de las IC entre los distintos médicos, que no parece justificarse por el número de tarjetas y el volumen de trabajo. Disponer de formación especializada y tutorizar residentes parece relacionarse con mayor capacidad de cumplimentación y calidad de las interconsultas.