RESUMEN Este trabajo analiza dos líneas básicas de estudios que se centran en la medicina tradicional utilizada por los pueblos originarios mexicanos desde el siglo XV hasta la actualidad. La primera, impulsada por antropólogos y médicos con formación antropológica, aborda la medicina tradicional para impulsar la biomedicina en los pueblos indígenas, procurando mejorar sus condiciones de salud. Esta línea se desarrolló entre las décadas de 1930 y 1960, para reaparecer a mediados de 1970 a partir de la Conferencia de Alma Ata, y se mantuvo hasta la actualidad buscando expandir la cobertura de atención del sector salud en áreas marginadas, pero supeditando la medicina tradicional, en todos los aspectos, a los programas biomédicos. La segunda línea, ha sido impulsada por antropólogos, sobre todo desde la década de 1960, buscando comprender las culturas originarias a través de la medicina tradicional y de lxs curadorxs, que expresan la cosmovisión, identidad, pertenencia y autonomía cultural de los pueblos originarios. Pero esta búsqueda la realizan tratando de comprender y revalidar el papel de identificador cultural de la medicina tradicional y, en algunas orientaciones, justificar objetivos económico-políticos y, especialmente, ideológicos. Esto lo hacen excluyendo la información sobre morbilidad, mortalidad y esperanza de vida, pese a que los pueblos originarios constituyen el sector social con mayores tasas de mortalidad y menor esperanza de vida.
ABSTRACT This article analyzes two general lines of research on traditional medicine used by Mexican indigenous peoples since the 15th century up to the present day. The first - pioneered by anthropologists and physicians with anthropological training - addresses traditional medicine so as to promote biomedicine among indigenous groups, with the purpose of improving their health conditions. This line of research developed between the 1930s and 1960s, reemerged in the mid-1970s with the Alma Ata Conference, and has maintained momentum into the present day, seeking to expand coverage of the health sector in marginalized areas, but while subordinating traditional medicine to biomedical programs in all aspects. The second line of research has been fostered by anthropologists, in particular from the 1960s onward, and seeks to comprehend indigenous cultures through traditional medicine, with a particular focus on healers, who express the cosmovision, identity, sense of belonging, and cultural autonomy of indigenous peoples. However, these enquiries attempt to comprehend and validate the ways in which traditional medicine encapsulates cultural identity, and in some cases to justify political, economic, and above all ideological objectives. These perspectives do not take into consideration information regarding morbility, mortality, and life expectancy, despite the fact that indigenous peoples are the social group with the highest mortality rates and lowest life expectancy.