RESUMEN Objetivos: Este estudio contribuye a la neurociencia de la conducta delictiva abordando dos objetivos: a) examinar las diferencias en las características corticales en un grupo de delincuentes juveniles de sexo masculino (21 GD), frente a los controles (28 GC), ambos con edades comprendidas entre los 18 y los 21 años; y b) determinar hasta qué punto las características corticales diferenciales y el perfil psicológico de riesgo discriminan entre los dos grupos. Método: Además de las medidas corticales, se evaluaron los datos demográficos, el funcionamiento ejecutivo, el trauma infantil, los rasgos psicopáticos, los síntomas psicopatológicos y el comportamiento antisocial y delictivo. Resultados: El análisis del manto cortical de todo el cerebro mostró un mayor grosor cortical en el clúster que comprende la circunvolución temporal media derecha y una menor superficie en la corteza orbitofrontal lateral para el GD con respecto al GC. La función discriminante clasificó correctamente el 100% de los casos del GC y el 94,7% del GD. El clúster temporal derecho, el trauma infantil, la insensibilidad y los síntomas de sensibilidad interpersonal, psicoticismo, depresión, ansiedad fóbica y comportamiento obsesivo-compulsivo contribuyeron al GD. Por su parte, el clúster orbitofrontal lateral, los rasgos psicopáticos de grandiosidad, impasibilidad y búsqueda de emociones y la memoria de trabajo contribuyeron al GC. Conclusiones: La alteración temporal media derecha del GD podría ser indicativa de un desarrollo cerebral alterado en los procesos de cognición social, ya que este rasgo cortical apareció en combinación con el perfil de mayor riesgo. La reducción en el área orbitofrontal podría ser indicativa de un desarrollo cerebral inmaduro en los procesos de control emocional, ya que apareció en combinación con el perfil psicológico normativo en la adolescencia. A partir de estos hallazgos novedosos, se proponen áreas posibles de mejora para la investigación y la intervención.
ABSTRACT Objectives: This study contributes to the neuroscience of offending behavior by addressing two aims: a) to examine differences in the cortical features in a group of male serious juvenile offenders (21 OG), versus controls (28 CG), both ranging from 18 to 21 years old; and b) to determine to what extent the differential cortical features and the risk psychological profile discriminate between the two groups. Method: Besides cortical measures, demographics, executive functioning, childhood trauma, psychopathic traits, psychopathological symptoms, and antisocial and delinquent behavior were assessed. Results: Whole-brain analysis of the cortical mantle identified increased cortical thickness in the cluster comprising the right middle temporal gyrus and a smaller surface area in the lateral orbitofrontal cortex for the OG compared to the CG. The discriminant function correctly classified 100% of cases of the CG and 94.7% of the OG. Right temporal cluster, childhood trauma, callousness and symptoms of interpersonal sensitivity, psychoticism, depression, phobic anxiety, and obsessive-compulsive behavior contributed to the OG. In turn, the lateral orbitofrontal cluster, psychopathic traits of grandiosity, unemotionality, and thrill seeking, and working memory contributed to the CG. Conclusions: The increased right middle temporal gyrus of the OG could be indicative of impaired brain development in social cognition processes since it appeared in combination with the higher risk profile. The reduced orbitofrontal cortex could be indicative of immature brain development in emotional control processes since it appeared in combination with the normative psychological profile in adolescence. Based on these novel findings, areas of potential improvement for research and intervention are suggested.