Resumen En vista del amplio consumo de drogas lícitas e ilícitas en casi todo el mundo occidental, nosotros sospechamos que no eran tantos ni tan graves los daños que causan, como se afirma, y decidimos evaluar la solidez de tal sospecha. La sospecha resultó correcta en términos de la salud física individual de los usuarios, pues las drogas no aparecen entre las primeras quince causas de Morbilidad ni de Mortalidad en los habitantes de México, EUA, Canadá, España, el Reino Unido y Holanda. En cambio, las drogas sí causan daño psicológico y social al individuo por propiciar indolencia motivacional, cuadros psicóticos serios, potencialmente irreversibles, e inducir la comisión de conductas riesgosas (accidentes de tránsito) y hasta criminales (robos, asaltos, violaciones). El consumo de drogas también lesiona la integridad y economía de las familias de los usuarios y daña a la comunidad, pues se eleva la tasa de desempleo, disminuyen los ingresos fiscales, incrementan los costos de los programas de desarrollo, de seguridad y de beneficencia, así como propician la exclusión de los usuarios en el trabajo, escuelas, clubes y servicios públicos diversos. Nuestros resultados son de interés para el diseño de las acciones destinadas al control del consumo de drogas para que sean congruentes con el tipo, gravedad y extensión del daño individual y social que las drogas causen.
Abstract In view of the widespread use of licit and illicit in most of the Western world, we suspect that there were not so many and so serious the damages that they cause, as stated, and we decided to assess the strength of such suspicion. The suspicion was correct in terms of physical health of individual users, as drugs do not appear among the top fifteen causes of morbidity or mortality in the population of Mexico, USA, Canada, Spain, the United Kingdom and the Netherlands. However, drugs do cause psychological and social harm to the individual by promoting motivational indolence, serious psychotic symptoms potentially irreversible, and induce the commission of risky behaviors (traffic accidents) and even criminals (robbery, assault, rape). Drug use also damages the integrity and economy of the families of users and harms to the community, since it raises the rate of unemployment, lower tax revenues, increase costs of development programs, safety and welfare, and favor the exclusion of users in the workplace, schools, clubs and various utilities. Our results are of interest for the design of actions to control drug use to be consistent with the type, severity and extent of the individual and social harm that drugs cause.